Romanos 16:21 - Printer Friendly

LBLA: Timoteo, mi colaborador, os saluda, y también Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.

NBLA: Timoteo, mi colaborador, los saluda, y también Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.

NVI: Saludos de parte de Timoteo, mi compañero de trabajo, como también de Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.

RV1960: Os saludan Timoteo mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.

JBS: Os saludan Timoteo, mi coadjutor, y Lucio y Jasón y Sosípater, mis parientes.

Pablo les ha enviado previamente sus saludos a algunas personas específicas en Roma. Ahora les envía saludos de personas específicas que estaban con él en Corinto.

Primero, Pablo les envía saludos de su compañero de trabajo Timoteo. Timoteo trabajó como uno de los colaboradores más cercanos de Pablo en el ministerio, sirviendo junto al apóstol y apoyándolo durante muchos años, comenzando con el segundo viaje misionero (Hechos 16:2–3). Estuvo presente para escribir muchas de las cartas de Pablo, incluyendo 2 Corintios, 1 Tesalonicenses, 2 Tesalonicenses, Filipenses, Colosenses y Filemón. Timoteo estuvo con Pablo durante su tiempo en prisión en Roma y más tarde.

Pablo también le escribió dos cartas fundamentales del Nuevo Testamento a Timoteo: 1 y 2 Timoteo. Entre otras cosas, estas cartas explican cómo Timoteo iba a servir a la iglesia en Éfeso en su papel como pastor.

Pablo también les envía saludos de otros tres hombres que están con él en ese momento, quienes parecen ser parientes judíos. En realidad, no está claro quién era Lucio, pero es muy posible que Jasón hubiera sido el hombre que fue perseguido por recibir a Pablo cuando estaba en Tesalónica (Hechos 17:5–9). Sosípater puede ser Sópater de Berea, quien es mencionado en Hechos 20:4, y acompañó a Pablo durante su tercer viaje misionero. Es posible que los tres hombres sirvieran como representantes de las iglesias que les enviaron dinero a los judíos cristianos pobres de Jerusalén.

Romanos 16:17–24 incluye las últimas instrucciones y saludos que Pablo les ofrece a los cristianos de Roma de parte de los hombres que estaban con él en Corinto. Antes de cerrar la carta, Pablo les advierte urgentemente a sus lectores que estén atentos a los falsos maestros, para así poder evitarlos. Estas personas no le sirven a Cristo y engañan a los ingenuos con su versión distorsionada de la verdad cristiana, dividiendo así a la iglesia. Pablo les envía saludos de Timoteo, su antiguo compañero y alumno en el ministerio. Pablo también les envía saludos de su anfitrión en Corinto y otros amigos y compañeros de trabajo.

El capítulo final de Romanos contiene cuatro secciones destinadas a cerrar la carta. Pablo elogia a la mujer que entregará la carta y luego envía saludos a muchas personas que conoce en Roma. Después de recibir instrucciones urgentes de última hora acerca de los falsos maestros, Pablo les envía saludos a los cristianos romanos de parte de los que están con él en Corinto, incluido Timoteo. Pablo cierra la carta con un himno de alabanza dedicado a Dios, quien les ha revelado a todas las naciones de la tierra el evangelio de salvación a través de la fe en Cristo Jesús.

Los versículos anteriores detallaban los planes que Pablo tenía para visitar Roma y les pedía a los cristianos de Roma que oraran por él. Este texto concluye la carta con cuatro secciones breves. Pablo les envía saludos a una lista de personas que parece conocer personalmente, o al menos conoce de oídas, en Roma. Pablo les ofrece una última instrucción sobre los falsos maestros y les envía saludos de los que están con él en Corinto. Pablo termina la carta con un hermoso himno de alabanza al Dios que les ha revelado el misterio del evangelio de Jesús a todas las naciones, para que finalmente todas le obedezcan a Dios a través de la fe en Jesús.

El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.