Santiago 1:3 - Printer Friendly

Los versículos 2, 3 y 4 deben leerse juntos para comprender plenamente la idea que Santiago está tratando de comunicarnos. En el versículo anterior, les dijo a los creyentes que se consideraran "dichosos" cuando pasaran por momentos difíciles; o, para decirlo más claramente, deberíamos ver el lado bueno de las cosas malas que nos suceden. En el versículo 2, Santiago usa un término de contabilidad que no tiene nada que ver con nuestras emociones. Quizás nos sintamos tristes o frustrados debido a las pruebas por las que pasamos, pero aun así podemos considerarnos "dichosos" mientras pasamos por ellas.

Aquí, en el versículo 3, Santiago comienza a compartir la razón por la que Dios nos pediría que hiciéramos algo así. En resumen, se trata de la fe; se trata de confiar en Dios. Dios quiere que respondamos ante las pruebas (las cosas difíciles por las que pasamos en nuestra vida) de una manera que demuestre que confiamos en Él. Uno de los temas más importante del libro de Santiago es que Dios se preocupa profundamente por la fe que tenemos en Él. De hecho, la fe, confiar humildemente en Dios, es la forma en que llegamos a tener una relación íntima con Él; así es como llegamos a confiar en Cristo para nuestra salvación y, si la fe en Dios de un cristiano sigue aumentando, eso es evidencia de que esa persona tiene una relación con Él.

Por lo tanto, Santiago dice que cuando se nos presente una prueba o una dificultad, debemos considerarnos dichosos porque eso pondrá a prueba nuestra fe. Por definición, una prueba crea incertidumbre sobre cuál será el resultado final de lo que nos está ocurriendo. Una prueba o una dificultad arruina nuestros planes y nos quita la capacidad de discernir un camino claro para conseguir lo que creemos que nos hará felices. Es en esos momentos cuando tomamos las decisiones más críticas de nuestra vida. Por tanto, podemos decir: "si Dios ha permitido que esto me suceda, entonces dejaré de confiar en Él. Si Él no me ayuda a evitar días como este, entonces encontraré a alguien diferente en el que pueda confiar". O podemos decir: "este período de prueba me ayudará a confiar mucho más en Dios, a buscar Su ayuda, a saber, que Él está con nosotros y para nosotros, y a creer que Él me sacará adelante".

Cuando elegimos confiar en Él, Él siempre nos da lo que necesitamos. Nuestra resistencia (la capacidad de seguir confiando en Él incluso aunque las dificultades por las que estamos pasando continúen sin resolverse) crece muchísimo y, dado que nuestra fe es lo más importante para nuestro Dios, vale la pena regocijarse por ello.

En Santiago 1:1–18, Santiago comienza compartiendo un reto con los cristianos: debemos considerar los momentos difíciles de nuestras vidas como algo bueno, porque esas pruebas nos ayudan a confiar mucho más en Dios. Los cristianos que confían en Dios también buscan recibir Su sabiduría en lugar de tratar de encontrarla en el mundo. Por tanto, seguimos confiando en Él a través de las experiencias más difíciles, en parte, para recibir la corona de vida que se les ha prometido a quienes nunca se detienen. Además, no debemos culpar a Dios por nuestro deseo de pecar, sino que debemos darle gracias por todas las cosas buenas que hay en nuestra vida.

¿Qué importancia tiene para los cristianos el hecho de confiar en Dios? Santiago dice que es muy importante que nos consideremos "dichosos" durante nuestros peores momentos, porque las pruebas nos ayudan a confiar más en Dios. Las personas que confían en Dios le piden sabiduría y luego reciben toda la sabiduría que Dios les da. Las personas que confían en Dios les dan más importancia a las recompensas que recibirán durante la próxima vida que a las riquezas que pudieran recibir en esta. Además, las personas que confían en Dios no lo culpan por su deseo de pecar, sino que le dan gracias por todo lo bueno que hay en sus vidas, se centran en seguir Su Palabra y actúan de acuerdo con lo que dice.

Este primer capítulo del libro de Santiago marca el rumbo del resto de su carta, la cual Santiago les escribió a cristianos que estaban esparcidos por todo el mundo. Dios quiere que confiemos en Él a medida que aprendemos mucho más sobre quién es y cuál es Su voluntad. Esto es tan importante para Dios que Dios desea que nos consideremos dichosos incluso cuando estemos pasando por momentos difíciles, porque las dificultades nos ayudan a confiar más en Dios. Las personas que realmente confían en Dios le piden sabiduría, se alegrarán mucho por las recompensas que recibirán en la eternidad, saben que Dios es la fuente de todo lo bueno que tienen en sus vidas y se esforzarán, no solo en escucharlo, sino en obedecer lo que dice Su Palabra.

El libro de Santiago habla sobre cómo debería expresarse una fe salvadora. ¿Cómo se revela la fe en Cristo en la vida de un creyente? ¿Qué decisiones tomamos cuando confiamos de verdad en Dios? Esas son las preguntas que responde Santiago en su libro. La mayoría de los eruditos creen que Santiago era el medio hermano de Jesús, nacido de José y María después del nacimiento de Jesús. Es posible que Santiago no llegara a creer que Jesús era el Mesías hasta después de Su resurrección. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en uno de los líderes de la iglesia cristiana en Jerusalén. Este es posiblemente el libro más antiguo de todos los libros del Nuevo Testamento, el cual se escribió alrededor del 40–50 d.C. James les está escribiendo a los cristianos judíos que se habían esparcido por el mundo.