¿Qué significa Santiago 2:21?
LBLA: ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar?
NBLA: ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
NVI: ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac?
RV1960: ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
JBS: ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro Padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
Comentario del verso:
Santiago continúa defendiendo que una fe salvadora en Dios provoca que los creyentes hagan buenas obras. Las obras no nos salvan, pero son el resultado natural de una fe que sí es salvadora. Ahora, Santiago recurre a dos ejemplos del Antiguo Testamento, dos historias que sus lectores judíos habrían conocido bien.
Es importante que leamos este versículo dentro del contexto de los versículos que vienen a continuación. Lo que Santiago quiere comunicar a lo largo de esta sección es que las obras fluyen naturalmente de una fe salvadora, lo cual se complementa perfectamente con lo que dice en Efesios 2:8–10, donde Pablo deja claro que alcanzamos la salvación mediante la fe por la gracia de Dios, y por eso terminamos, inevitablemente, haciendo las buenas obras que Dios ha planeado para nosotros desde el principio.
Algunos ven una contradicción entre lo que Pablo y Santiago enseñan en este versículo y en los siguientes. La confusión es comprensible, pero en el contexto de cada pasaje podemos ver que en realidad no hay ninguna contradicción. Pablo dice en Romanos 4:1–5 que Abraham fue justificado por la fe, no por las obras. Aquí, Santiago afirma claramente, en forma de pregunta, que Abraham fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar hasta el momento en que Dios dijo "detente", en Génesis capítulo 22.
El contexto, sin embargo, es crucial. Todo lo que Santiago ha dicho, lo cual concluye en el versículo 21, se ha tratado sobre la manera en que las obras demuestran que tenemos una fe salvadora. Pablo usó el término "justificar" para describir el proceso formal a través del cual Dios justifica a una persona. Esto nos queda claro por el contexto del resto de las cosas que dice durante sus cartas. En este pasaje, Santiago ha estado describiendo la diferencia que existe entre una fe que está viva y una fe que está muerta. Santiago está usando el término "justificar" para referirse a la evidencia que se les muestra a los demás. Pablo y Santiago no se contradicen, sino que están hablando de dos cosas diferentes.
Santiago dice que la fe Abraham fue lo que motivó sus acciones. Santiago también demostrará que la fe de Abraham fue lo que provocó que Dios lo justificara. Por tanto, sus obras fueron evidencia de esa fe, lo cual al mismo tiempo era evidencia de su salvación.
Resumen de contexto:
En Santiago 2:14–26, Santiago dice que la forma en que uno actúa (sus "obras") son una señal del tipo de "fe" que tiene. El tipo de "fe" que no provoca que las personas hagan buenas obras no es una fe salvadora, sino una fe que está muerta. De hecho, simplemente "desear" que una persona que está pasándolo mal acabe estando bien no sirve para nada si no hacemos algo para ayudar a esa persona. De la misma manera, Santiago dice que no basta con estar de acuerdo con una serie de verdades acerca Dios, ya que una fe que no resulta en acciones tangibles no es una fe salvadora, sino simplemente una opinión. Santiago no dice que la fe no es esencial para la salvación, ni tampoco afirma que se requieran obras para obtener o mantener la salvación. Sin embargo, lo que sí está claro es que una fe salvadora no puede separarse de las buenas obras, ya que las obras muestran evidencia de nuestra fe.
Resumen del capítulo:
Cuando tenemos una fe salvadora y genuina en Dios, esa fe produce naturalmente acciones buenas y llenas de amor: "obras". En el capítulo 1, Santiago habló sobre la importancia que tiene el hecho de actuar de acuerdo con la palabra de Dios, y no simplemente escucharla. Cuando les mostramos favoritismo a los ricos y despreciamos a los pobres demostramos que tenemos una falta de fe. De hecho, eso es pecado. Siguiendo estas ideas, Santiago insiste en que la "fe" que no resulta en buenas obras está muerta, y que ese tipo de creencia es meramente un credo intelectual que no resulta en una confianza y una fe verdadera y bíblica que nos lleva hacia la salvación. Santiago no niega que creer en Dios sea esencial para la salvación, ni tampoco afirma que las obras sean necesarias para obtener la salvación. En lugar de eso, argumenta que las obras son para la fe lo que el aliento es para el cuerpo: una señal de que está vivo. Una "fe" que no resulta en obras es como un cuerpo que no tiene aliento: está muerto.
Contexto del capítulo:
En el capítulo 1, Santiago dijo que una fe salvadora en Dios cambia la forma en que un cristiano piensa y reacciona ante los problemas de la vida, y también provoca que siempre busque ayuda y sepa que todo lo bueno viene de Él. Los creyentes escuchan la Palabra y la ponen en práctica. En este capítulo, Santiago dice que, debido a nuestra fe en Dios, no deberíamos mostrarle favoritismo a los ricos y a las personas más poderosas de la Tierra, sino que deberíamos amar a nuestro prójimo, incluidas las personas más pobres, como a nosotros mismos. También argumenta que la llamada "fe" que no resulta en obras, no es una fe salvadora en absoluto. A pesar de la controversia que ha provocado, esto no contradice la visión de Pablo acerca de que la salvación solo se recibe a través de la gracia. Santiago dice que las buenas obras son el resultado de la salvación, no que las obras sean la razón por la que recibimos la salvación. Durante los siguientes capítulos, Santiago nos seguirá mostrando la manera en que debemos vivir nuestra fe en Cristo.
Resumen del libro:
El libro de Santiago habla sobre cómo debería expresarse una fe salvadora. ¿Cómo se revela la fe en Cristo en la vida de un creyente? ¿Qué decisiones tomamos cuando confiamos de verdad en Dios? Esas son las preguntas que responde Santiago en su libro. La mayoría de los eruditos creen que Santiago era el medio hermano de Jesús, nacido de José y María después del nacimiento de Jesús. Es posible que Santiago no llegara a creer que Jesús era el Mesías hasta después de Su resurrección. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en uno de los líderes de la iglesia cristiana en Jerusalén. Este es posiblemente el libro más antiguo de todos los libros del Nuevo Testamento, el cual se escribió alrededor del 40–50 d.C. James les está escribiendo a los cristianos judíos que se habían esparcido por el mundo.
Accessed 11/5/2025 6:43:36 AM
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