Proverbios 26:13 - Printer Friendly

LBLA: El perezoso dice : Hay un león en el camino; hay un león en medio de la plaza.

NBLA: El perezoso dice: “Hay un león en el camino; Hay un león en medio de la plaza.”

NVI: Dice el perezoso: «Hay una fiera en el camino. ¡Por las calles un león anda suelto!»

RV1960: Dice el perezoso: El león está en el camino; El león está en las calles.

JBS: Dice el perezoso: El león está en el camino; el león está en las calles.

Durante este pasaje se nos habla sobre la pereza. La pereza se caracteriza por la ociosidad, la indiferencia o la falta de energía. Proverbios 22:13 dice algo muy parecido y este versículo también sigue el patrón de muchas otras declaraciones que también se encuentran en este libro (Proverbios 6:6–11; 12:24; 18:9; 19:15).

Lo que se implica aquí es que las personas que son perezosas se inventan toda clase de excusas para no tener que trabajar. Las personas tendemos a buscar excusas cuando nos damos cuenta de que hemos pecado. Esto es como si alguien dijera que no quiere salir porque tiene miedo de que lo golpee un meteorito o que lo secuestre un ejército enemigo. En realidad, estas cosas podrían ocurrir, pero las posibilidades de que algo así nos ocurra son infinitesimales. En Proverbios 26:16 se nos comunica la misma idea, pero de una manera más directa.

Incluso aunque nuestras excusas estén de alguna manera fundamentadas, es un pecado no ser responsables con las cosas que debemos hacer. Muchas personas ponen excusas para no sentir la vergüenza que ya sienten debido a que no quieren trabajar. Las personas que de verdad no pueden trabajar deben recibir el cariño y el apoyo de todos (Santiago 2:15–17; Proverbios 29:7). Sin embargo, a los perezosos no se les debe dar nada. De hecho, la Biblia dice que no se les debe ayudar en absoluto (1 Tesalonicenses 5:14; 2 Tesalonicenses 3:10–12).

En Proverbios 26:13–16 se nos habla sobre el tema de la pereza. Las personas que son perezosas no quieren salir de sus casas, y solo quieren quedarse en la cama. Salomón dice de una manera poética (Proverbios 25:1) que esta persona no puede mover ni las manos para llevarse algo de comer a la boca. Tal y como ocurre con las personas más arrogantes, las personas que son perezosas pueden rechazar la sabiduría y convencerse a sí mismas de que sus decisiones siempre son las correctas.

Este capítulo incluye tres secciones principales. La primera nos habla del "necio", es decir, el tipo de persona que carece de la sabiduría de Dios (Proverbios 1:7). La segunda nos hace una advertencia en contra del hecho de ser perezoso. La tercera condena el hecho de meternos en conflictos que en realidad se pueden evitar, las menti-ras, y también nos hacen una advertencia sobre las personas que ocultan su odio a través de la manera que hablan. En este pasaje se repiten algunas de las ideas que aparecen en otras partes del libro de Proverbios.

El capítulo 25 dio comienzo a otra sección del libro de Proverbios (Proverbios 25:1) que fue recopilada por escribas posteriores; la lista se extiende hasta el final del capítulo 29. Este capítulo cubre temas como la necedad, la pereza y el conflicto, y otros temas que ya han ido apareciendo a lo largo del libro.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.