Proverbios 30:5 - Printer Friendly

LBLA: Probada es toda palabra de Dios ; El es escudo para los que en El se refugian.

NBLA: Probada es toda palabra de Dios; El es escudo para los que en El se refugian.

NVI: »Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio.

RV1960: Toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en él esperan.

JBS: Toda palabra de Dios es limpia; es escudo a los que en él esperan.

Agur (Proverbios 30:1) está diciendo que él es incapaz de entender a Dios (Proverbios 30:1–4). Las Escrituras nos indican que todas las personas pueden saber ciertas cosas acerca de su Creador (Romanos 1:18–20; Salmo 19:1). Sin embargo, no podemos saber todo lo que hay que saber acerca de Dios simplemente observando la naturaleza. En este versículo, Agur señala que la Palabra de Dios, las Escrituras, es la fuente perfecta para conocer esas verdades más profundas. Debemos responder a la revelación general de Dios buscándolo directamente a través de la oración y la Escrituras (Mateo 7:7–8).

La mejor manera de saber quién es Dios es tener fe en Su Hijo Jesús (Juan 14:6). Jesús le pidió al Padre que santificara a los creyentes en la verdad y dijo: "tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Muchos de los salmos reconocen que la Palabra de Dios es verdad. Por ejemplo, el Salmo 119:142 señala: "tu justicia es siempre justa, y tu ley es la verdad".

Las personas que confían en Dios, tal y como Él lo explica en Su propia Palabra, encuentran en Él una fuente constante de fortaleza y, lo más importante, la salvación. Este versículo afirma que Dios protege a los que confían en Él. El Señor es como un "escudo", tal y como se menciona en el Salmo 3:3. Génesis 15:1 registra la promesa que Dios le hizo a Abrán después de que Abrán rechazara una recompensa que le ofreció el rey de Sodoma. Dios le prometió a Abrán: "no temas, Abrán. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy grande". Esto no debe entenderse como una promesa que afirma que nunca tendremos problemas, sino una garantía de que la voluntad de Dios es eterna e inamovible (Romanos 8:31–39).

Proverbios 30:5–14 continúa compartiendo con nosotros las palabras de Agur. Primero, Agur dice que la Palabra de Dios es verdad, y dice que es muy peligroso añadirle algo o tergiversarla de alguna manera. Después de eso, Agur ora para que Dios lo proteja de cometer ciertos errores espirituales, y comienza a reflexionar sobre la vida y el pecado con sabiduría. Algunos de los versículos de este pasaje comienzan con la frase "hay algunos" y después nos hablan sobre varios de los pecados más comunes a los que las personas tienen que enfrentarse. La humildad y el deseo de ser honesto son dos partes fundamentales de este pasaje de las Escrituras.

Este capítulo contiene las enseñanzas de Agur, a quien solo se le nombra en este pasaje. La humildad y las limitaciones de los seres humanos son temas clave de esta sección. Agur ora por la providencia de Dios y nos hace una serie de advertencia acerca de los pecados de la arrogancia, la codicia y la rebeldía. Además, se mara-villa de cómo los impíos pueden pecar sin pudor y sin darse cuenta de cuál será su destino. Luego habla de la forma en que algunos animales logran hacer grandes cosas y sobre las cosas buenas que produce la confianza. El capítulo termina recordándonos sobre los peligros de la ira y todos los problemas que genera.

Este capítulo se encuentra entre una sección que contiene una colección de dichos sabios de Sa-lomón (Proverbios 25—29) y los proverbios del rey Lemuel (Proverbios 31). El capítulo 30 contiene los sabios dichos de Agur, una persona no se sabe a ciencia cierta quién es, pero que quizás fue el hijo de Jaqué. Lo que nos enseña es una profecía o un oráculo: un mensaje importante que viene di-rectamente de Dios. La humildad y los peligros que vienen a raíz de la arrogancia son los temas más recu-rrentes de este capítulo.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.