¿Qué significa Proverbios 24:17?
LBLA: No te regocijes cuando caiga tu enemigo, y no se alegre tu corazón cuando tropiece ;
NBLA: No te regocijes cuando caiga tu enemigo, Y no se alegre tu corazón cuando tropiece;
NVI: No te alegres cuando caiga tu enemigo, ni se regocije tu corazón ante su desgracia,
RV1960: Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
JBS: Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
Comentario del verso:
Aquí se repite una idea que ya leímos en Proverbios 17:5. Los seres humanos son tan propensos a celebrar el sufrimiento de sus enemigos que la psicología ha etiquetado esta situación con el nombre schadenfreude. El versículo anterior condenó a las personas que se burlan y se regodean de los pobres, así como a las personas que celebran el mal de los demás. El Nuevo Testamento les ordena a los creyentes que perdonen a los demás (Mateo 18:21–22), lo cual nos indica que las personas que se niegan a perdonar a los demás no comprenden su propia necesidad de ser perdonados (Mateo 6:14–15; 18:23–35). Esa misma actitud básica se refleja en la manera en la que una persona responde ante el sufrimiento de los enemigos. Dios tampoco se alegra al presenciar la ruina de los malvados (Ezequiel 33:11).
Aquí se nos ordena que nos alegremos cuando nuestros enemigos estén sufriendo. Al mismo tiempo, eso no quiere decir que no podamos alabar a Dios cuando Él decida hacer justicia (Salmo 7:6). Tampoco significa que no debamos reconocer los momentos en los que sufrimos las consecuencias que nos merecemos (Salmo 37:20; Proverbios 12:28). Lo que sí está prohibido es tener una actitud superior, burlona y arrogante ante las personas que están sufriendo, incluso cuando estas sean nuestros enemigos (Romanos 3:23). La humildad que se expresa a través del amor hacia nuestros enemigos no es un impulso natural. De hecho, es uno de los aspectos más desafiantes del cristianismo.
Nuestra naturaleza pecaminosa es lo que nos tienta a alegrarnos cuando vemos que nuestros enemigos están sufriendo. Las Escrituras dicen que tales impulsos son malos en sí mismos. Si eso es cierto a nivel terrenal, también lo es a nivel espiritual con respecto al destino eterno de las personas. Por lo tanto, nunca debemos desear que alguien sea condenado o que una persona sufra una eternidad completamente separada de Dios. En cambio, debemos llorar por ellos: "arrebátenlos del fuego y pónganlos a salvo; y a otros más, ténganles compasión, pero ¡cuidado!, desechen aun la ropa que su cuerpo haya contaminado" (Judas 1:23). Aunque sabía que Jerusalén rechazaría que Él es el Mesías, Jesús les mostró compasión a las personas en lugar de venganza. Mateo 23:37–39 es un pasaje donde Jesús se lamentó por la ciudad de Jerusalén: "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como junta la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!" (Mateo 23:37).
Resumen de contexto:
Proverbios 24:13–22 le ofrece consejos prácticos al hijo o al estudiante de Salomón. Este pasaje incluye las últimas cinco enseñanzas de las treinta que Salomón respalda pero que seguramente no escribió él mismo (Proverbios 22:17–21). La sabiduría divina (Proverbios 1:7) es algo que debe saborearse y disfrutarse. Una persona sabia no es violenta ni abrumadora, ni tampoco se regodea de los enemigos cuando estos están sufriendo. Aquí se le recuerda de nuevo al lector que no debe tener celos ni temer a las personas malvadas, ya que el juicio de Dios recaerá sobre ellos un día, y ese juicio será terrible.
Resumen del capítulo:
Salomón continúa enumerando una serie de dichos sabios (Proverbios 22:17–21), en su mi-sión de completar la lista de treinta enseñanzas que prometió compartir con nosotros. Estos consejos nos hablan sobre la integridad, la importancia de aceptar buenos consejos, la reputación y las acciones éticas. Las lecciones también enfatizan la manera piadosa en la que debemos entender la venganza, la amargura y el compañerismo. Después del versículo 23 se añaden una serie de proverbios adi-cionales. En realidad, no sabemos si él mismo los escribió o no, lo que sí parece claro es que esos proverbios se asemejan mucho a su manera de pensar. Los puntos clave que se nos presentan a lo largo de estos versículos son la necesidad de ser imparciales durante los juicios, la importancia de tener una buena repu-tación y la ética de trabajo.
Contexto del capítulo:
Salomón sigue compartiendo en este capítulo una serie de consejos que él mismo no escri-bió, pero que sí apoya (Proverbios 22:17–21). El resto del pasaje se dedica a compartir declaraciones de sabiduría que no se sabe a ciencia cierta quién las escribió. Algunas de las lecciones que apare-cen en este capítulo se entienden como si fueran advertencias que vienen seguidas por las razones por las que de-bemos tener cuidado en ese tipo de situaciones. Los proverbios que aparecen en este capítulo se describen a un nivel de detalle mucho más amplio que el resto de los proverbios que se encuentran en el libro.
Resumen del libro:
Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.
Accessed 6/17/2025 10:55:04 PM
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