¿Qué significa Romanos 2:5?
LBLA: Mas por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
NBLA: Pero por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.
NVI: Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio.
RV1960: Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
JBS: Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios;
Comentario del verso:
Pablo se está refiriendo a todos los que juzgan, en sus pensamientos, palabras y acciones, la pecaminosidad de otros. En el capítulo anterior, Pablo describió con gran detalle cómo el rechazo a reconocer a Dios conduce a una irremediable avalancha de pecados en nuestras vidas. En este capítulo, Pablo ha aclarado que todos participamos del pecado; por eso, ese error no está simplemente relacionado con aquellos que se consideran los más pecadores dentro una cultura en particular.
Asumir que Dios no juzgará nuestra propia pecaminosidad porque Él nos muestra bondad en este momento es una presunción peligrosa. La bondad de Dios ahora está destinada a llevarnos a abandonar nuestro pecado, no a continuar participando en él. De hecho, ahora escribe Pablo, los que se niegan a arrepentirse de su pecado están acumulando la ira de Dios. Dios expresará esa ira en el "día de la ira", el día en el que se revelará Su justo juicio.
Ninguno de nosotros debería cometer el error de pensar que nos salvaremos de Su ira solo porque nuestros pecados parezcan ser más pequeños; tampoco podemos asumir que nuestra relación con Dios es más especial que la relación que otras personas pudieran llegar a tener con Él. Al contrario, como dice Pablo, todas las personas son culpables y merecen la ira de Dios. Las cosas buenas que hacemos no pueden salvarnos ni nos salvarán.
Es de vital importancia continuar siguiendo la línea de pensamiento de Pablo en Romanos, y todavía no ha terminado. Eventualmente demostrará que, de hecho, hay una manera de ser salvo de la ira de Dios (Romanos 3:22–25).
Resumen de contexto:
Romanos 2:1–11 abre una especie de trampa para cada lector que podría haber pensado que la devastadora lista de pecados de Pablo al final de Romanos 1 se estaba refiriendo a otras personas y no a él o ella misma. En verdad, todo el mundo es culpable del pecado. Los que juzgan a los demás también son culpables de hipocresía. Nadie escapará del juicio de Dios por el pecado personal, incluidos los judíos y gentiles religiosos. Dios juzgará absolutamente a cada persona según lo que haya hecho. Si alguien ha vivido sin pecar ninguna vez, haciendo solo el bien en todo momento, recibirá una recompensa y la vida eterna. Si no, merecerá la ira y la furia de Dios. Esto, entonces, establece la explicación de Pablo sobre la única manera a través de la cual podemos obtener la salvación: a través de la gracia mediante la fe.
Resumen del capítulo:
Romanos 2 tiende una trampa a cualquier persona religiosa que lea la lista de pecados de Pablo al final de Romanos 1 y piense que no se trata de él o ella misma. Pablo les llama la atención por haberse considerado jueces cuando también ellos mismos son culpables. Pablo muestra que Dios juzgará a todo el mundo, incluidos a los que están bajo la ley, en función de sus obras. Esto es un prefacio del tema de la salvación a través de la gracia, por medio de la fe, en lugar de ser salvo a través de las obras solamente. Seguir la ley tiene beneficios, pero solo si quienes están bajo la ley la cumplen en su totalidad. El judaísmo, la circuncisión, debe ser un estado interno, no solo un estado externo. Pablo mostrará en el siguiente capítulo que ninguno de nosotros realmente cumple con esas condiciones.
Contexto del capítulo:
Pablo acaba de concluir una lista de pecados terribles que la humanidad comete como resultado de su rechazo a Dios, y se dirige a las personas religiosas y les dice: "esto también se aplica para ustedes". Nadie puede juzgar a los demás con arrogancia, porque todos somos culpables. Incluso el pueblo de Dios, los judíos, comparecerá ante Dios en un juicio que se basará en sus obras personales. Tener la ley solo importa si aquellos que la tienen la cumplen. Pablo les pregunta a sus lectores judíos por qué no lo hacen y les muestra que deben ser judíos y estar circuncidados en sus corazones para que esto importe. En el siguiente capítulo, Pablo hablará sobre el hecho de que nadie puede cumplir la ley.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 11/2/2024 4:31:35 PM
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