¿Qué significa Génesis 50?
Comentario del capítulo:
Inmediatamente después de la muerte de Jacob (Génesis 49:33), José lloró desconsoladamente y besó el rostro de su padre. Esta muerte pareció ser muy dura para él. Después de ordenar que los médicos egipcios embalsamaran el cuerpo de Jacob (lo cual probablemente se refiriera en realidad al proceso de momificación), José se dispuso a obedecer el último deseo de su padre: ser enterrado en Canaán (Génesis 49:29–32). Primero, sin embargo, el estado de Egipto observó un período oficial de luto de 70 días. Esto fue un gesto extraordinario del gobierno de Egipto, ya que Jacob ni siquiera pertenecía a su país (Génesis 50:1–3).

Aunque José tenía autoridad en Egipto (Génesis 41:44), todavía era técnicamente un esclavo del gobernante de Egipto. Este rey, conocido por el título de faraón, debía darle el visto bueno a la decisión de José de volver a Canaán para enterrar a su padre. José se lo preguntó al faraón a través de un mensajero, posiblemente porque a las personas que estaban de luto no se les permitía ver físicamente al faraón. El faraón no solo aceptó permitir que José y sus hermanos se fueran al entierro, sino que envío con ellos una gran delegación de sirvientes y dignatarios egipcios para honrar a Jacob. Además, El faraón envió con ellos tanto jinetes como carros. Al igual que con el período de luto de Jacob, su funeral se trató con mucha importancia (Génesis 50:4–9).

De camino a Canaán, la enorme procesión fúnebre se detuvo en un campo. Allí, pasaron siete días haciendo ritos tradicionales para mostrar el dolor por la pérdida de Jacob. Como la mayoría del grupo eran egipcios, los cananeos locales se preguntaron qué había ocurrido. Todo esto fue tan impactante para los cananeos que le cambiaron el nombre a ese campo debido a los gritos de dolor que escucharon venir de allí durante una semana. El nombre que se le puso es un juego de palabras, ya que los términos hebreos para "luto" y "prado" son casi idénticos. "Abel-Mizraim" significa "prado de los egipcios", pero también suena como "luto de los egipcios". Después de esto, José y sus hermanos finalmente enterraron a Jacob con sus padres y luego regresaron a Egipto (Génesis 50:10–14).

Ahora que Jacob ya no estaba con ellos, los hermanos de José se sintieron abrumados por la culpa y el miedo. Les preocupaba que José hubiera estado reprimiendo su ira contra ellos por el bien de Jacob, ya que, hacía ya muchos años, vendieron a José como esclavo (Génesis 37:26–28). Dio la casualidad de que José sobrevivió, se convirtió en un hombre poderoso en Egipto y rescató a su propia familia de la hambruna que estaban sufriendo (Génesis 47:11–13). Los hermanos reconocieron su culpa (Génesis 42:21–22), pero temieron que José se vengara de ellos. Esa fue la razón por la que le enviaron un mensaje a José, supuestamente de Jacob, rogándole que les perdonara. Luego se presentaron ante José en persona, y se postraron a sus pies (Génesis 50:15–18).

La respuesta que José les dio es uno de los versículos más fundamentales de las Escrituras. Primero, lloró, ya fuera al pensar que sus hermanos le tenían miedo, o al recordar todo lo que había pasado entre ellos. José no se anduvo con rodeos y les dijo claramente que lo que sus hermanos le hicieron había sido algo horrible, y lo hicieron a cosa hecha. Sin embargo, José fue igual de directo a la hora de comunicarles que Dios usó su propio sufrimiento para cumplir un propósito mayor en el futuro. José sufrió como un esclavo miserable durante trece años (Génesis 37:2, 41:46), pero esto lo ayudó a conseguir una posición de inmenso prestigio y comodidad (Génesis 41:50–52). También le permitió salvar muchas vidas, incluidas las de su propia familia. Esos difíciles trece años lo llevaron a experimentar ochenta años de increíble prosperidad (Génesis 50:22). José les aseguró a sus hermanos que no tenía la intención de vengarse y planeó continuar protegiendo a su familia (Génesis 50:19–21).

El resto de la historia de la vida de José se resume en unos pocos versículos, los cuales nos explican lo bien que les acabó yendo a todos. José sintió que su muerte era inminente cuando cumplió los 110 años. José vivió lo suficiente como para ver a sus tataranietos. Al igual que hizo lo Jacob, José les pidió a los "hijos" de Israel, muy probablemente, los jefes que estaban vivos dentro de cada una de las tribus, que juraran que algún día se llevarían su cuerpo a Egipto. Finalmente, sería Moisés quien lo haría unos siglos después (Éxodo 13:19). Cuando José falleció, también fue embalsamado, pero sus restos se guardaron en un ataúd del que Israel era el dueño (Génesis 50:22–26).

Aquí se termina el libro de Génesis. Los primeros versículos del libro del Éxodo nos explican cómo creció y prosperó Israel en Egipto. Ese proceso continuó durante siglos. Desafortunadamente, un nuevo régimen llegaría al poder en Egipto, uno que no recordaría nada de lo que ocurrió bajo el mandato de José. Esta dinastía será la que finalmente esclavizaría brutalmente a los descendientes de Jacob, preparando con esto el rescate de Dios y el establecimiento de Israel como una nación independiente (Éxodo 1:6–14).
Resumen de contexto:
Génesis 50:1–14 comienza con José llorando junto al lecho de muerte de su padre. Jacob fue embalsamado y se observó un período oficial de duelo en todo Egipto. Con la bendición del faraón y una gran compañía de dolientes egipcios, los hijos de Jacob viajaron a Canaán. Allí, según lo solicitado, enterraron a su padre en la tumba familiar, junto a Abrahán, Sara, Isaac, Rebeca, y Lea, la esposa de Jacob. Luego, todos regresaron de nuevo a Egipto.
Génesis 50:15–21 nos dice que los hermanos de José estaban siendo consumidos por la culpa y el miedo después de la muerte de su padre. Les preocupaba que José hubiera estado esperando a que Jacob muriera para así poder vengarse de ellos. De hecho, esta manera de pensar tenía su fundamento, ya que en el pasado llegaron a vender cruelmente a José como esclavo cuando solo era un adolescente (Génesis 37:26–28). Los hermanos intentaron apaciguar a José con un mensaje, supuestamente de Jacob, pero él les dijo que no tuvieran miedo. En uno de los comentarios más importantes de las Escrituras, José les explica su convicción de que, aunque su intención había sido mala, la providencia de Dios estaba en control de todo lo que había sucedido. A pesar de sus malas intenciones, Dios usó sus actos malvados para salvar muchas vidas. José les aseguró que no les haría ningún daño.
Génesis 50:22–26 nos describe el final de la vida de José. José tenía 110 años y había vivido hasta el punto de ver a sus tataranietos. Antes de morir, le aseguró a su familia que las promesas que Dios le había hecho a Abrahán, Isaac y Jacob seguían estando vigentes. Un día, Dios los llevaría de vuelta a Canaán. José hizo que su familia jurara que se llevaría sus restos de regreso a la Tierra Prometida. Después de que José muriera, embalsamaron y colocaron su cuerpo en un ataúd.
Resumen del capítulo:
Génesis 50 comienza con José llorando sobre el cuerpo de su padre, seguido del embalsamamiento de Jacob, un período de duelo de estado de 70 días y un viaje a Canaán para enterrar a Jacob junto a sus padres. Los hermanos de José, preocupados de que se vengara de ellos por haberlo vendido como esclavo en el pasado, buscaron el perdón de José. José les aseguró que no les haría daño. Después, el capítulo salta hasta el final de la vida de José. Después de asegurarle a su pueblo que Dios los devolvería a Canaán algún día, José murió y fue embalsamado.
Contexto del capítulo:
Después de establecerse en Egipto bajo la protección de su hijo (Génesis 47–49), Jacob falleció (Génesis 49:33), y fue embalsamado. Egipto entró en un período de luto. José enterró a su padre en la tumba familiar en Canaán y luego regresó a Egipto. José pidió que su cuerpo también fuera enterrado en Canaán cuando llegara el momento de hacerlo. Todo esto nos prepara para los eventos que ocurrirán durante el libro del Éxodo. Durante siglos, Israel se convertirá en un pueblo próspero, pero finalmente será esclavizado por la monarquía egipcia, quienes comenzaron a tenerles miedo y celos a los israelitas. Todo esto preparó el trasfondo para que Dios interviniera y rescatara a Israel, demostrando así Su inmenso poder una vez más.
Resumen del libro:
El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.
Accessed 5/4/2024 4:22:37 AM
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