Génesis 21:27 - Printer Friendly

LBLA: Y Abraham tomó ovejas y vacas y se los dio a Abimelec. Y los dos hicieron un pacto.

NBLA: Abraham tomó ovejas y vacas y se los dio a Abimelec, y los dos hicieron un pacto.

NVI: Entonces Abraham llevó ovejas y vacas, y se las dio a Abimélec, y los dos hicieron un pacto.

RV1960: Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos pacto.

JBS: Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos alianza.

Abimelec, rey de Gerar, se había acercado a Abrahán para hacer un pacto que estaba destinado a formalizar su relación. Abrahán vivía en la tierra de Abimelec, quien lo había invitado a vivir allí, a pesar de que Abrahán lo engañara (Génesis 20). Abrahán había aceptado jurar que no engañaría a Abimelec nunca más, y que siempre lo trataría bien. Al mismo tiempo, Abrahán le ha expresado su preocupación porque los hombres de Abimelec le habían quitado su pozo. Abimelec le dijo que no tenía conocimiento de tal incidente y aceptó devolverle los derechos de propiedad de este pozo a Abrahán.

Ahora Abrahán le da a Abimelec ovejas y bueyes como señal de que existía un pacto entre ellos. En los siguientes versículos, le dará más ovejas específicamente para mostrarle que el asunto del pozo se había resuelto.

Génesis 21:22–34 nos describe el momento en que Abrahán y Abimelec hicieron un pacto entre ellos. Abimelec le había ofrecido previamente algo de tierra a Abrahán para que se asentara en ella. Ahora el rey deseaba formalizar su relación. Abrahán jura que no volverá a engañar a Abimelec ni a su descendencia, y que tratará con bondad a todos los habitantes de la tierra. Abimelec acepta que Abrahán sea el propietario de un pozo en el lugar que se conoce como Berseba, que significa "pozo de siete" o "pozo del juramento".

El Señor hizo lo que había prometido. Sara, que ahora tiene 90 años, dio a luz a Isaac, el niño que tanto había esperado. Sin embargo, su alegría se agria por el temor de que Isaac tuviera que compartir la herencia con Ismael. En obediencia al Señor, quien prometió proteger a Ismael, Abrahán los envía a él y a su madre, Agar, al desierto. Dios los rescata y renueva su promesa de hacer de Ismael una gran nación por derecho propio. Mientras tanto, Abimelec, rey de Gerar, se acerca a Abrahán para hacer un pacto permanente entre ellos y sus descendientes. El acuerdo incluye la posesión de un pozo por parte de Abrahán, en un lugar que se conocerá como Berseba.

En el capítulo anterior, Abrahán logró recuperar a Sara, quien en esos momentos estaba con Abimelec, a quien había engañado. Dios tuvo que intervenir para que Sara pudiera volver con Abrahán. Abrahán y Sara finalmente concibieron un hijo. Isaac nació, el hijo al que tanto habían esperado, el hijo de la promesa. En obediencia a Dios, Abrahán dejó que Agar e Ismael se marcharan. Abimelec se acercó a Abrahán para hacer un tratado, ofreciéndole a Abrahán un hogar permanente al que se le llamó Berseba. En el siguiente capítulo, Dios pondrá a prueba la fe y la obediencia de Abrahán a través de uno de los mejores ejemplos de confianza que se pueden encontrar en las Escrituras.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.

Accessed 5/19/2024 4:36:56 AM