Proverbios 26:23 - Printer Friendly

LBLA: Como vasija de barro revestida de escoria de plata, así son los labios ardientes y el corazón perverso.

NBLA: Como vasija de barro revestida de escoria de plata, Así son los labios ardientes y el corazón perverso.

NVI: Como baño de plata sobre vasija de barro son los labios zalameros de un corazón malvado.

RV1960: Como escoria de plata echada sobre el tiesto Son los labios lisonjeros y el corazón malo.

JBS: Como escoria de plata echada sobre el tiesto, son los labios enardecidos y el corazón malo.

La arcilla es una sustancia gruesa que es relativamente común. Una fina capa de esmalte puede hacer que parezca más atractiva, pero eso no cambia la naturaleza esencial de la arcilla. La frase hebrea que se usa aquí implica el hecho de pintar algo con la escoria (metales impuros) lo cual se elimina en el proceso de purificación de la plata. Es como si una persona esconde la naturaleza impura de una sustancia al cubrirla con otro tipo de sustancia. Tal y como decimos en español, y como Jesús lo dijo también: es como "un lobo vestido de cordero".

Los labios seductores pertenecen a las personas que hablan con intensidad, pasión o de una manera halagadora, algo similar a la "hipocresía": decir una cosa mientras se cree otra, personas que hablan una cosa, pero sus motivaciones apuntan a otras cosas. Los halagos y el lenguaje suave o "seductor" pueden hacer que el mal parezca atractivo al principio, e incluso puede disfrazar la verdadera intención que hay detrás de una conversación. Mantener las apariencias para parecer piadoso es otra forma en que los "labios seductores" pueden disfrazar el corazón pecaminoso de las personas. En Mateo 23:25 Jesús condenó a los escribas y fariseos hipócritas, diciendo: ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpian por fuera el vaso y el plato, pero por dentro están llenos de robo y de injusticia". En realidad, su apariencia exterior tergiversaba su repugnante decadencia espiritual interior, la cual, para Jesús, era evidente.

El siguiente versículo dice que este tipo de engaño nos indica que hay "odio" en el corazón de esas personas, y que desprecian a las personas a las que mienten.

Proverbios 26:17–28 deja de centrarse en el tema de la pereza y pasa a hablarnos de los conflictos. Salomón (Proverbios 25:1) nos advierte que es mejor no entrometerse en argumentos, chismes y discusiones con otras personas. Además, también nos advierte sobre el peligro que pueden causarnos las mentiras superficiales. La manera en que hablamos influye en gran medida en la manera en que acabamos involucrándonos en los conflictos.

Este capítulo incluye tres secciones principales. La primera nos habla del "necio", es decir, el tipo de persona que carece de la sabiduría de Dios (Proverbios 1:7). La segunda nos hace una advertencia en contra del hecho de ser perezoso. La tercera condena el hecho de meternos en conflictos que en realidad se pueden evitar, las menti-ras, y también nos hacen una advertencia sobre las personas que ocultan su odio a través de la manera que hablan. En este pasaje se repiten algunas de las ideas que aparecen en otras partes del libro de Proverbios.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.