¿Qué significa Génesis 29?
Comentario del capítulo:
Después de su viaje hacia el este, Jacob llegó a la casa de Labán, el hermano de su madre. Labán vivía en Harán en Mesopotamia, fuera de la tierra que Dios había prometido darles a Abrahán, Isaac y, en el capítulo anterior, a Jacob. Jacob había dejado su tierra natal en Canaán, tanto para encontrar una esposa entre el pueblo de su padre (Génesis 28:1–2) como para escapar de la furia asesina de su hermano gemelo mayor, Esaú (Génesis 27:41). El plan de Jacob era buscar a la antigua casa de su madre Rebeca y a su hermano Labán.

Primero, sin embargo, Jacob se encontró con un pozo en mitad de un campo. Entonces, Jacob les preguntó a algunos pastores que se habían reunido cerca del pozo con sus rebaños si conocían a Labán y si le iba bien. De hecho, sí que lo conocían, y en ese momento señalaron a la hija de Labán, Raquel, quien estaba llegando al pozo con su propio rebaño. Jacob inmediatamente quitó la piedra pesada del pozo y le dio de beber a las ovejas que pertenecían al padre de Raquel (Génesis 29:1–10). Quizás Jacob hizo este esfuerzo para impresionarla, ya que los versículos posteriores nos mostrarán que Jacob se enamoraría perdidamente de ella.

Jacob se emocionó al encontrarse a estos parientes que nunca antes había conocido. Entonces, besó a Raquel y comenzó a llorar. Finalmente, Jacob le dijo quien era y ella corrió para decírselo a Labán. Labán llegó al pozo rápidamente, abrazó y besó a Jacob, y le dio la bienvenida a su casa. Jacob le contó a Labán alguna versión de su historia y de la manera que había llegado a estar allí, y Labán reconoció que Jacob era verdaderamente su pariente (Génesis 29:11–14).

Después de que Jacob estuviera con la familia durante un mes y trabajara para Labán, el tío le preguntó a su sobrino qué salario le pediría para seguir trabajando para él. Con esto, claramente se implica que Jacob era un buen trabajador y le ayudaba mucho a Labán. Jacob, quien había venido en parte para encontrar una esposa, se ofreció a trabajar durante siete años a cambio de casarse con la hija menor de Labán, Raquel, a quien Jacob amaba con locura (Génesis 29:15–18). Este intenso amor que sentía por Raquel contrastaba con los sentimientos que Jacob llegará a sentir por su hermana menor, Lea, más adelante durante este capítulo.

Labán respondió rápidamente a esta generosa oferta y los años pasaron volando para Jacob. Cuando pasó el tiempo acordado, Labán organizó un banquete de bodas. En la noche de bodas, sin embargo, Labán se las arregló para cambiar a Raquel por su hermana mayor y menos atractiva, Lea. Jacob se acostó con Lea sin darse cuenta de que ella no era Raquel; aparentemente en esa época y lugar, este acto era suficiente como para establecer un matrimonio legal (Génesis 29:19–25).

Cuando Jacob se dio cuenta a la mañana siguiente de lo que había sucedido, exigió saber la razón por la que Labán había cometido este escandaloso engaño. Labán le dijo tranquilamente a Jacob que sus costumbres no le permitían que la hija menor se casara primero (Génesis 29:26). Obviamente, incluso si esto fuera cierto, Labán tuvo siete años para decirle esto a Jacob. Por lo tanto, todo esto fue una estratagema obvia por parte de Labán. Como se puede ver, Jacob estaba "probando su propia medicina": el manipulador mentiroso (Génesis 27:34–36) estaba ahora experimentando el mismo dolor que sus engaños les causaron a otros en el pasado.

Labán, como si de un gesto generoso se tratara ofreció permitirle a Jacob casarse con Raquel durante la próxima semana a cambio de otros siete años de trabajo. A pesar de la manipulación de Labán, Jacob aceptó el trato (Génesis 29:27–30). Al terminar este pasaje sobre la vida de Jacob, ¡Jacob acaba teniendo cuatro esposas (dos de las cuales era realmente sirvientas o concubinas) en el lapso de una semana! Las dos siervas que se les dieron a las hijas de Labán, como regalo de bodas, también acabarían engendrando hijos para Jacob (Génesis 30:2–3; 30: 9–10).

Ahora, casado dos veces y con siete años más de trabajo no remunerado por delante, Jacob se instaló nuevamente. Lea, sin embargo, estaba profundamente herida por el hecho de que Jacob la amaba a Raquel más que a ella. De hecho, se nos dice que Jacob odiaba a Lea, al menos en comparación con el amor que sentía por Raquel. Dadas las circunstancias de su matrimonio, esto no nos sorprende. El Señor, que siempre estaba con Jacob, se dio cuenta de la angustia de Lea y le permitió comenzar a tener hijos mientras su hermana menor y más amada seguía siendo estéril (Génesis 29:31).

Los primeros tres hijos que Jacob tuvo a través de Lea recibieron nombres que hacían referencia a su fe. Lea confiaba en el Dios que se había dado cuenta de su dolor y, gracias a su esperanza, o falta de ella, Jacob quizás podría llegar a sentir algo por ella un día. Sin embargo, a pesar de que Lea dio a luz a Rubén, Simeón y Leví, aparentemente Jacob nunca llegó a amarla (Génesis 29:32–34).

Lea pareció renunciar a la esperanza de que tener hijos pudiera aumentar el amor que Jacob sintiera por ella. Ella nombró a su cuarto hijo Judá, que significa "alabanza" o "alabado sea Dios". La fe que Lea tenía en la bondad de Dios permanecía intacta, aunque su esperanza de que su esposo la amara parecía haberse desvanecido (Génesis 29:35).

El último versículo de este capítulo nos indica específicamente que Lea dejó de concebir hijos después de Judá. Esto podría deberse a un período temporal de infertilidad. Sin embargo, el siguiente capítulo nos hablará de la ira que Raquel estaba sintiendo porque Lea había tenido hijos, mientras que ella no lo había hecho. Estos celos de su esposa favorita podrían haber animado a Jacob a apartarse de Lea en un esfuerzo por darle a Raquel un hijo que pudiera considerarlo como suyo.
Resumen de contexto:
Génesis 29:1–30 describe la llegada de Jacob a la casa de su tío. Labán estaba feliz de ver a su sobrino, probablemente por primera vez. Jacob se enamoró de la hija más atractiva de Labán, Raquel, y aceptó trabajar para Labán siete años para así poder casarse con ella. En la noche de bodas, sin embargo, Labán cambió traicioneramente a Raquel por su hermana mayor, Lea. Jacob aceptó casarse con Raquel durante la siguiente semana, pero tuvo que prometer que trabajaría para Labán por otros siete años para que esto ocurriera.
Génesis 29:31–35 describe tanto el gozo como la angustia de Lea. Labán engañó a Jacob para que se casara con Lea, pero él nunca la amó. Jacob amaba más a Raquel; al mismo tiempo, sería justo decir que Jacob nunca llegaría a amar a Lea en absoluto. El Señor, quien le había prometido a Jacob que siempre estaría con él, se dio cuenta de la angustia de Lea y le permitió comenzar a tener hijos mientras que Raquel permaneció estéril. Los cuatro hijos de Lea fueron celebrados como una bendición de Dios, y Lea pensó que esto provocaría que Jacob acabara amándola a ella también.
Resumen del capítulo:
El viaje de Jacob desde su casa lo lleva hacia la casa de su tío en Jarán. Jacob se enamora de la hija menor de Labán, Raquel, y acepta trabajar para Labán durante siete años para casarse con ella. Cuando llega el momento, Labán cambió a Raquel por su hermana mayor y menos atractiva, Lea. Jacob se sorprende al descubrir que había consumado el matrimonio con la hermana equivocada. El manipulador Labán le asegura a Jacob que aún podía casarse con Raquel durante la siguiente semana, siempre que trabajara por él por otros siete años. Jacob amaba a Raquel más que a Lea, pero con la ayuda del Señor, Lea le permitió a Jacob tener sus primeros cuatro hijos.
Contexto del capítulo:
El capítulo anterior nos presentaba a Jacob huyendo de casa para buscar a su tío en Mesopotamia. Esto ocurrió por dos cosas: para escapar de la ira de su hermano Esaú, y para buscar una esposa adecuada entre la familia de su madre. Jacob llegó a casa de su tío Jacob y se enamoró de su hija Raquel. Después de trabajar durante siete años para casarse con ella, su tío engañó a Jacob para que se casara con Lea, la hija mayor. Labán también permitió que Jacob se casara con Raquel a cambio de otros siete años de trabajo. Aunque Jacob no la amaba, el Señor se dio cuenta de la angustia de Lea y le permitió tener cuatro hijos. En el siguiente capítulo, los celos de Raquel desencadenarán una especie de lucha para ver quien de las dos podía tener más hijos.
Resumen del libro:
El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.
Accessed 4/29/2024 11:40:43 PM
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