¿Qué significa Proverbios 30:13?
LBLA: gente de ojos altivos, cuyos párpados se alzan en arrogancia;
NBLA: Hay gente de ojos altivos, Cuyos párpados se alzan en arrogancia.
NVI: Hay quienes se creen muy importantes, y a todos miran con desdén.
RV1960: Hay generación cuyos ojos son altivos Y cuyos párpados están levantados en alto.
JBS: Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados son alzados.
Comentario del verso:
Agur (Proverbios 30:1) nos está hablando sobre varias actitudes pecaminosas en este pasaje (Proverbios 30:11–12). Cada una de las frases es más poética que la anterior. En este versículo, Agur nos habla de una actitud que normalmente se relaciona con las personas que son arrogantes. En la actualidad, se dice de estas personas que son altivas.
Los fariseos, de quienes podemos leer mucho durante el Nuevo Testamento, se ajustan a la perfección con este tipo de actitud altiva y arrogante. Jesús nos contó una historia acerca de dos hombres que entraron al templo a orar. Uno era fariseo y el otro era un recaudador de impuestos. Los fariseos eran conocidos por su legalismo y devoción a la ley mosaica. Los recaudadores de impuestos eran despreciados por el pueblo judío porque se aprovechaban de ellos en nombre del imperio romano. De acuerdo con la historia de Jesús, el fariseo se fue al templo y oró de tal manera que solo acabó autoglorificándose. El fariseo le agradeció a Dios el hecho de que él pensaba que Dios creía que era una persona justa. El fariseo se vanaglorió debido a cómo seguía la ley de Moisés y también se jactó debido a la manera en que diezmaba.
Sin embargo, Dios no pensó que el fariseo era una persona justa. En cambio, Dios honró las oraciones del recaudador de impuestos. El recaudador de impuestos "ni siquiera alzó los ojos al cielo", una actitud que contrasta fuertemente con el mensaje que se comparte en este versículo. Humildemente, el recaudador de impuestos se golpeó el pecho y confesó que era un pecador que necesitaba la misericordia de Dios, y al final la acabó recibiendo. Al final, Dios justificó al humilde recaudador de impuestos, no al orgulloso fariseo (véase Lucas 18:9–14).
Resumen de contexto:
Proverbios 30:5–14 continúa compartiendo con nosotros las palabras de Agur. Primero, Agur dice que la Palabra de Dios es verdad, y dice que es muy peligroso añadirle algo o tergiversarla de alguna manera. Después de eso, Agur ora para que Dios lo proteja de cometer ciertos errores espirituales, y comienza a reflexionar sobre la vida y el pecado con sabiduría. Algunos de los versículos de este pasaje comienzan con la frase "hay algunos" y después nos hablan sobre varios de los pecados más comunes a los que las personas tienen que enfrentarse. La humildad y el deseo de ser honesto son dos partes fundamentales de este pasaje de las Escrituras.
Resumen del capítulo:
Este capítulo contiene las enseñanzas de Agur, a quien solo se le nombra en este pasaje. La humildad y las limitaciones de los seres humanos son temas clave de esta sección. Agur ora por la providencia de Dios y nos hace una serie de advertencia acerca de los pecados de la arrogancia, la codicia y la rebeldía. Además, se mara-villa de cómo los impíos pueden pecar sin pudor y sin darse cuenta de cuál será su destino. Luego habla de la forma en que algunos animales logran hacer grandes cosas y sobre las cosas buenas que produce la confianza. El capítulo termina recordándonos sobre los peligros de la ira y todos los problemas que genera.
Contexto del capítulo:
Este capítulo se encuentra entre una sección que contiene una colección de dichos sabios de Sa-lomón (Proverbios 25—29) y los proverbios del rey Lemuel (Proverbios 31). El capítulo 30 contiene los sabios dichos de Agur, una persona no se sabe a ciencia cierta quién es, pero que quizás fue el hijo de Jaqué. Lo que nos enseña es una profecía o un oráculo: un mensaje importante que viene di-rectamente de Dios. La humildad y los peligros que vienen a raíz de la arrogancia son los temas más recu-rrentes de este capítulo.
Resumen del libro:
Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.
Accessed 3/31/2025 9:37:05 AM
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