Proverbios 8:6 - Printer Friendly

LBLA: Escuchad, porque hablaré cosas excelentes, y con el abrir de mis labios rectitud.

NBLA: Escuchen, porque hablaré cosas excelentes, Y con el abrir de mis labios rectitud.

NVI: Escúchenme, que diré cosas importantes; mis labios hablarán lo correcto.

RV1960: Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas.

JBS: Oíd, porque hablaré cosas excelentes; y abriré mis labios para cosas rectas.

La sabiduría ha invitado a toda la humanidad a que le preste atención a todo lo que ella tiene que decirnos (Proverbios 8:1–4). Sus palabras imparten enseñanzas que se describen aquí usando la palabra ne'ged, que literalmente se refiere a algo que contrasta fuertemente con otra cosa o algo que está claro. En la práctica, este término se les aplica a los líderes, a los gobernantes y a las personas que de alguna manera están "por encima" de las personas que viven a su alrededor. Esa claridad, superioridad y conexión con lo que es moralmente "prudente" (Proverbios 8:5) produce lo que es "justo".

Paralelamente a eso, las palabras que provienen de la sabiduría son verdad y lo contrario a lo que es "perverso" (Proverbios 8: 8).

La Biblia es la única fuente infalible de sabiduría que tenemos acerca de Dios, el mundo que nos rodea, nosotros mismos, el cielo y el infierno, el camino que nos lleva hacia Dios, las relaciones personales y cómo vivir una vida verdaderamente significativa en la Tierra. La ciencia puede impartir conocimientos temporales sobre muchos temas, pero la Biblia imparte verdades eternas. Además, la sabiduría bíblica nos presenta los que es verdad. Es "… inspirada por Dios" (2 Timoteo 3:16). Jesús es la Verdad (Juan 14:6). Durante una de Sus oraciones, Jesús le pidió al Padre que santificara a los creyentes en la verdad, y añadió: "Tu palabra es verdad" (Juan 17:17). La Biblia nos presenta palabras que son totalmente impecables. Josué le dijo a Israel: "yo estoy listo ya para entrar por el camino de la muerte. Ustedes deben reconocer de todo corazón y con toda el alma, que ninguna de las promesas que el Señor nuestro Dios les hizo ha quedado sin cumplirse. Todas ellas se han cumplido" (Josué 23:14).

Proverbios 8:1–11 viene inmediatamente después de la advertencia que Salomón les hizo a sus hijos en contra del adulterio. Aquí, Salomón nuevamente nos presenta a una mujer, pero esta vez la mujer personifica a la sabiduría (Proverbios 1:20). La sabiduría está continuamente llamando a los hombres para que aprendan a ser prudentes y a tener sentido común. La sabiduría nos puede ayudar a crecer en el Señor. Sus palabras son nobles, correctas, verdaderas, justas y honestas. La sabiduría es mucho más valiosa que la plata, el oro, las joyas y no hay nada que se pueda comparar con ella.

En este pasaje, la sabiduría viene representada como si fuera mujer que está gritando para que el mundo la escuche (Proverbios 1:20–21). La sabiduría exalta su propia verdad y valor frente al mundo. La sabi-duría formaba parte del poder creativo de Dios mucho antes de la creación del universo. Este capítulo nuevamente vuelve hablarnos de los muchos beneficios que se desprenden de la sabiduría divina, un tema que se extiende hasta el comienzo del próximo capítulo.

Hasta ahora, Salomón ha estado hablado sobre las virtudes que forman parte de la sabiduría y la importan-cia que tiene el hecho de escucharla y obedecerla en nuestras vidas. Además, también nos ha advertido en contra de los peligros que vienen como consecuencia de rechazar la sabiduría. El capítulo 7 terminó con la descripción de una mujer promiscua que seducía a un joven necio. Ahora, en el capítulo 8, la sabiduría, la cual está personificada como si fuera una mujer una vez más, continúa hablan-do. La sabiduría ya existía antes de la creación y les ofrece el don de la vida a las personas que la encuentran. Este mensaje continúa en el capítulo 9.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.