¿Qué significa Romanos 2:21?
LBLA: tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se debe robar, ¿robas ?
NBLA: tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas (proclamas) que no se debe robar, ¿robas?
NVI: en fin, tú que enseñas a otros, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas contra el robo, ¿robas?
RV1960: Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?
JBS: Tú pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas?
Comentario del verso:
Pablo ha preparado a sus lectores judíos para que se enfrentaran ahora a una serie de preguntas difíciles. Su propósito ha sido desde el principio desafiar a aquellos que asumen que ser judío conlleva el hecho de no tener que preocuparse de que Dios los juzgue por su pecaminosidad. De hecho, creen que la ley de Moisés se interpone entre ellos y Dios. En un sentido más amplio, esto está destinado a aplicarse a cualquiera que tratara de confiar en su propia religiosidad para estar bien con el Señor.
Pablo ha hecho una serie de preguntas condicionales importantes: si usted es un judío devoto, si se apoya en la ley, si se jacta en Dios, si está seguro de que es un guía para los ciegos, si es un maestro de los necios y de los niños, si realmente tiene la ley que cree que es la encarnación del conocimiento y la verdad … entonces, ¿por qué no la sigue?
Más específicamente, Pablo comienza en este versículo preguntando por qué los maestros no se enseñan a sí mismos. Luego sigue con tres ejemplos sobre cómo no seguir la ley. Por ejemplo, si predican contra el robo, ¿roban ellos mismos? En realidad, no está claro sobre qué tipos de robo está hablando Pablo en este momento. Lo que sí está claro es lo que Pablo está enfatizando aquí: tener la ley no es suficiente, sino que también se debe cumplir; y, tal y como lo explicará más adelante en esta carta, nadie puede obedecerla a la perfección (Romanos 3:10).
Resumen de contexto:
Romanos 2:12–29 describe dos grupos de personas, enfatizando cómo su pecado se relaciona con el conocimiento que pudieran tener acerca de la Ley escrita que Dios le había dado a la nación de Israel. Aquí, la palabra "gentiles" se refiere a los que pecan sin la ley, mientras que "judíos" se refiere a los que pecan bajo la ley. Pablo muestra cómo, en ambos casos, Dios juzgará a las personas basándose en si obedecieron la ley y si fueron circuncidados en sus corazones. Incluso los gentiles que siguen la ley con sinceridad serían considerados por Dios como verdaderamente judíos. Mientras tanto, Dios descartará el judaísmo y la circuncisión de alguien que infringe la ley y no tiene un corazón sincero. Pablo mostrará en el siguiente capítulo que, en verdad, nadie puede obedecer la ley.
Resumen del capítulo:
Romanos 2 tiende una trampa a cualquier persona religiosa que lea la lista de pecados de Pablo al final de Romanos 1 y piense que no se trata de él o ella misma. Pablo les llama la atención por haberse considerado jueces cuando también ellos mismos son culpables. Pablo muestra que Dios juzgará a todo el mundo, incluidos a los que están bajo la ley, en función de sus obras. Esto es un prefacio del tema de la salvación a través de la gracia, por medio de la fe, en lugar de ser salvo a través de las obras solamente. Seguir la ley tiene beneficios, pero solo si quienes están bajo la ley la cumplen en su totalidad. El judaísmo, la circuncisión, debe ser un estado interno, no solo un estado externo. Pablo mostrará en el siguiente capítulo que ninguno de nosotros realmente cumple con esas condiciones.
Contexto del capítulo:
Pablo acaba de concluir una lista de pecados terribles que la humanidad comete como resultado de su rechazo a Dios, y se dirige a las personas religiosas y les dice: "esto también se aplica para ustedes". Nadie puede juzgar a los demás con arrogancia, porque todos somos culpables. Incluso el pueblo de Dios, los judíos, comparecerá ante Dios en un juicio que se basará en sus obras personales. Tener la ley solo importa si aquellos que la tienen la cumplen. Pablo les pregunta a sus lectores judíos por qué no lo hacen y les muestra que deben ser judíos y estar circuncidados en sus corazones para que esto importe. En el siguiente capítulo, Pablo hablará sobre el hecho de que nadie puede cumplir la ley.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 11/2/2024 4:19:44 PM
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