¿Qué significa Santiago 2:14?
LBLA: ¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?
NBLA: ¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?
NVI: Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?
RV1960: Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
JBS: Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar?
Comentario del verso:
Este versículo comienza con un pasaje que es bastante controvertido y que a menudo se malinterpreta, en el que Santiago dice que una fe genuina en Cristo resulta en un cambio genuino en la manera en que nos comportamos. A primera vista, esta idea no es una idea radical ni mucho menos. Los seres humanos tendemos a actuar de acuerdo con las cosas en las que creemos. Las personas que creen que Dios es justo, bueno y poderoso, acaban obedeciéndolo. La máxima prioridad de las personas que creen que Dios desea que se dediquen a satisfacer las necesidades de los demás es, sin ir más lejos, satisfacer las necesidades de los demás.
La controversia surge con lo que parece ser, a primera vista, una contradicción con las enseñanzas de Pablo y otros escritores del Nuevo Testamento. Pablo dice en Efesios 2:8–9: "ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie". La pregunta que Santiago plantea en este versículo parece cuestionar el hecho de si una persona puede alcanzar la salvación sin realizar obras.
Sin embargo, eso no es lo que Santiago está preguntando. Es crucial señalar que, en el griego original, Santiago usa la frase hē pistis en la frase que se traduce "esa fe". La palabra hē es importante porque limita el alcance del concepto al que Santiago se está refiriendo. En este caso, Santiago se refiere a lo que dijo en el versículo anterior. Santiago está hablando del caso en el que una persona está diciendo "que tiene fe pero no tiene obras". Luego, Santiago se pregunta si esa fe, la cual no está dando como resultado buenas obras, puede salvarnos o no, y esa es la razón por la que la mayoría de las traducciones traducen el griego con la frase "esa fe" o "tal fe".
Durante los siguientes versículos, nos quedará claro que lo que Santiago dice aquí se complementa perfectamente con lo que dice Pablo. Santiago no dice que las obras nos salvan. Este versículo no cuestiona el hecho de que la fe es lo que nos salva. Más bien, Santiago está cuestionando el valor que tiene la fe cuando ésta es solo una mera creencia que no produce buenas obras. Santiago está criticando el tipo de fe en Dios que no provoca un cambio de vida en la persona que afirma tener esa fe.
Por tanto, es esencial entender el contexto completo de lo que Santiago quiere decirnos aquí. Santiago no está poniendo en duda todas las definiciones de la palabra "fe", no está poniéndose en contra de que la fe es lo único que nos puede salvar, ni tampoco afirma que las obras nos salvan. En cambio, Santiago está diciendo que la fe que nos salva, por su propia naturaleza, produce buenas obras. Tal y como nos lo mostrarán los versículos que vienen a continuación, las obras son evidencia de la salvación, no la fuente de la misma.
Hay dos versículos que son críticos para entender lo que Santiago está diciendo aquí: Santiago 2:19 y Santiago 2:26. En esos versículos, Santiago dice claramente que una mera "creencia" mental no es lo mismo que tener una fe salvadora en Cristo, y que una fe sin obras está tan muerta como un cuerpo que no tiene aliento.
Resumen de contexto:
En Santiago 2:14–26, Santiago dice que la forma en que uno actúa (sus "obras") son una señal del tipo de "fe" que tiene. El tipo de "fe" que no provoca que las personas hagan buenas obras no es una fe salvadora, sino una fe que está muerta. De hecho, simplemente "desear" que una persona que está pasándolo mal acabe estando bien no sirve para nada si no hacemos algo para ayudar a esa persona. De la misma manera, Santiago dice que no basta con estar de acuerdo con una serie de verdades acerca Dios, ya que una fe que no resulta en acciones tangibles no es una fe salvadora, sino simplemente una opinión. Santiago no dice que la fe no es esencial para la salvación, ni tampoco afirma que se requieran obras para obtener o mantener la salvación. Sin embargo, lo que sí está claro es que una fe salvadora no puede separarse de las buenas obras, ya que las obras muestran evidencia de nuestra fe.
Resumen del capítulo:
Cuando tenemos una fe salvadora y genuina en Dios, esa fe produce naturalmente acciones buenas y llenas de amor: "obras". En el capítulo 1, Santiago habló sobre la importancia que tiene el hecho de actuar de acuerdo con la palabra de Dios, y no simplemente escucharla. Cuando les mostramos favoritismo a los ricos y despreciamos a los pobres demostramos que tenemos una falta de fe. De hecho, eso es pecado. Siguiendo estas ideas, Santiago insiste en que la "fe" que no resulta en buenas obras está muerta, y que ese tipo de creencia es meramente un credo intelectual que no resulta en una confianza y una fe verdadera y bíblica que nos lleva hacia la salvación. Santiago no niega que creer en Dios sea esencial para la salvación, ni tampoco afirma que las obras sean necesarias para obtener la salvación. En lugar de eso, argumenta que las obras son para la fe lo que el aliento es para el cuerpo: una señal de que está vivo. Una "fe" que no resulta en obras es como un cuerpo que no tiene aliento: está muerto.
Contexto del capítulo:
En el capítulo 1, Santiago dijo que una fe salvadora en Dios cambia la forma en que un cristiano piensa y reacciona ante los problemas de la vida, y también provoca que siempre busque ayuda y sepa que todo lo bueno viene de Él. Los creyentes escuchan la Palabra y la ponen en práctica. En este capítulo, Santiago dice que, debido a nuestra fe en Dios, no deberíamos mostrarle favoritismo a los ricos y a las personas más poderosas de la Tierra, sino que deberíamos amar a nuestro prójimo, incluidas las personas más pobres, como a nosotros mismos. También argumenta que la llamada "fe" que no resulta en obras, no es una fe salvadora en absoluto. A pesar de la controversia que ha provocado, esto no contradice la visión de Pablo acerca de que la salvación solo se recibe a través de la gracia. Santiago dice que las buenas obras son el resultado de la salvación, no que las obras sean la razón por la que recibimos la salvación. Durante los siguientes capítulos, Santiago nos seguirá mostrando la manera en que debemos vivir nuestra fe en Cristo.
Resumen del libro:
El libro de Santiago habla sobre cómo debería expresarse una fe salvadora. ¿Cómo se revela la fe en Cristo en la vida de un creyente? ¿Qué decisiones tomamos cuando confiamos de verdad en Dios? Esas son las preguntas que responde Santiago en su libro. La mayoría de los eruditos creen que Santiago era el medio hermano de Jesús, nacido de José y María después del nacimiento de Jesús. Es posible que Santiago no llegara a creer que Jesús era el Mesías hasta después de Su resurrección. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en uno de los líderes de la iglesia cristiana en Jerusalén. Este es posiblemente el libro más antiguo de todos los libros del Nuevo Testamento, el cual se escribió alrededor del 40–50 d.C. James les está escribiendo a los cristianos judíos que se habían esparcido por el mundo.
Accessed 11/23/2025 1:25:05 AM
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