¿Qué significa Génesis 28?
Comentario del capítulo:
Génesis 28 nos presenta la historia de Jacob, quien se estaba marchando de su casa para comenzar su viaje hacia Mesopotamia. Sin embargo, según los acontecimientos recientes, sería más exacto describirlo como una huida. Esaú, el hermano de Jacob, quería matarlo por haberle robado la bendición a Isaac (Génesis 27:41). En realidad, no se menciona eso en este capítulo, pero este es el contexto que provocó que Jacob huyera de su casa.

Isaac llamó a Jacob. Aparentemente, habían logrado alcanzar cierto nivel de paz después de que Jacob lo hubiera engañado. Dado que Rebeca le había pedido a Isaac que lo despidiera (Génesis 27:46), es posible que Jacob necesitara convencerse un poco más de la situación, y todavía no comprendía bien lo furioso que estaba realmente su hermano Esaú. Isaac le ordenó a Jacob que se fuera a la casa del hermano de Rebeca en Padan-aram para encontrarle una esposa. Jacob no debía casarse bajo ninguna circunstancia con una mujer cananea local (Génesis 28:1–2).

Isaac también bendijo a Jacob nuevamente, esta vez dándole a Jacob la bendición completa que él había recibido de Abrahán, incluidas las promesas que Dios le había hecho a Abrahán (Génesis 28:3–5).

Una vez que Jacob se fue, Esaú se enteró de que Isaac le había ordenado a Jacob que no se casara con una mujer cananea. Esaú se dio cuenta, quizás por primera vez, de que su padre no estaba del todo contento con las dos esposas cananeas de Esaú, quienes pertenecían a la tribu de los hititas. Posiblemente en un intento por recuperar algo de la aprobación de su padre, Esaú se casó con una tercera esposa, una de las hijas del hermanastro de Isaac, Ismael (Génesis 28:6–9).

De camino a Mesopotamia y estando aparentemente solo, Jacob se vio obligado a acostarse en el suelo al anochecer. El Señor se le apareció a Jacob en un sueño encima de una escalera que conectaba el cielo con la tierra. En esa escalera, los ángeles ascendían y descendían. El Señor le repitió a Jacob algunas de las mismas promesas que Dios le había hecho a Abrahán con las mismas palabras. Dios le daría a Jacob y a sus descendientes la misma tierra en la que estaba soñando mientras dormía. Haría que la descendencia de Jacob fuera como el polvo de la tierra, el cual se extendía en todas direcciones. Todos los pueblos de la tierra llegarían a ser bendecidos a través de la descendencia de Jacob (Génesis 28:10–14). El Señor prometió estar con Jacob dondequiera que fuera para mantenerlo a salvo y traerlo de regreso a la tierra prometida. El Señor no dejaría a Jacob solo (Génesis 28:15).

Jacob se despertó abrumado debido al asombro y el miedo que sentía. Jacob hizo una conexión poderosa entre la aparición del Señor y el lugar donde estaba durmiendo. Él le puso de nombre a ese lugar Betel, que significa "casa de Dios", y colocó una columna de piedra allí para conmemorar ese lugar (Génesis 28:16–19).

Finalmente, Jacob hizo una promesa. Si Dios estuviera con él, satisficiera sus necesidades y lo trajera de regreso a la casa de su padre en paz, Jacob haría que el Señor fuera su Dios. Jacob también lo adoraría en este lugar, y le daría al Señor el diez por ciento de todo lo que Dios le diera a él primero (Génesis 28:20–22).
Resumen de contexto:
Génesis 28:1–5 describe cómo Isaac envió a Jacob a vivir con Labán, el hermano de Rebeca, en Padán-aram en Mesopotamia, para que pudiera encontrar una esposa de entre su familia. Jacob no debía casarse con una mujer cananea. Rebeca quería que Isaac enviara a Jacob a vivir con su tío Labán para que no fuera asesinado por su hermano Esaú, quien estaba lleno de ira. La ira de Esaú se debía a que Jacob había engañado a Isaac y le había robado una bendición. Aparentemente, después de haberse calmado un poco, Isaac bendijo completamente a Jacob. Por lo tanto, las promesas del pacto de Abrahán ahora pasarían directamente a través de Jacob.
Génesis 28:6–9 describe la reacción de Esaú al enterarse de que Isaac le había dicho a Jacob que no se casara con una mujer cananea. Es probable que Esaú finalmente se diera cuenta de cuánto habían disgustado a sus padres las dos esposas cananeas con las que se había casado. Aparentemente, para ganarse la aprobación de Isaac, Esaú decidió casarse con una de las hijas del hermanastro de Isaac, Ismael. Su nombre era Majalat.
Génesis 28:10–22 describe la aparición del Señor a Jacob en un sueño mientras se dirigía a Jarán en Mesopotamia, la región donde vive Labán, el hermano de Rebeca. Obligado al anochecer a dormir en el suelo con una piedra como almohada, Jacob sueña con una escalera que conecta la tierra con el cielo y está llena de ángeles que se movían en ambas direcciones. El Señor estaba en lo alto de la escalera y le hizo a Jacob las mismas promesas que le había hecho a Abrahán en el pasado. Dios también le promete a Jacob que estaría con él durante su viaje desde y hacia la tierra prometida. Jacob se despierta y adora al Señor, prometiendo hacer que el Señor se convirtiera en su Dios.
Resumen del capítulo:
Isaac envió a Jacob lejos de su casa para encontrar una esposa en Mesopotamia, en Padán-aram, donde vivía el hermano de Rebeca. Primero, sin embargo, bendijo completamente a Jacob; por lo tanto, las promesas del pacto de Abrahán ahora pasarían directamente a través de Jacob. Esaú se casó con una de las hijas de Ismael para tratar de complacer a Isaac. El Señor se le apareció a Jacob en un sueño, y le ofreció personalmente las promesas de Abrahán, junto con la seguridad de que estaría con Jacob en Mesopotamia y cuando volviese de allí. Entonces, Jacob le promete que, si el Señor hace eso, haría que el Señor fuera su Dios, lo adoraría y le daría el diezmo.
Contexto del capítulo:
El capítulo anterior concluyó con Rebeca animando a Jacob a que huyera por su vida hacia la casa de su hermano en Mesopotamia para escapar de la ira de Esaú. En este capítulo, Isaac también le dijo a Jacob que se fuera a vivir con Labán con el fin de encontrar una esposa que no fuera cananea. Al escuchar esto, Esaú se casó con una de las hijas de Ismael. De camino a Mesopotamia, el Señor se le apareció a Jacob en un sueño. Dios le hizo personalmente las promesas del pacto de Abrahán y le dijo a Jacob que estaría con él. Con asombro y temor, Jacob le cambió el nombre a ese lugar, y le puso Betel, "casa de Dios", y prometió adorar al Señor como su Dios. En el próximo capítulo, Jacob probará su propia medicina, y será victima de una engaño mientras se encontraba en el proceso de encontrar una esposa.
Resumen del libro:
El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.
Accessed 5/3/2024 7:49:53 AM
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