Estos conceptos son las cuatro ideas de las que Agur quería hablar en el versículo anterior (Proverbios 30:18). Cada una de estas ideas es un misterio. Hay comentaristas bíblicos que difieren acerca de si estos cuatro misterios comparten un tema común o no lo hacen. Si es así, quizás se está enfatizando la manera en que estos animales está haciendo algo que nos podría parecer imposible, o el hecho de que estos animales se pueden mover por sitios que son imposibles para nosotros. Quizás Agur quiere que nos centremos en las cosas tan increíbles que el Señor ha creado (Salmo 19:1). Una opinión que es bastante popular sobre esto es el hecho de que cada uno de los ejemplos nombra un animal que, al menos al principio, no deja rastro al moverse. Los pájaros en el aire, las serpientes en las rocas y los barcos en el océano se mueven sin dejar un rastro obvio e inmediato. En términos generales, el sexo, ya sea ilícito o legítimo, tampoco deja rastros que sean fáciles de ver por los demás.

Agur observó a un águila volando en el cielo y se quedó asombrado. Un águila vuela alto y muy rápido. Las Escrituras dicen que descienden en picado (Deuteronomio 28:49), animan a sus polluelos (Deuteronomio 32:11), se apresuran hacia su presa (Job 9:26) y hacen su nido en lo más alto de las montañas (Jeremías 49:16). El águila es misteriosa, tanto en su trayectoria de vuelo como en su majestuosa en su apariencia. El hecho de que los pájaros vuelen nos demuestra la increíble sabiduría de Su creador.

En segundo lugar, Agur está impresionado con el movimiento de las serpientes entre las rocas. Debido a que no tienen ni piernas ni pies, ¿cómo se mueve una serpiente? Obviamente, se retuerce y se riza, pero el método es mucho más complejo de lo que parece.

Agur también está impresionado por los barcos en alta mar. Un barco puede maniobrar en el océano a pesar de las olas y la marea. Un barco, aun siendo un objeto tan grande, puede ser guiado usando el viento y un pequeño timón (Santiago 3:4). Los viajes por mar pueden ser peligrosos, especialmente en el mundo antiguo. Por tanto, el hecho de que hubiera barcos que fueran tan simples y pudieran navegar con seguridad se veía como algo difícil de creer.

En la actualidad, se habla del amor y el romance como si fuera el misterio supremo. Agur parece querer entender qué es lo que ocurre cuando los hombres y las mujeres interactúan entre sí. Sin embargo, muchos comentaristas notan que la terminología que se usa aquí parece sugerir que se está hablando de relaciones sexuales y no simplemente del cortejo, sino al pecado y no a las relaciones sexuales que ocurren dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer. Hay veces en que dos personas podrían tener relaciones sexuales y nadie lo sabría al principio. Más allá del embarazo o de una evidencia más simple, el acto en sí mismo no nos ofrece "pistas" que puedan seguirse fácilmente.

El siguiente versículo (Proverbios 30:20) toma nota de la manera en que las personas que están involucradas en el pecado sexual pueden ignorarlo como si no tuviera importancia. Si esa enseñanza estaba destinada a conectarse con este versículo, entonces es probable que Agur estuviera comparando la falta de evidencia que podía reunir para sustentar los cuatro ejemplos que acaba de darnos en este versículo.

En Proverbios 30:15–31 Agur (Proverbios 30:1) enumera cuatro cosas que nunca ayudan a satisfacer a nadie, de hecho, hacen que la situación se empeore mucho más de lo que estaba. Agur dice que estas cosas son totalmente incomprensibles. Después, se presentan cuatro ejemplos que nos hablan de los peligros a los que nos enfrentamos cuando colocamos a personas ignorantes o impías en posiciones de poder. Luego, Agur menciona a cuatro animales que aparentemente son muy humildes pero que después logran hacer cosas increíbles. El último es una serie de ejemplos que nos muestran lo importante que es saber y pensar bien en las consecuencias de nuestras acciones.

Este capítulo contiene las enseñanzas de Agur, a quien solo se le nombra en este pasaje. La humildad y las limitaciones de los seres humanos son temas clave de esta sección. Agur ora por la providencia de Dios y nos hace una serie de advertencia acerca de los pecados de la arrogancia, la codicia y la rebeldía. Además, se mara-villa de cómo los impíos pueden pecar sin pudor y sin darse cuenta de cuál será su destino. Luego habla de la forma en que algunos animales logran hacer grandes cosas y sobre las cosas buenas que produce la confianza. El capítulo termina recordándonos sobre los peligros de la ira y todos los problemas que genera.

Este capítulo se encuentra entre una sección que contiene una colección de dichos sabios de Sa-lomón (Proverbios 25—29) y los proverbios del rey Lemuel (Proverbios 31). El capítulo 30 contiene los sabios dichos de Agur, una persona no se sabe a ciencia cierta quién es, pero que quizás fue el hijo de Jaqué. Lo que nos enseña es una profecía o un oráculo: un mensaje importante que viene di-rectamente de Dios. La humildad y los peligros que vienen a raíz de la arrogancia son los temas más recu-rrentes de este capítulo.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.

Accessed 3/31/2025 9:37:50 AM

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