Génesis 29:28 - Printer Friendly

LBLA: Así lo hizo Jacob, y cumplió la semana de ella; y él le dio a su hija Raquel por mujer.

NBLA: Así lo hizo Jacob, y cumplió la semana de ella. Y él le dio a su hija Raquel por mujer.

NVI: Así lo hizo Jacob y, cuando terminó la semana nupcial de la primera, Labán le entregó a Raquel por esposa.

RV1960: E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel su hija por mujer.

JBS: E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquella; y él le dio a Raquel su hija por mujer.

El nombre de Jacob significa literalmente "usurpador" o "tirador de piernas" (Génesis 25:26). Cuando manipuló a su hermano mayor para obtener los derechos de primogenitura y le robó una bendición a su padre a base de mentiras, Jacob hizo honor a su nombre (Génesis 27:34–36). Las consecuencias de esos actos de engaño son una de las principales razones por las que Jacob se vio obligado a huir de Canaán para poder vivir con Labán (Génesis 27:41; Génesis 28:1–2). En lo que pareció un golpe de suerte, al menos para Jacob, encontró a una mujer a la que amaba tanto que estuvo dispuesto a trabajar siete años para obtener el derecho a casarse con ella. Esta mujer era Raquel, la hija menor de Labán (Génesis 29:16– 20).

Sin embargo, en un giro profundamente irónico, Jacob el tramposo se ha encontrado con un verdadero maestro manipulador: Labán. Habiendo engañado a Jacob para que consumara un matrimonio legal con su hija mayor, Lea, en lugar de con Raquel (Génesis 29:23–25), ahora le hizo una nueva oferta a Jacob: si Jacob trabajara por él por otros siete años, podría casarse con Raquel a la semana siguiente (Génesis 29:27).

La excusa de Labán (Génesis 29:26) y la nueva oferta eran abusivas y completamente injustas. Sin embargo, Jacob aceptó el trato. Jacob no solo estaba atrapado, hasta cierto punto, sino que también estaba desesperadamente enamorado de Raquel. Una semana después de lo que pensó que sería el comienzo de una nueva vida con Raquel, Jacob estaría casado tanto con su verdadero amor como con su hermana. Desafortunadamente, Jacob tendrá que trabajar para su tío Labán durante 7 años más.

Génesis 29:1–30 describe la llegada de Jacob a la casa de su tío. Labán estaba feliz de ver a su sobrino, probablemente por primera vez. Jacob se enamoró de la hija más atractiva de Labán, Raquel, y aceptó trabajar para Labán siete años para así poder casarse con ella. En la noche de bodas, sin embargo, Labán cambió traicioneramente a Raquel por su hermana mayor, Lea. Jacob aceptó casarse con Raquel durante la siguiente semana, pero tuvo que prometer que trabajaría para Labán por otros siete años para que esto ocurriera.

El viaje de Jacob desde su casa lo lleva hacia la casa de su tío en Jarán. Jacob se enamora de la hija menor de Labán, Raquel, y acepta trabajar para Labán durante siete años para casarse con ella. Cuando llega el momento, Labán cambió a Raquel por su hermana mayor y menos atractiva, Lea. Jacob se sorprende al descubrir que había consumado el matrimonio con la hermana equivocada. El manipulador Labán le asegura a Jacob que aún podía casarse con Raquel durante la siguiente semana, siempre que trabajara por él por otros siete años. Jacob amaba a Raquel más que a Lea, pero con la ayuda del Señor, Lea le permitió a Jacob tener sus primeros cuatro hijos.

El capítulo anterior nos presentaba a Jacob huyendo de casa para buscar a su tío en Mesopotamia. Esto ocurrió por dos cosas: para escapar de la ira de su hermano Esaú, y para buscar una esposa adecuada entre la familia de su madre. Jacob llegó a casa de su tío Jacob y se enamoró de su hija Raquel. Después de trabajar durante siete años para casarse con ella, su tío engañó a Jacob para que se casara con Lea, la hija mayor. Labán también permitió que Jacob se casara con Raquel a cambio de otros siete años de trabajo. Aunque Jacob no la amaba, el Señor se dio cuenta de la angustia de Lea y le permitió tener cuatro hijos. En el siguiente capítulo, los celos de Raquel desencadenarán una especie de lucha para ver quien de las dos podía tener más hijos.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.