¿Qué significa Proverbios 3:28?
LBLA: No digas a tu prójimo: Ve y vuelve, y mañana te lo daré, cuando lo tienes contigo.
NBLA: No digas a tu prójimo: “Ve y vuelve, Y mañana te lo daré,” Cuando lo tienes contigo.
NVI: Nunca digas a tu prójimo: «Vuelve más tarde; te ayudaré mañana», si hoy tienes con qué ayudarlo.
RV1960: No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle.
JBS: No digas a tu prójimo: Ve, y vuelve, y mañana te daré; cuando tienes contigo qué darle.
Comentario del verso:
En este versículo, Salomón respalda tanto la caridad como la transparencia. Este comentario fluye naturalmente del versículo anterior, en el que se nos animó a hacer el bien siempre que podamos hacerlo, sobre todo cuando hay personas a quienes se lo debemos. Aquí se utiliza el caso de una persona que necesita ayuda. Decir "vuelve más tarde", cuando en realidad podemos ayudar a esa persona en este momento, no es algo bueno en absoluto. En el Nuevo Testamento, Santiago habla sobre esta misma idea, y condena a las personas que se preocupan por los más desfavorecidos, pero no hacen nada para ayudarlos (Santiago 2:15–16).
Otra manera de entender esto son los mandamientos bíblicos que nos empujan a ayudar a nuestros vecinos. El Señor le dijo a Israel que no cosechara sus campos hasta sus bordes, sino que dejaran parte de la cosecha para los pobres y los peregrinos (Levítico 23:22). Siendo un israelita devoto, Booz, que era agricultor, observó este mandamiento y les dio instrucciones a sus trabajadores para que dejaran que Rut espigara "incluso entre las gavillas" (Rut 2:15). Ezequiel 18:12 condena a la persona que "oprime al pobre y al necesitado".
La iglesia primitiva se preocupaba mucho por los pobres. En Pentecostés, los creyentes vendieron sus posesiones y pertenencias y distribuyeron todas sus ganancias entre los más necesitados (Hechos 2:45). Los necesitados en ese momento eran judíos de países extranjeros que habían venido a observar la Fiesta de Pentecostés y se habían convertido en creyentes de Jesús. Estaban lejos de casa, y no tenían manera de sobrevivir sin ayuda. Más tarde, durante una época de hambruna, el apóstol Pablo inició una recolecta para ayudar a los cristianos judíos de Jerusalén (1 Corintios 16:1–4; 2 Corintios 9:1–2).
Resumen de contexto:
Proverbios 3:27–35 nos ofrece una serie de principios generales para navegar con sabiduría todas nuestras relaciones, tanto las relaciones que tenemos con otras personas como la relación que tenemos con Dios. Salomón le anima al lector a que les muestre honor, integridad, honradez, paz y alegría a los demás. Este pasaje también nos habla sobre la manera en que Dios trata a los que intentan desafiar Su voluntad, y la manera en que Dios honra a quienes se esfuerzan por seguirlo.
Resumen del capítulo:
En este capítulo de Proverbios, Salomón está hablando con su hijo. La frase "hijo mío" aparece 15 veces en los capítulos que van del 1 al 7. El término "hijo" es un término que se usaba frecuentemente cuando un maestro se dirigía a sus estudiantes. Parece que Sa-lomón u otros les enseñaron a los estudiantes en la corte real de Salomón. O tal vez la frase "mi hijo" se refiere a uno de sus hijos de sangre. En Proverbios 3 se nos habla de las cosas buenas que ocurren cuando confiamos de todo corazón en el Señor, lo cual es el resultado de saber cómo aplicar la sabi-duría de la manera correcta. Salomón dice que la obediencia y la confianza en Dios nos permiten experimen-tar la longevidad, el éxito, la guía, la salud, una recompensa que excede la riqueza monetaria, el gozo, la paz, la seguridad, la confianza, relaciones humanas profundas, bendiciones, el favor del Señor y el honor. Como con todos los "proverbios", ya sean bíblicos o de otro tipo, el propósito que tienen es impartir sabi-duría general, no hacer profecías de carácter absoluto. Al igual que con la audiencia original, no se espera que los lectores modernos sigan estas pautas como si fueran verdades absolutas que se puedan aplicar para todas las personas y en todos los casos.
Contexto del capítulo:
Este pasaje se encuentra en la segunda sección del libro, entre los capítulos 1–9. El autor, el rey Salomón, reinó en Israel desde el 971 hasta el 931 a.C. La primera sección de Proverbios, el prefa-cio, se encuentra en Proverbios 1:1–7. La tercera sección, la cual abarca los capítulos que van des-de el capítulo 10 hasta el 22, también fueron escritos por Salomón. Estos proverbios probablemente fueron escritos por Salomón cuando ya era bastante mayor, mientras que probablemente Salomón escri-bió el Cantar de los Cantares cuando era un adulto joven y Eclesiastés ya cuando era muy viejo. Tal y como ocurre con los primeros dos capítulos, la sabiduría es el tema principal de Proverbios 3.
Resumen del libro:
Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.
Accessed 3/31/2025 1:13:19 PM
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