¿Qué significa Romanos 6:13?
LBLA: ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
NBLA: ni presenten los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia.
NVI: No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.
RV1960: ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
JBS: ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado por instrumentos de iniquidad; antes presentaos a Dios como resucitados de los muertos, y vuestros miembros a Dios, por instrumentos de justicia.
Comentario del verso:
Pablo ha dejado muy claro que aquellos de nosotros que estamos en Cristo debemos participar en una especie de batalla contra nosotros mismos. Hemos sido liberados, a través de nuestra muerte espiritual y resurrección con Cristo, del poder del pecado. Nuestro antiguo yo ha sido crucificado espiritualmente de la misma manera que Cristo fue crucificado espiritualmente. El resultado es que el pecado ya no tiene autoridad sobre nosotros. Por lo tanto, hemos sido liberados.

Sin embargo, no hemos perdido nuestro deseo de pecar. Todavía queremos pecar, a veces, incluso sabiendo cuán destructivo puede llegar a ser nuestro pecado. Pablo nos ha ordenado que no nos ofrezcamos voluntarios para pecar, que no dejemos que esto tome el control de nuestros cuerpos. Ahora, Pablo habla de esto de manera aún más detallada: no debemos presentar nuestros miembros, ninguna parte de nuestro cuerpo, para que el pecado los use para hacer cosas injustas.

Note algo sobre esta orden: se nos insiste en que, de hecho, tenemos el control sobre lo que hacemos con nuestros propios cuerpos. La muerte de Cristo y el poder del espíritu de Dios nos dan ese control. Aquellos que se han salvado solo pueden pecar si así deciden hacerlo.

En cambio, escribe Pablo, debemos presentarle nuestro cuerpo a Dios para que lo use para hacer cosas justas. De hecho, deberíamos hacerlo a propósito como personas que han ido desde la muerte hacia la vida. ¿Como podemos hacer eso? Podemos empezar a hacer esto recordándonos continuamente a nosotros mismos que hemos resucitado, y que antes estábamos muertos; eso es lo que somos ahora, y esa es la vida que estamos destinados a llevar.
Resumen de contexto:
Romanos 6:1–14 explora cómo deben pensar y responder al pecado los cristianos ahora que estamos en Cristo y nuestros pecados han sido perdonados. Al explicar esto, Pablo revela nueva información sobre lo que sucedió cuando pusimos nuestra fe en Cristo. En un sentido espiritual, morimos con Él y por nuestro pecado. Luego fuimos resucitados a una nueva vida espiritual. Ahora Pablo nos anima a que sigamos recordando que ya no somos esclavos del pecado; por lo tanto, no debemos dejar que nuestros cuerpos se conviertan en herramientas del pecado, sino que debemos ofrecernos nosotros mismos como instrumentos de justicia.
Resumen del capítulo:
Romanos 5 comienza describiendo algunos de los beneficios que se obtienen al ser declarados justos por Dios debido a nuestra fe en Cristo. Tenemos paz con Dios y estamos en Su gracia. Nos regocijamos tanto en la esperanza de la gloria de Dios como en nuestro sufrimiento temporal. Tenemos una esperanza que no nos defraudará, porque Dios ya nos ha demostrado Su amor. Luego, Pablo compara la obra de Adán, quien trajo el pecado y la muerte al mundo, con la obra de Cristo, quien murió por el pecado para ofrecerles el regalo gratuito de la gracia de Dios a todos los que creen.
Contexto del capítulo:
Después de demostrar que todos los hombres son culpables de haber pecado y son incapaces de ganarse la salvación, Pablo explicó cómo la fe, y no las obras, es el medio a través del cual Dios nos declara justos. Romanos 5 comienza con una revelación poderosa que trata sobre todos los que acaban siendo justificados a ojos de Dios a través de su fe en Cristo, y esto es lo siguiente: podemos conseguir estar en paz con Dios, y situarnos dentro de Su gracia, solo y exclusivamente a través de la fe. Esto nos hace tener esperanza sobre la gloria eterna y nos hace entender, e incluso encontrar algo de significado durante nuestros sufrimientos. Dios nos demostró el amor que siente por nosotros a través de la muerte de Cristo, quien murió por nuestros pecados, incluso cuando todavía éramos pecadores. Adán introdujo el pecado y la muerte en el mundo, y todavía continúan existiendo. Sin embargo, Cristo, al morir por nuestros pecados, les trajo la gracia de Dios a todos los que creen a través de la fe. El próximo capítulo comienza rechazando una idea común que algunas personas tienen sobre la salvación por gracia a través de la fe.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 11/23/2024 8:00:49 AM
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