¿Qué significa Proverbios 21:13?
LBLA: El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará y no recibirá respuesta.
NBLA: El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará y no recibirá respuesta.
NVI: Quien cierra sus oídos al clamor del pobre llorará también sin que nadie le responda.
RV1960: El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.
JBS: El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará, y no será oído.
Comentario del verso:
Este versículo se conecta con el proverbio anterior (Proverbios 21:12). En el versículo anterior se nos dijo que Dios, "El Justo", siempre arruina a las personas que son malvadas. Aquí se nos presenta una idea muy similar: ignorar a las personas más desfavorecidas es un pecado en toda regla (Proverbios 14:31; 17:5; 19:17). Tal y como las personas que no entienden el perdón demuestra que nunca han sido perdonadas (Mateo 6:14–15), el hecho de no mostrarle gracia a los más necesitados demuestra que esas personas no han experimentado la gracia de Dios tampoco (Lucas 6:38; Juan 13:34). Tener la capacidad de saber cuándo una persona se está comportando con holgazanería (2 Tesalonicenses 3:10) es muy diferente al hecho de ignorar a las personas que necesitan ayuda (Santiago 1:27). Los cristianos nunca deben hacer oídos sordos al clamor de las personas más desfavorecidas.
A lo largo de las Escrituras, Dios nos muestra la compasión que siente por los pobres. La epístola de Santiago aboga por el tipo de fe que resulta en acción: el hecho de hacer buenas obras. Santiago 2:8 describe la ley real como: "amarás a tu prójimo como a ti mismo". El versículo 13 dice que "…la compasión prevalece sobre el juicio.". Hechos 2 nos informa de que, durante Pentecostés, muchas personas creyeron en el Señor en Jerusalén. Entre todos los conversos, había personas de todo el mundo mediterráneo. Algunas de esas personas se quedaron en Jerusalén y se hicieron miembros de la iglesia allí. Sin embargo, no tenían medios visibles de sustento porque habían dejado sus hogares y trabajos. En respuesta a su necesidad, "…todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo; vendían sus propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno" (Hechos 2:44–45).
Resumen de contexto:
Proverbios 21:1–16 continúa compartiendo una serie de sabias observaciones de Salomón (Proverbios 10:1) diciendo que el Señor controla a los reyes de la Tierra. También menciona una lista de cosas que el Señor desprecia: el orgullo, el amor al dinero, la violencia, la conducta de los malvados, la retención de la caridad, el soborno y la apostasía. Por otro lado, el Señor valora la rectitud y la justicia, la conducta pura, y las personas que aceptan Su disciplina y la caridad.
Resumen del capítulo:
Este capítulo comienza y termina haciendo una declaración sobre la soberanía de Dios. Dios solo juzga el corazón; el Señor considera que las intenciones del corazón son tan importantes como las acciones físicas. En este pasaje también se habla de los cónyuges desagradables, perspectivas adecuadas sobre la riqueza, la ética del trabajo y la naturaleza esencial de la sabiduría divina. La sabi-duría humana no puede competir con el Señor soberano, quien es el único responsable final en los momentos en los que salimos victoriosos de cualquier problema.
Contexto del capítulo:
Este capítulo forma parte de la segunda sección principal del libro (Proverbios 10—22) en la cual se nos presentan casi cuatrocientos proverbios. La mayoría de estos proverbios están formados por comenta-rios de dos líneas que presentan ideas desde el sentido común y la sabiduría general. El tema gene-ral del capítulo 21 es la manera en que Dios controla el mundo. Las personas pueden creerse que tienen el control de todas sus circunstancias, pero Dios es quien lo supervisa todo. El capítulo comienza y termina ase-gurándonos que Dios es quien tiene el poder final sobre todas las cosas.
Resumen del libro:
Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.
Accessed 6/16/2025 5:59:34 AM
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