Proverbios 29:26 - Printer Friendly

LBLA: Muchos buscan el favor del gobernante, pero del SEÑOR viene la justicia para el hombre.

NBLA: Muchos buscan el favor del gobernante, Pero del SEÑOR viene la justicia para el hombre.

NVI: Muchos buscan el favor del gobernante, pero solo el SEÑOR hace justicia.

RV1960: Muchos buscan el favor del príncipe; Mas de Jehová viene el juicio de cada uno.

JBS: Muchos buscan el favor del príncipe; mas del SEÑOR viene el juicio de cada uno.

Cuando se busca hacer justicia, al principio siempre buscamos la ayuda de los demás; esa es la razón por la que se establecieron gobiernos, gobernantes, jueces y otros con el propósito de promulgar la justicia dentro de cada una de las naciones (Romanos 13:2–5). Sin embargo, esto no siempre acaba siendo así debido a la corrupción. "Buscar el favor de los gobernantes" para que hagan lo correcto no está mal. Aun así, la fuente suprema de toda justicia es Dios, y es Su juicio, no las acciones de las personas, lo que representa la corrección definitiva de todos los males (Romanos 12:17–19; Apocalipsis 20:11–15).

Los creyentes deben acercarse a Dios a través de la oración, en parte porque Él promete ayudarnos durante los tiempos difíciles (Hebreos 4:16). En 2 Timoteo 4:14, el apóstol Pablo habla acerca del hecho de haber sido maltratado por Alejandro el calderero, sin embargo, tenía confianza en que Dios sería quien castigaría a Alejandro por todo el daño que le había causado. Los cristianos son perseguidos de una manera u otra, pero el Señor es fiel con todos nosotros y siempre hace que la justicia prevalezca (Hebreos 4:12–13; 13:5; 2 Corintios 5:19–21; 2 Pedro 3:9). –13). Jesús dijo: "estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33). Pablo escribe en 2 Timoteo 4:18: "y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial". En Santiago 5 leemos que el Señor sabe de la injusticia que sufren los creyentes a manos de los incrédulos, y Santiago dice que el Señor juzgará a los transgresores: "pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor" (Santiago 5:7).

Proverbios 29:12–27 completa la colección de dichos sabios que pertenecen al rey Salomón (Proverbios 25:21). Este pasaje nos habla sobre varios tipos de relaciones. Algunos de los temas más comunes de los que se habla aquí son las interacciones que tenemos con los líderes gubernamentales, la importancia que tiene disciplina de los padres y las figuras de autoridad. Salomón también hace comentarios sobre el orgullo y el conflicto inherente que existe entre la justicia y el mal.

Gran parte de este pasaje nos habla sobre las consecuencias negativas de las actitudes o comportamientos que son pro-vocados a raíz de nuestra imprudencia: la terquedad siempre nos lleva hacia el desastre. La falta de autocontrol hace que pasemos vergüenza. Los gobernantes que son ignorantes e impíos propagan el pecado y la corrup-ción. El orgullo nos lleva hacia la humillación. La mayoría de estas declaraciones siguen el patrón de dos partes que ya se estableció en otra parte del libro de Proverbios. La lección final hace un resumen entre la profunda diferencia que existe entre las personas que son bondadosas y las únicamente se dedican a perseguir sus propios deseos.

Los hombres del rey Ezequías terminan aquí su recopilatorio de proverbios, los cuales se le atribuyen a Sa-lomón (Proverbios 25:1). Al igual que los pasajes anteriores, el capítulo 29 contrasta la sabiduría con la necedad, los beneficios que vienen de obedecer la ley de Dios y las consecuencias devastadoras que experimentan las personas que deciden desobedecerla, y las bendiciones que proceden de la justicia en comparación con las maldi-ciones vienen provocadas por el pecado.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.