¿Qué significa Romanos 6:22?
LBLA: Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
NBLA: Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tienen por su fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
NVI: Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna.
RV1960: Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
JBS: Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna.
Comentario del verso:
Vergüenza y muerte. Pablo las describió como las consecuencias o el "fruto" de una vida libre del control de la justicia. La esclavitud del pecado siempre conduce hacia la vergüenza y, finalmente, hacia la muerte. Los lectores de Pablo en Roma, sin embargo, dejaron esa vida atrás. Mediante la fe en Cristo y la gracia de Dios, fueron liberados de su esclavitud al pecado, y habían sido liberados de la compulsión de servir sus deseos pecaminosos.

Ahora se habían convertido en "esclavos de Dios". Pablo ha descrito previamente este mismo estado como "esclavos de la justicia" (Romanos 6:18). Pablo comenzó esta carta describiéndose a sí mismo como un esclavo o siervo de Cristo Jesús, usando una palabra de su época que usualmente se refería a una persona que aceptaba libremente entrar en una relación del tipo amo/esclavo con otra. Si bien no es una analogía perfecta, tal y como señaló el mismo Pablo (Romanos 6:19), es útil aclarar la idea en cuestión.

Pablo ahora escribe que, al confiar en Cristo para nuestra salvación, hemos entrado en esa misma relación con Dios. Nuestra identidad está tan estrechamente relacionada con Cristo que cambiamos, y ahora somos personas que están obligadas a hacer lo correcto. Esto es lo que somos ahora. Estas son buenas noticias. ¿Por qué? Porque el "fruto" —la consecuencia natural— de servir a la justicia es la santificación y la vida eterna. Esto se opone a la vergüenza y a la muerte, que son las consecuencias de haber vivido en servicio del pecado.

La santificación, a la que a veces se le llama "santidad", es un proceso de cambio que ocurre en nuestro interior que nos ayuda a ser más y más como Cristo. En realidad, no hemos llegado a ser completamente santos todavía (1 Juan 1:9–10), pero debido a que ahora le pertenecemos a Dios, estamos en camino. Dios nos está cambiando (1 Juan 3:2).

En última instancia, en Cristo, el destino final de este camino en el que estamos será la vida eterna. Por lo tanto, participaremos de las glorias de Dios para siempre (Romanos 5:2).
Resumen de contexto:
Romanos 6:15–23 plantea la pregunta de por qué no deberíamos seguir pecando una vez que hemos llegado a la fe en Cristo y ya no estamos bajo la ley de Moisés. Pablo responde que, de hecho, podemos continuar siendo esclavos del pecado si no nos resistimos a sus tentaciones. En cambio, deberíamos vivir como si la justicia fuera nuestra maestra, la cual, en cierto sentido, lo es. Debemos obedecerle a la justicia en lugar de a nuestros deseos pecaminosos, en parte, porque ahora entendemos las consecuencias del pecado. En lugar de la vergüenza y la muerte, debemos servirle a Dios, Aquel que nos ofrece la vida eterna como un regalo.
Resumen del capítulo:
Romanos 5 comienza describiendo algunos de los beneficios que se obtienen al ser declarados justos por Dios debido a nuestra fe en Cristo. Tenemos paz con Dios y estamos en Su gracia. Nos regocijamos tanto en la esperanza de la gloria de Dios como en nuestro sufrimiento temporal. Tenemos una esperanza que no nos defraudará, porque Dios ya nos ha demostrado Su amor. Luego, Pablo compara la obra de Adán, quien trajo el pecado y la muerte al mundo, con la obra de Cristo, quien murió por el pecado para ofrecerles el regalo gratuito de la gracia de Dios a todos los que creen.
Contexto del capítulo:
Después de demostrar que todos los hombres son culpables de haber pecado y son incapaces de ganarse la salvación, Pablo explicó cómo la fe, y no las obras, es el medio a través del cual Dios nos declara justos. Romanos 5 comienza con una revelación poderosa que trata sobre todos los que acaban siendo justificados a ojos de Dios a través de su fe en Cristo, y esto es lo siguiente: podemos conseguir estar en paz con Dios, y situarnos dentro de Su gracia, solo y exclusivamente a través de la fe. Esto nos hace tener esperanza sobre la gloria eterna y nos hace entender, e incluso encontrar algo de significado durante nuestros sufrimientos. Dios nos demostró el amor que siente por nosotros a través de la muerte de Cristo, quien murió por nuestros pecados, incluso cuando todavía éramos pecadores. Adán introdujo el pecado y la muerte en el mundo, y todavía continúan existiendo. Sin embargo, Cristo, al morir por nuestros pecados, les trajo la gracia de Dios a todos los que creen a través de la fe. El próximo capítulo comienza rechazando una idea común que algunas personas tienen sobre la salvación por gracia a través de la fe.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 11/23/2024 8:07:20 AM
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