¿Qué significa Romanos 1:21?
LBLA: Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido.
NBLA: Pues aunque conocían a Dios, no Lo honraron (no Lo glorificaron) como a Dios ni Le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido.
NVI: A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón.
RV1960: Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
JBS: porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se desvanecieron en sus fantasías, y el tonto corazón de ellos fue entenebrecido.
Comentario del verso:
Esta sección comenzó con la declaración de Pablo de que la ira de Dios se revela contra la injusticia humana. En particular, esta ira viene porque Dios se ha mostrado con la suficientemente claridad a la humanidad que nadie tiene una excusa para ignorarlo. Podemos optar por no buscarlo (Mateo 7:7–8), pero no podemos pretender que no tenemos suficiente evidencia para Su existencia (Romanos 1:18–20). El resto de la sección explicará por qué es así y qué está dispuesto a hacer Dios al respecto.

La razón por la que la humanidad es capaz de negar a un Dios tan obvio comienza con el hecho de que los seres humanos se niegan a ver quién es Dios. Tomamos la decisión voluntaria de ignorar los sellos distintivos que vemos en Su creación, los cuales nos rodean todos los días. En otras palabras, lo rechazamos primero como Creador.

Ahora vemos que rechazar a Dios como creador conduce a negarse a honrar o darle gracias a Dios. Después de todo, ¿por qué honrar a un Dios que no hizo el mundo? Y si Dios no es el creador, ¿por qué asumiríamos que es el proveedor de todo lo que necesitamos? ¿Por qué darle gracias a Dios por lo que creemos que hemos desarrollado y adquirido por nosotros mismos?

Si no entendemos a Dios como el creador y proveedor al que debemos adorar, no podemos llegar a tener una comprensión correcta de cómo funciona el universo. Nuestro pensamiento sobre todo sería inútil, y no tendría ningún valor desde el principio. Este pensamiento inútil nos conduce hasta llegar a conclusiones erróneas y, finalmente, a tener corazones oscurecidos. Todo lo que terminamos creyendo se basa en suposiciones erróneas sobre el universo y nuestro lugar en él.

Por ejemplo, muchos llegan a la conclusión de que un universo que Dios no hubiera creado y ayudado a sostener carecería de significado o propósito. Esa conclusión a menudo conduce a la desesperanza y al nihilismo: la creencia de que la vida no tiene sentido.
Resumen de contexto:
Romanos 1:18–32 describe por qué Dios condena legítimamente a la humanidad y habla sobre algo que Dios ha hecho al respecto. La caída de la humanidad se describe como una progresión descendente, la cual comienza rechazando a Dios como creador, negándose a ver lo que se puede saber de Él a través de lo que Dios ha creado. También rechazamos que Él sea nuestro proveedor y dejamos de darle gracias. Adoramos Su creación en lugar de adorarle a Él. Finalmente, Dios actúa entregándonos a la expresión desenfrenada de nuestros corruptos deseos sexuales y todos los demás tipos de pecado. En parte, Dios expresa Su ira dándonos lo que queremos y condenándonos a sufrir las inevitables dolorosas consecuencias que vienen después de abandonarlo.
Resumen del capítulo:
Romanos 1 presenta a Pablo y la razón por la que les escribió esta carta a los cristianos en Roma. Como siervo y apóstol de Jesús, la misión de Pablo en la vida es predicarles el evangelio de Jesús a todos los grupos de personas, tanto judíos como gentiles. Pablo espera hacerlo pronto en Roma. Pablo no se avergüenza del evangelio, ya que es el poder de Dios para la salvación de todas las personas a través de la fe en Cristo; necesitamos ser salvos porque Dios está enojado con nosotros. Debido a nuestro pecado, la humanidad lo ha rechazado como creador y proveedor. En cambio, adoramos las cosas creadas. En respuesta, Dios nos ha dejado tener libertad para entregarnos a todo tipo de prácticas pecaminosas que nos conducen a la miseria durante nuestras vidas, y a Su juicio final en el final de los tiempos.
Contexto del capítulo:
Romanos 1 comienza con la presentación de Pablo y su misión de predicar el evangelio de Jesucristo. Después de decirles a los cristianos en Roma que está ansioso por ir a verlos y predicar el evangelio allí, Pablo dice que el evangelio es el poder de Dios para salvar a todos los que creen en Jesús. Necesitamos ser salvos, porque nuestro pecado se ha ganado la ira de Dios. En conjunto, la humanidad ha rechazado a Dios como creador y proveedor. Adoramos a la creación en lugar de al Creador. En respuesta, Dios nos ha entregado a la plena indulgencia de nuestros deseos pecaminosos; somos culpables y nos merecemos Su juicio.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 11/21/2024 11:39:00 AM
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