Romanos 11:13 - Printer Friendly

LBLA: Pero a vosotros hablo, gentiles. Entonces, puesto que yo soy apóstol de los gentiles, honro mi ministerio,

NBLA: Pero a ustedes hablo, Gentiles. Entonces, puesto que yo soy apóstol de los Gentiles, honro mi ministerio,

NVI: Me dirijo ahora a ustedes, los gentiles. Como apóstol que soy de ustedes, le hago honor a mi ministerio,

RV1960: Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,

JBS: Porque (a vosotros digo, gentiles). En cuanto a la verdad, yo soy apóstol de los gentiles, mi ministerio honro,

Pablo ha estado hablando sobre la relación que Dios tiene con Su pueblo elegido, Israel. Pablo describió cómo y por qué Dios endureció a la mayoría de los israelitas en cuanto a la fe en Cristo se refiere. El propósito de Dios era, en parte, incluir a los gentiles — no judíos — en la promesa de la salvación mediante la fe en Cristo. En el versículo anterior, Pablo introdujo la idea de que, en algún momento en el futuro, la plena inclusión de Israel en la fe en Cristo acarreará consigo grandes cosas para todas las personas.

Ahora Pablo se dirige directamente a los gentiles, comenzando un pensamiento que completará en el siguiente versículo. Pablo describe ahora su identidad y propósito por el hecho de ser un apóstol de los gentiles. Cristo mismo le dio este papel a Pablo en Hechos 9:15. Pablo escribe que él magnifica su ministerio para llevarles las buenas nuevas sobre la fe en Jesús a todos los gentiles. En otras palabras, Pablo glorifica su ministerio; él va a lo grande, y trabaja duro para ello: es audaz y estratégico y amplifica el mensaje de la gracia de Dios para los gentiles a través de la fe en Cristo.

En parte, tal y como revela Pablo en el siguiente versículo, hace esto para provocar celos entre su propio pueblo judío. Pablo quiere que se salven y que tengan la misma relación especial con Dios que los gentiles ahora han recibido.

Romanos 11:11–24 describe por qué Dios ha endurecido a Israel en su incredulidad en Cristo: para abrir espacio para los cristianos gentiles en el olivo figurativo de Dios. Las viejas ramas de los judíos incrédulos se han desgajado por ahora, y las nuevas ramas se han injertado en la raíz. A su vez, la salvación de tantos gentiles provocará celos en Israel, atrayéndolo de regreso a Dios a través de la fe en Cristo cuando Dios elimine el endurecimiento de su incredulidad. Cuando eso suceda, después de que suficientes gentiles hayan creído, las ramas viejas de los creyentes judíos serán injertadas nuevamente en el árbol.

En Romanos 11, Pablo concluye la exploración del plan que Dios ha preparado para Israel, su pueblo elegido. Es cierto que, como nación, Israel ha rechazado la fe en Cristo, pero una parte de los israelitas ha creído en Jesús. Dios ha endurecido a los demás en la incredulidad, pero traerá a Israel de regreso a la fe cuando suficientes gentiles lo hayan aceptado a través de Cristo. Entonces, muchos israelitas también confiarán en Cristo, y Dios renovará Su pacto con Su pueblo. Pablo concluye esta sección con un poderoso poema o himno que habla sobre la independencia de Dios, y sobre cómo Dios está más allá de todo conocimiento.

Romanos 11 concluye la discusión de Pablo sobre el plan que Dios tiene preparado para los israelitas, el cual ya comenzó en Romanos 9 y 10. Pablo insiste en que, aunque Israel, como nación, ha rechazado a Cristo, sí existe un remanente de cristianos judíos debido a la gracia de Dios. Dios ha endurecido a los demás en su incredulidad hasta que un número suficiente de gentiles se hayan acercado a Dios a través de la fe en Cristo. Entonces, Dios liberará a Israel para que crea en Cristo y restaurará Su pacto a medida que los judíos también lleguen a la fe en Cristo. Pablo está asombrado por la ingente e incognoscible mente de Dios y Su completa providencia sobre todas las cosas.

El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.