Proverbios 9:18 - Printer Friendly

LBLA: Pero él no sabe que allí están los muertos, que sus invitados están en las profundidades del Seol.

NBLA: Pero él no sabe que allí están los muertos, Que sus invitados están en las profundidades del Seol.

NVI: Pero estos ignoran que allí está la muerte, que sus invitados caen al fondo de la fosa.

RV1960: Y no saben que allí están los muertos; Que sus convidados están en lo profundo del Seol.

JBS: Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados están en los profundos de la sepultura.

La sabiduría, a quien Salomón ha representado como si fuera una mujer noble que está invitando a la gente a un banquete, les ofrece vida y seguridad a quienes la escuchan (Proverbios 9:1–6, 10–12). Por el contrario, la insensatez se dedica a mentir para disfrazar el hecho de que su invitación (Proverbios 9:13–17) realmente conduce a la gente hacia la muerte. En el libro de Proverbios se nos dice claramente que la verdadera sabiduría comienza con el respeto hacia Dios (Proverbios 1:7; 15:33; Salmo 111:10; Job 28:28). Las personas que ignoran a Dios están en realidad desafiando la fuente de origen desde la que se creó el universo (Génesis 1:1) y se están poniendo ellos y ellas mismas en el camino de la destrucción absoluta (Juan 3:36). La necedad tiene sus atractivos (Proverbios 7:7–27), pero no es una alternativa viable que finalmente nos pueda conducir hacia la verdad.

Esta idea de la verdad y el pecado se puede ver en el primer pecado que se cometió en el mundo. Aparentemente, Eva no creyó en lo que Dios dijo acerca de que si comían del fruto prohibido eso les causaría la muerte, aunque Dios se lo había dicho claramente: "el día que de él comieres, ciertamente morirás" (Génesis 2:17). Ella eligió creer en la mentira de Satanás cuando le dijo: "ciertamente no morirás" (Génesis 3:4). Al final tuvo que aprender por las malas que Dios no puede mentir (Tito 1:2). Desde los días de Adán y Eva, los pecadores han estado bajo sentencia de muerte (Romanos 5:12; 6:23), y experimentarán la muerte eterna en el lago de fuego (Apocalipsis 20:1–15) a menos que se arrepientan de sus pecados y comiencen a confiar en Jesús como su Salvador. Juan 3:16 dice: "porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna".

Proverbios 9:13–18 cierra el capítulo describiendo el llamado de la Necedad y la tragedia de sucumbir a él. Salomón comenzó este capítulo de Proverbios con un llamado de una proverbial Dama Sabiduría, para que otros se deleitaran en su mesa. Entre las dos secciones de este capítulo, presentó dos respuestas diferentes al llamado. Una persona sabia responde positivamente, pero un burlador rechaza el llamado. La descripción de la Necedad refleja la de la sabiduría: hace invitaciones similares, pero con resultados drásticamente diferentes. Esto es paralelo a las tentaciones malvadas de la mujer adúltera descrita anteriormente (Proverbios 7:7–27).

Aquí, se nos habla de la sabiduría como si fuera una dama refinada que construye una gran casa y prepara un banquete lujoso. Después, trata de llamar a las personas que carecen de juicio y sentido común para que vayan a su fiesta y crezcan en sabiduría. Salomón luego contrasta la actitud de las personas que buscan sinceramente la verdad con la de las personas que no pueden soportar que nadie las corrija. El capítulo termina hablándonos de la insensatez, la cual también se representa como si fuera una mujer que es seductora e ignorante e invita a las mismas personas a su casa y les promete que la inmoralidad es placentera y no es peligrosa en absoluto. Lamentablemente, las personas que aceptan su invitación pronto se dan cuenta de que lo único que ocurre al estar junto a la insensatez es que se acercan más y más a la ruina y a su propia desespera-ción.

En el capítulo 7, Salomón nos habló de una mujer malvada (Proverbios 7:7–27). En el capítulo 8, Salomón nos habla de la sabiduría como si fuera una dama refinada que les enseña a todas las personas que quieren escucharla. El capítulo 9 hace un contraste entre la sabiduría y la mujer ajena, quien se dedica arruinar a las personas que deciden seguirla. Los peligros que vienen de rechazar la sabi-duría de Dios vienen seguidos de una extensa colección de comentarios proverbiales que son independien-tes los unos entre los otros, la cual comienza en el capítulo 10.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.