¿Qué significa Santiago 3:9?
LBLA: Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios ;
NBLA: Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios.
NVI: Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios.
RV1960: Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
JBS: Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios.
Comentario del verso:
Mientras Santiago nos está describiendo la naturaleza maligna e incontrolada de nuestra lengua (nuestras palabras y la manera en que las usamos), Santiago ahora comparte dos formas en las que usamos nuestra lengua que se oponen entre sí.
A veces usamos nuestras palabras para bendecir o alabar a nuestro Señor y Padre. Después de la manera en que Santiago describe nuestra lengua, la cual es malvada, indomable e inestable, puede ser impactante imaginarnos que una persona así pudiera usar sus palabras para bendecir a Dios. Quizás nos hemos estado imaginando que Santiago nos ha estado describiendo a personas que no son religiosas o que son malvadas; o tal y como nos gustaría pensar, que Santiago ha estado describiéndonos a "otras" personas, no a nosotros ni a los cristianos. Pero no, Santiago ha estado hablando de las lenguas de las personas que adoran al Dios verdadero, una debilidad que incluso afecta a los cristianos, lo cual provoca que su próximo ejemplo se vuelva aún más convincente.
En realidad, también usamos nuestras palabras para maldecir a la gente. La palabra "maldición" aquí viene de katarōmetha en griego, y este término es muy específico, ya que no se refiere al uso de un tipo de lenguaje grosero o "sucio", aunque eso forma parte de cómo podemos usar mal nuestra lengua. En general, "maldecir" a una persona significa condenarla: desearle que no reciba ninguna bendición, e incluso puede referirse a un tipo de oración cuyo objetivo es intentar enviar a esa persona al infierno. En términos más generales, este tipo de "maldición" se refiere al deseo de que el mal entre en la vida de otra persona. En el sentido en que Santiago lo dice aquí, entonces podemos maldecir a alguien de muchas maneras, con o sin insultos.
De hecho, "maldecir" es algo tan común que en realidad tendemos a descartarlo como si no fuera gran cosa. "Los palos y las piedras pueden romperme los huesos, pero las palabras nunca podrán hacerme daño", es un proverbio que se usa mucho en inglés y que viene al caso mencionarlo. Sin embargo, Santiago nos explica aquí la razón por la que maldecir a alguien es tan grave: ¡estamos maldiciendo a un ser hecho a imagen de Dios!
Esta es la segunda vez en este capítulo que Santiago mira hacia atrás, al momento de la creación de Dios que se describe en Génesis 1 (Santiago 3:7). Los argumentos que ha presentado sobre la manera en que usamos nuestras palabras están arraigados en los pilares básicos de la creación de Dios. Lo que Santiago dice aquí es que a veces usamos nuestras palabras para bendecir a nuestro Creador y luego para maldecir a Su creación. Tal y como nos lo explicará durante los siguientes versículos, eso no tiene sentido, y es algo que revela la naturaleza indomable y malvada de nuestras lenguas.
Resumen de contexto:
En Santiago 3:1–12, Santiago habla sobre el tema de saber controlar las cosas que decimos. En este pasaje, Santiago continúa hablando de la importancia de entender que la fe y las obras van juntas de la mano. En concreto, que lo que uno hace (o dice) demuestra las cosas en las que cree. Las personas que confían en Dios, que realmente creen en Él, también comienzan a cambiar su forma de hablar. Sin embargo, nunca seremos perfectos. La lengua es indomable, capaz de provocar una gran destrucción. De hecho, Santiago dice que es como el fuego, el cual viene incendiado por el infierno. Por tanto, debemos cambiar eso, ya que no podemos alabar a Dios y maldecir al pueblo que ha sido hecho a Su imagen. Sin embargo, debido a que todos pecamos, al final todos acabamos haciéndolo.
Resumen del capítulo:
Lo que decimos puede tener consecuencias enormes a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Aunque nuestra lengua es pequeña, es capaz de causar una gran destrucción. Si una persona pudiera controlar perfectamente sus palabras tendría un control perfecto de todo su cuerpo. En cambio, debido a que somos seres humanos pecadores, nuestras lenguas son indomables. Nuestras palabras son como un fuego que enciende todo el curso de nuestra vida. Bendecir a Dios y maldecir a las personas son dos cosas que no deberían salir de la misma boca, y eso demuestra que hay corrupción dentro de nosotros. Santiago concluye el capítulo explorando lo que significa ser verdaderamente sabio. La verdadera sabiduría no se encuentra necesariamente en las personas que tienen más educación, dinero o amigos. Más bien, la sabiduría se ve en la humildad, en las personas que hacen buenas obras, disfrutan de la paz, la sencillez de tener un solo propósito y un estilo de vida apacible.
Contexto del capítulo:
¿Cómo debemos confiar en Dios? En los capítulos 1 y 2, Santiago dijo que las acciones demuestran la realidad de nuestras creencias. Aquí, en el capítulo 3, Santiago continúa explorando este tema. En este pasaje, Santiago habla de nuestras palabras y de la sabiduría del cielo. Si llegáramos a controlar todo lo que decimos, tendríamos una fe perfecta en Dios. La sabiduría del mundo (la envidia y la ambición egoísta) con su mentalidad de ponernos siempre por delante de los demás, es una fuente de desorden y de maldad en el mundo. La sabiduría del cielo es un tipo de sabiduría que se basa en confiar en Dios y se sacrifica para producir paz, gentileza, misericordia y, en última instancia, justicia. Durante los capítulos 4 y 5, Santiago pondrá ejemplos específicos de todas estas ideas.
Resumen del libro:
El libro de Santiago habla sobre cómo debería expresarse una fe salvadora. ¿Cómo se revela la fe en Cristo en la vida de un creyente? ¿Qué decisiones tomamos cuando confiamos de verdad en Dios? Esas son las preguntas que responde Santiago en su libro. La mayoría de los eruditos creen que Santiago era el medio hermano de Jesús, nacido de José y María después del nacimiento de Jesús. Es posible que Santiago no llegara a creer que Jesús era el Mesías hasta después de Su resurrección. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en uno de los líderes de la iglesia cristiana en Jerusalén. Este es posiblemente el libro más antiguo de todos los libros del Nuevo Testamento, el cual se escribió alrededor del 40–50 d.C. James les está escribiendo a los cristianos judíos que se habían esparcido por el mundo.
Accessed 11/23/2025 1:41:48 AM
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