¿Qué significa Santiago 2:7?
LBLA: ¿No blasfeman ellos el buen nombre por el cual habéis sido llamados ?
NBLA: ¿No blasfeman ellos el buen nombre por el cual ustedes han sido llamados?
NVI: ¿No son ellos los que blasfeman el buen nombre de aquel a quien ustedes pertenecen?
RV1960: ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?
JBS: ¿No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros?
Comentario del verso:
Santiago ha estado hablando sobre el pecado que estaban cometiendo algunos cristianos favoreciendo a los ricos por encima de los pobres. Los versículos anteriores nos mostraron la manera en que tal discriminación dejaba claro que estos cristianos no confiaban plenamente en Dios. Si el Creador les da un honor eterno a todos los que están en Cristo, incluidas las personas más necesitadas de esta vida, entonces no hay razón para tratar a las personas de manera diferente según la riqueza que tenga. Santiago también les hizo un comentario muy práctico a sus lectores del primer siglo: si los ricos son los que les están oprimiendo, ¿cómo pueden esperarse que los traten bien? Aparentemente, la mayoría de los lectores de Santiago y la mayoría de los cristianos de la época eran gente pobre. La razón por la que mostraban favoritismo hacia las personas más ricas quizás era para ganarse el favor de esas personas en lugar de confiar en que Cristo los sustentaría y les daría todo lo que necesitaban.
Aquí, en el versículo 7, Santiago hace un comentario adicional sobre estas personas ricas y abusivas con los que trataba la iglesia cristiana del primero siglo. Este grupo de opresores blasfemaban el nombre de Cristo y el precioso nombre (u honorable o justo) con el que se les llama a los creyentes: "cristianos", las personas que pertenecen a Cristo.
Dicho de otra manera, Santiago pregunta: "¿por qué buscarían recibir el favor de los ricos que rechazan a su Salvador, cuando su Salvador es capaz de proporcionarles todo lo que necesitan ahora y para siempre?"
Resumen de contexto:
En Santiago 2:1–13, Santiago continúa hablando sobre la importancia de que los cristianos no solo escuchen, sino que obedezcan la Palabra de Dios. Las personas que ponen su fe en Cristo deben obedecer el mandamiento de amar a su prójimo como a sí mismos, lo cual incluye no mostrar ningún tipo de favoritismo hacia los ricos mientras que despreciamos a los pobres. Los cristianos deben confiar en que Dios los proveerá y los protegerá, en lugar de buscar el favor del grupo de personas que en realidad los hacen sufrir más. Según el evangelio, todo el mundo ha transgredido la ley de Dios. Los cristianos, debido a que somos personas que creemos que seremos juzgados por la ley que da libertad, debemos tratar a todos los demás como lo que son, nuestros iguales.
Resumen del capítulo:
Cuando tenemos una fe salvadora y genuina en Dios, esa fe produce naturalmente acciones buenas y llenas de amor: "obras". En el capítulo 1, Santiago habló sobre la importancia que tiene el hecho de actuar de acuerdo con la palabra de Dios, y no simplemente escucharla. Cuando les mostramos favoritismo a los ricos y despreciamos a los pobres demostramos que tenemos una falta de fe. De hecho, eso es pecado. Siguiendo estas ideas, Santiago insiste en que la "fe" que no resulta en buenas obras está muerta, y que ese tipo de creencia es meramente un credo intelectual que no resulta en una confianza y una fe verdadera y bíblica que nos lleva hacia la salvación. Santiago no niega que creer en Dios sea esencial para la salvación, ni tampoco afirma que las obras sean necesarias para obtener la salvación. En lugar de eso, argumenta que las obras son para la fe lo que el aliento es para el cuerpo: una señal de que está vivo. Una "fe" que no resulta en obras es como un cuerpo que no tiene aliento: está muerto.
Contexto del capítulo:
En el capítulo 1, Santiago dijo que una fe salvadora en Dios cambia la forma en que un cristiano piensa y reacciona ante los problemas de la vida, y también provoca que siempre busque ayuda y sepa que todo lo bueno viene de Él. Los creyentes escuchan la Palabra y la ponen en práctica. En este capítulo, Santiago dice que, debido a nuestra fe en Dios, no deberíamos mostrarle favoritismo a los ricos y a las personas más poderosas de la Tierra, sino que deberíamos amar a nuestro prójimo, incluidas las personas más pobres, como a nosotros mismos. También argumenta que la llamada "fe" que no resulta en obras, no es una fe salvadora en absoluto. A pesar de la controversia que ha provocado, esto no contradice la visión de Pablo acerca de que la salvación solo se recibe a través de la gracia. Santiago dice que las buenas obras son el resultado de la salvación, no que las obras sean la razón por la que recibimos la salvación. Durante los siguientes capítulos, Santiago nos seguirá mostrando la manera en que debemos vivir nuestra fe en Cristo.
Resumen del libro:
El libro de Santiago habla sobre cómo debería expresarse una fe salvadora. ¿Cómo se revela la fe en Cristo en la vida de un creyente? ¿Qué decisiones tomamos cuando confiamos de verdad en Dios? Esas son las preguntas que responde Santiago en su libro. La mayoría de los eruditos creen que Santiago era el medio hermano de Jesús, nacido de José y María después del nacimiento de Jesús. Es posible que Santiago no llegara a creer que Jesús era el Mesías hasta después de Su resurrección. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en uno de los líderes de la iglesia cristiana en Jerusalén. Este es posiblemente el libro más antiguo de todos los libros del Nuevo Testamento, el cual se escribió alrededor del 40–50 d.C. James les está escribiendo a los cristianos judíos que se habían esparcido por el mundo.
Accessed 10/22/2025 8:25:00 PM
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