¿Qué significa Romanos 8:5?
LBLA: Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
NBLA: Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
NVI: Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.
RV1960: Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
JBS: Porque los que son conforme a la carne, las cosas que son de la carne saben; mas los que conforme al Espíritu, las cosas que son del Espíritu.
Comentario del verso:
Pablo introdujo una idea importantísima en el versículo anterior. Pablo dijo que los cristianos no caminan, ni viven, según la carne, sino según el Espíritu Santo. Pablo no dijo que los cristianos debieran caminar según el Espíritu, sino que lo afirmó: los cristianos ya no siguen los pasos de la carne. Por lo tanto, esto ya no forma parte de nuestra naturaleza.
Pero ¿qué significa eso? ¿Cuál es la diferencia entre caminar según el Espíritu y caminar según la carne, tal y como solíamos hacerlo antes de ser cristianos? Esa es la pregunta que los próximos versículos tratarán de responder.
Pablo describe primero esta diferencia como si se tratara sobre dónde ponemos nuestras mentes. En otras palabras, ¿hacia dónde llevamos la atención de nuestras mentes? Los que no son cristianos, que viven de la carne, piensan sólo y siempre en las cosas de la carne. Esto parece algo obvio, pero ¿qué significa? La carne, como Pablo usa el término aquí, se refiere a los deseos y necesidades impulsados por el cuerpo físico y el enfoque espiritual de este mundo. Aquellos que caminan por la carne se concentran solamente en satisfacer deseos y necesidades egoístas, día tras día, año tras año.
Aquellos que viven por el Espíritu, los cristianos, piensan en las cosas del Espíritu. El Espíritu es el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, que viene a vivir dentro de los cristianos y junto a ellos cuando confían en Cristo. El Espíritu de Dios está en nosotros, como era de esperar, y solo piensa en cosas piadosas. Dado que ahora estamos vivos a través del poder del Espíritu, también comenzamos a pensar en cosas piadosas, cosas que van más allá del mero hecho de satisfacer nuestros deseos y las necesidades humanas básicas del momento.
¿Significa esto que los cristianos nunca piensan en cosas de la carne o que nunca pecamos? No, esto solo significa que nuestras mentes están fijadas, y apuntando en otra dirección. Nuestra identidad radica en el Espíritu y no en la carne, incluso cuando el pecado nos atraiga de alguna manera.
Resumen de contexto:
Romanos 8:1–11 comienza con una enorme declaración sobre la gracia de Dios: no hay condenación para los que están en Cristo Jesús. Después de describir cómo esto es posible, gracias a la vida y muerte de Jesús, Pablo compara dos tipos de vida. Una es la vida en el Espíritu Santo, para los que están en Cristo, la otra es la vida que se vive según la carne. Los que están en la carne, es decir, los no cristianos, muestran una actitud hostil contra Dios. Los cristianos tienen el Espíritu; los que no lo tienen no son cristianos. Debido a que el Espíritu está en nosotros, seremos resucitados de entre los muertos tal y como Jesús fue resucitado también.
Resumen del capítulo:
Romanos 8 comienza y termina con declaraciones acerca de la absoluta seguridad que los cristianos tienen ante Dios: no hay condenación para los que están en Cristo, y nada podrá separarnos de Su amor. Habiendo creído en el evangelio, ahora vivimos en el Espíritu de Dios. Eso nos permite llamar a Dios Abba, Padre. Sufrimos con Cristo y sufrimos junto con toda la creación mientras esperamos que Dios nos revele como Sus hijos. Con la ayuda del Espíritu, confiamos en que Dios está con nosotros y nos ama en Cristo.
Contexto del capítulo:
En Romanos 7, Pablo reveló la frustración que sentía a la hora de hacer el bien, porque finalmente acababa haciendo justo lo contrario. Sin embargo, Pablo comienza Romanos 8 con la declaración triunfal de que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, ya que vivimos en el Espíritu y nos relacionamos con Dios como un niño lo hace con su padre. El Espíritu nos ayuda durante esta temporada de sufrimiento junto con toda la creación mientras esperamos a que nuestra adopción se complete a través de la redención de nuestros cuerpos. Sin embargo, estamos seguros de que Dios está a nuestro favor y nada puede separarnos de Su amor.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 11/22/2024 1:25:25 AM
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