¿Qué significa Romanos 2:16?
LBLA: en el día en que, según mi evangelio, Dios juzgará los secretos de los hombres mediante Cristo Jesús.
NBLA: el día en que, según mi evangelio, Dios juzgará los secretos de los hombres mediante Cristo Jesús.
NVI: Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio.
RV1960: en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.
JBS: en el día que juzgará Dios lo encubierto de los hombres, conforme a mi Evangelio, por Jesús el Cristo.
Comentario del verso:
Pablo ha dividido a la humanidad en dos grupos: los que han pecado bajo la ley, los israelitas o "los judíos", y los que han pecado sin estar bajo la ley, que son todos los demás. Aquellos que pecan bajo la ley, serán juzgados por la ley. Sin embargo, Pablo ha escrito en los versículos anteriores que incluso los gentiles podrían llegar a obedecer algunas partes de la ley simplemente al escuchar sus propias conciencias. Después de todo, el mismo Dios que le dio la ley a Israel les dio a los seres humanos un sentido de distinción entre el bien y del mal. En realidad, no hay una tercera categoría: nadie alcanza el estándar de perfección de Dios por sí mismo (Romanos 3:9–10).

Ahora, Pablo se refiere al día en que Dios juzgará "por medio de Jesucristo los secretos de los hombres". En ese juicio, sugirió Pablo en el versículo anterior, nuestra conciencia será testigo de lo que hemos hecho bien y mal. El juicio de Dios sobre los gentiles, en otras palabras, será tan justo y consistente como Su juicio sobre los judíos que han vivido bajo la ley de Moisés. El pecado es pecado, ya sea que se nos haya dado una lista explícita de ello o no.

Pablo escribe que, de acuerdo con su evangelio, el evangelio de Jesucristo, esto incluirá un juicio de los "secretos" de las personas. Dios juzgará los pensamientos y los secretos, así como las acciones. Además, este juicio se hará a través de Jesucristo. Él será el juez en este momento (Juan 5:22–27; Hebreos 4:13).

Nuevamente, vemos la conclusión más amplia a la que Pablo está intentado llegar: nadie, ya sea judío o gentil, puede llegar a ser justo en un juicio basado en sus propias obras. Solo en Cristo, por gracia y a través de la fe, alguien puede ser declarado justo y a esa persona se le dará vida eterna.
Resumen de contexto:
Romanos 2:12–29 describe dos grupos de personas, enfatizando cómo su pecado se relaciona con el conocimiento que pudieran tener acerca de la Ley escrita que Dios le había dado a la nación de Israel. Aquí, la palabra "gentiles" se refiere a los que pecan sin la ley, mientras que "judíos" se refiere a los que pecan bajo la ley. Pablo muestra cómo, en ambos casos, Dios juzgará a las personas basándose en si obedecieron la ley y si fueron circuncidados en sus corazones. Incluso los gentiles que siguen la ley con sinceridad serían considerados por Dios como verdaderamente judíos. Mientras tanto, Dios descartará el judaísmo y la circuncisión de alguien que infringe la ley y no tiene un corazón sincero. Pablo mostrará en el siguiente capítulo que, en verdad, nadie puede obedecer la ley.
Resumen del capítulo:
Romanos 2 tiende una trampa a cualquier persona religiosa que lea la lista de pecados de Pablo al final de Romanos 1 y piense que no se trata de él o ella misma. Pablo les llama la atención por haberse considerado jueces cuando también ellos mismos son culpables. Pablo muestra que Dios juzgará a todo el mundo, incluidos a los que están bajo la ley, en función de sus obras. Esto es un prefacio del tema de la salvación a través de la gracia, por medio de la fe, en lugar de ser salvo a través de las obras solamente. Seguir la ley tiene beneficios, pero solo si quienes están bajo la ley la cumplen en su totalidad. El judaísmo, la circuncisión, debe ser un estado interno, no solo un estado externo. Pablo mostrará en el siguiente capítulo que ninguno de nosotros realmente cumple con esas condiciones.
Contexto del capítulo:
Pablo acaba de concluir una lista de pecados terribles que la humanidad comete como resultado de su rechazo a Dios, y se dirige a las personas religiosas y les dice: "esto también se aplica para ustedes". Nadie puede juzgar a los demás con arrogancia, porque todos somos culpables. Incluso el pueblo de Dios, los judíos, comparecerá ante Dios en un juicio que se basará en sus obras personales. Tener la ley solo importa si aquellos que la tienen la cumplen. Pablo les pregunta a sus lectores judíos por qué no lo hacen y les muestra que deben ser judíos y estar circuncidados en sus corazones para que esto importe. En el siguiente capítulo, Pablo hablará sobre el hecho de que nadie puede cumplir la ley.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 11/2/2024 4:17:42 PM
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