¿Qué significa Marcos 11:31?
LBLA: Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: “Del cielo”, El dirá: “Entonces, ¿por qué no le creísteis?”
NBLA: Y ellos discutían entre sí, diciendo: “Si decimos: ‘Del cielo,’ El dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creyeron?’
NVI: Ellos se pusieron a discutir entre sí: «Si respondemos: “Del cielo”, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”
RV1960: Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
JBS: Entonces ellos pensaron dentro de sí, diciendo: Si dijéremos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creisteis?
Comentario del verso:
Los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos de Jerusalén tienen que elegir una de dos respuestas para la pregunta que Jesús les ha hecho. La primera opción es afirmar el mensaje de arrepentimiento de Juan el Bautista; eso los llevaría lógicamente a aceptar la identidad de Jesús como el Mesías. La otra opción es admitir públicamente su rechazo a la autoridad de Juan y perderle el respeto a la multitud que se había reunido en Jerusalén para la Pascua.

La mayor parte del mensaje de Juan el Bautista se concentraba en comunicarle a la gente que necesitaban arrepentirse de sus pecados y, al hacerlo, también se reconciliarían con los demás (Lucas 1:16–17). Esa parte de su mensaje era bastante inofensiva y es posible que incluso causara que las personas fueran más fieles a la hora de llevar sus ofrendas al templo, pero Juan también predicó que Jesús era el Mesías (Juan 1:29). A los líderes religiosos nos les gusta ninguno de estos mensajes. Por un lado, no pueden aceptar completamente el llamado de Juan hacia el arrepentimiento, ya que eso implicaría que sus prácticas de liderazgo eran pecaminosas: perderían el poder, las posiciones y el dinero por el que habían trabajado tanto; y ciertamente no pueden admitir que Jesús, un galileo de Nazaret, sea el hijo de David y el Mesías judío.

Juan el Bautista había tratado con los líderes religiosos durante su ministerio. Cuando los fariseos y los saduceos fueron a bautizarse, Juan los llamó víboras y les dijo que Dios podía convertir las piedras en hombres que serían hijos de Abrahán más verdaderos que ellos mismos. Luego infirió que el Mesías vendría y los quemaría como paja en un fuego inextinguible (Mateo 3:7–12). Por su parte, los líderes religiosos afirmaron que Juan tenía un demonio dentro (Mateo 11:16–19) y rechazaron su mensaje (Mateo 21:32). Finalmente, recordarle a la multitud que ellos mismos rechazaron a Juan sería un suicidio político.

Eso, de hecho, es lo que será el factor decisivo en esta conversación. En lugar de decir lo que verdaderamente pensaban, independientemente de su popularidad, estos hombres se escabullirán con el fin de proteger sus posiciones de influencia. Su hipocresía es muy clara: la comodidad y el control son prioridades más grandes que la verdad que ellos mismos profesan defender.
Resumen de contexto:
Marcos 11:27–33 es la primera de cuatro historias en la que algunos líderes religiosos desafían a Jesús. Las otras se encuentran en el versículo 27 del capítulo 12. Primero hay una confrontación con los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos. A continuación, la parábola de Jesús sobre los labradores solidifica el deseo de las autoridades de matarlo (Marcos 12:1–12). Los fariseos y los herodianos intentan atrapar a Jesús con una pregunta sobre los impuestos (Marcos 12:13–17). Y, finalmente, los saduceos desafían a Jesús con una pregunta sobre la resurrección (Marcos 12:18–27). Más tarde, Jesús puede tener una conversación amistosa sobre el mandamiento más importante con un escriba (Marcos 12:28–34). Esta primera historia también se encuentra en Mateo 21:23–27 y Lucas 20:1–8.
Resumen del capítulo:
Jesús y los discípulos llegan a Jerusalén una semana antes de la crucifixión, y Jesús comienza los últimos días de Su ministerio público. Pasan sus noches en el Monte de los Olivos y sus días en Jerusalén (Lucas 21:37). Jesús acepta elogios que usualmente se usan para un rey (Marcos 11:1–11), ataca la tradición materialista que impide que las personas adoren a Dios (Marcos 11:15–19), da una lección objetiva sobre el destino de una Jerusalén infructuosa (Marcos 11:12–14, 20–25), y revela la hipocresía de los líderes religiosos judíos (Marcos 11:27–33). A pesar del apoyo de la multitud, Jesús está "animando" a los líderes a pensar más y más en la crucifixión.
Contexto del capítulo:
Los pasajes anteriores incluyeron varios milagros y lecciones de Jesús, y prepararon el camino para los últimos y dramáticos días de Su ministerio terrenal. En este capítulo, Jesús entra en Jerusalén con gran fanfarria y confronta abiertamente a los líderes religiosos locales por su hipocresía. Durante los próximos capítulos, Marcos continuará registrando algunas enseñanzas controvertidas, que condujeron hacia el arresto de Jesús y hacia los primeros juicios falsos, los cuales se registran en el capítulo 14.
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 5/18/2024 6:39:45 PM
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