¿Qué significa Marcos 13?
Comentario del capítulo:
La enseñanza de Jesús que se registra en Marcos 13 se llama "el discurso del monte de los Olivos" porque Jesús y los discípulos están en el monte de los Olivos, al este del templo. Durante el discurso, Jesús profetiza sobre el destino del templo, Jerusalén y el fin de los tiempos.

Los funcionarios religiosos y civiles han rechazado categóricamente a Jesús. Como líderes del pueblo, su decisión cierra la puerta a la obra continua de Dios a través de los judíos. El judaísmo dejará de ser la principal vía a través de la cual Dios llegue al mundo. Jerusalén y el templo, que fueron diseñados para ser el centro del culto a Dios y se han convertido en el símbolo nacionalista de los judíos, ya no son necesarios. Los discípulos difundirán el evangelio por todo el mundo. Jerusalén y el templo serán reducidos a cenizas en el año 70 d.C.

La iglesia mundial está de acuerdo con esto, pero los teólogos no están de acuerdo con las partes proféticas menos concretas de las enseñanzas de Jesús. La interpretación de la profecía bíblica depende de la visión del lector sobre el fin de los tiempos. Las dos formas principales de interpretar Marcos 13 intentan responder algunas de las siguientes preguntas: ¿cuál es el momento del cumplimiento de las profecías? ¿Se cumplieron cuando Jerusalén fue sitiada en el 70 d.C.? ¿O se refieren a la tribulación, la cual pasará en nuestro futuro? ¿O quizás a una mezcla de ambas ideas?

El preterismo —de praeter, la palabra latina para "pasado" - enseña que todas las profecías bíblicas se han cumplido. El preterismo parcial más moderado permite que aún haya algunas profecías que se hagan realidad. Ambas se basan en las palabras de Jesús en Marcos 13:30: "de cierto les digo que todo esto sucederá antes de que pase esta generación". Muchas de las profecías en Marcos 13 parecen haberse cumplido "completamente" con la destrucción de Jerusalén y el templo en el año 70 d.C. El resto, como terremotos y hambrunas (Marcos 13:8), la profanación del templo (Marcos 13:14), y el dramático regreso de Jesús (Marcos 13:24–27) no lo han hecho. Los preteristas "espiritualizan" estos versículos, diciendo, por ejemplo, que la "abominación desoladora" fue la falta de respeto con la que el ejército romano trató a Jerusalén; o bien, indican que la guerra y la hambruna que ocurrió antes del 70 d.C. cumplen totalmente con estas profecías.

El futurismo enseña que muchas de las profecías en Daniel, Apocalipsis y el Discurso del Monte de los Olivos aún no se han cumplido, aunque la gran mayoría todavía hacen referencia a Israel. La iglesia no ha tomado permanentemente el lugar de Israel en el plan de Dios. Después de que los miembros de la iglesia desaparezcan durante el rapto, Dios usará nuevamente a Israel para alcanzar al mundo con Su verdad. Aunque algunas profecías como la guerra (Marcos 13:8) y los falsos maestros (Marcos 13:5–6, 21–22) tienen otros cumplimientos, las profecías acerca de Israel le sucederán a Israel durante la tribulación de siete años y más tarde. En cuanto a Marcos 13:30, los futuristas explican que "esta generación" se refiere a la generación en el futuro que experimentará los eventos de la tribulación: los horrores que están por venir vendrán rápidamente y no durarán mucho. Esta es la opinión de Got Questions Ministries, la empresa matriz de BibleRef.com.

Jesús comienza con una profecía que pronto se cumplirá (Marcos 13:1–2). El templo de Herodes, que tanto admiran los discípulos, será destruido en el año 70 d.C. Aunque otras profecías de los últimos tiempos mencionan que el templo que aún está por reconstruirse será profanado, no se menciona que será destruido nuevamente.

La siguiente sección inicia el discurso. Mateo menciona que los cuatro discípulos no solo le preguntan a Jesús cuándo será destruido el templo, también preguntan cuándo regresará (Mateo 24:3). Jesús continúa con una larga lista de señales que de hecho no apuntan a Su regreso. Las señales incluyen falsos maestros, desastres naturales, hambre y persecución (Marcos 13:3–13).

Jesús continúa con un evento definitorio de la tribulación: la "abominación desoladora". En mitad de la tribulación, el Anticristo profanará el templo. Los creyentes deben ser conscientes de que el fin se acerca, pero no será en ese momento, y deben darse cuenta de que cualquier gurú humano que dice ser Cristo estará mintiendo (Marcos 13:14–23).

Al final de la tribulación, el regreso de Jesús será inconfundible. Jesús vendrá con poder y gloria y se reunirá con Sus seguidores (Marcos 13:24–27). La parábola de la higuera les recordará a los santos de la tribulación que tienen toda la información que necesitan. Aunque no sabrán el momento exacto del regreso de Jesús, pueden estar tranquilos sabiendo que él vendrá pronto; por eso, deben vivir Sus vidas en consecuencia (Mateo 13:28–37).

El centro de Marcos 13 forma un quiasmo. Un quiasmo es un poema de ideas que se presenta en un patrón que se repite a sí mismo. Al visualizarlo, podemos entenderlo como una estructura A B C B A. En Marcos 13:5–6, Jesús dice que hay que estar atento a los que se dedican a engañar a los demás. En Marcos 13:7–8, Jesús les dice qué hacer cuando escuchen información sobre una guerra internacional y un gran desastre. En 13:9–13, Jesús habla de la persecución más personal de los cristianos. Marcos 13:14–21 habla de un gran desastre y conflicto; y en Marcos 13:21–23, Jesús les dice de nuevo que estén atentos a los maestros falsos.
Resumen de contexto:
Marcos 13:1–2 es una breve conversación que une las enseñanzas e interacciones de Jesús en el monte del templo en Marcos 11:15–12:44 con la siguiente sección de Marcos. Ese episodio futuro es notablemente más oscuro. Jesús pasó la última semana durmiendo en el Monte de los Olivos durante la noche y enseñando en el patio del templo durante el día (Lucas 21:37). Los representantes del templo han rechazado a Jesús, así que Dios los rechazará a ellos, y también han corrompido el símbolo de la adoración a Dios. Dentro de cuarenta años, el templo, Jerusalén y la cohesión del pueblo judío desaparecerán, arruinados por los romanos en el año 70 d.C. La profecía de Jesús sobre el templo también se encuentra en Mateo 24:1–3 y Lucas 21:5–7.
Marcos 13:3–13 ocurre menos de una semana después de que una multitud celebrara su creencia de que Jesús es el Hijo de David, que vino a restaurar a Israel de sus opresores romanos (Marcos 11:10). Los discípulos creen que Jesús pasó los últimos tres años preparándolos para gobernar en su corte real (Marcos 10:35–45). Hace unos momentos, Jesús profetizó que es el templo y Jerusalén los que serían destruidos, no los romanos (Marcos 13:1–2). Es comprensible que los discípulos se sintieran confundidos, también porque Jesús continuó hablándoles acerca de terribles predicciones sobre el futuro. Las advertencias de Jesús también se registran en Mateo 24:4–14 y Lucas 21:8–19.
Marcos 13:14–23 describe a Pedro, Jacobo, Juan y Andrés preguntándole a Jesús sobre las señales que indicarían que el templo sería destruido y él regresaría para establecer Su reino (Mateo 24:3). Jesús les ha explicado que aumentarán las guerras, los desastres naturales, las falsas enseñanzas y la persecución (Marcos 13:5–13). Ahora está hablando de la segunda mitad de la tribulación de los últimos tiempos. ésta comenzará con el Anticristo erigiendo la abominación desoladora en el templo y terminará justo antes de que la guerra y los desastres naturales y sobrenaturales causen la extinción mundial. Mateo habla un poco más sobre los falsos profetas en Mateo 24:15–28, mientras que Lucas nos da una versión abreviada de todo esto en Lucas 21:20–24.
Marcos 13:24–27 continúa las predicciones de Jesús sobre Su eventual regreso. Cualquier persona sería excusada por estar confundida acerca de la línea de tiempo del fin de los tiempos, especialmente con respecto al regreso de Jesús. Según una interpretación dispensacional previa a la tribulación, este evento se refiere a la segunda venida de Jesús, que ocurre después del rapto y la tribulación. De hecho, marca el final de la tribulación, el momento en el que Jesús destruye al Anticristo y a su ejército (Apocalipsis 19:11–21), encarcela a Satanás (Apocalipsis 20:1–3) y se lleva solo a los santos de la tribulación y a los creyentes del pasado con él hacia el reino milenario. El regreso de Jesús también está profetizado en Mateo 24:29–31 y Lucas 21:25–27.
Marcos 13:28–31 nos da una lección sobre cómo reconocer el fin de los tiempos usando un ejemplo de la agricultura. Aunque nadie puede saber cuándo regresará Jesús (Hechos 1:6–7), Dios promete darnos señales para ayudarnos a reconocer que el fin de los tiempos se está acercando. Más específicamente, nos ha hablado sobre la señal que dará comienzo a la tribulación y cuánto durará la tribulación. Si prestamos atención, estas señales serán tan fáciles de entender como los efectos que las diferentes estaciones tienen sobre una higuera. Se ha escrito mucho sobre el versículo 30, pero simplemente significa que la tribulación será breve. Mateo 24:32–35 y Lucas 21:28–33 registran relatos casi idénticos.
Marcos 13:32–37 continúa con Jesús hablando del fin de los tiempos. Jesús dice que ni siquiera él sabe cuándo regresará: solo Dios lo sabe. Esto no significa que Jesús no sea Dios. Simplemente significa que, en Su forma encarnada, el Hijo se ha "despojado a sí mismo" (Filipenses 2:7) de la omnisciencia y omnipotencia de Dios. Como un levantador de pesas que solo decide usar una porción de su fuerza, Dios encarnado puede limitar la expresión de Su omnipotencia. Por lo tanto, no deberíamos creer en aquellos que dicen saber cuándo regresará Jesús. Esta advertencia también se encuentra en Lucas 21:34–36, mientras que Mateo nos da esta advertencia junto con la parábola de las diez vírgenes y la parábola de los talentos en Mateo 24:42–25:30.
Resumen del capítulo:
Días antes de la crucifixión, los discípulos alaban la gloria del templo. Cuando Jesús les dice que el templo será destruido, le piden señales de esa destrucción venidera y de Su regreso (Mateo 24:3). Jesús responde a su segunda pregunta con información crucial para los creyentes en los últimos tiempos y que se puede aplicar para cualquier momento. Los cristianos de la tribulación se enfrentarán a terribles dificultades y violencia, al igual que los creyentes de cualquier época, pero deben recordar que las dificultades no durarán por mucho tiempo. Jesús regresará tan rápido que cualquier intento de vivir según las reglas del mundo será inútil.
Contexto del capítulo:
El capítulo anterior contenía varias parábolas y la respuesta de Jesús a una serie de preguntas variadas. En esta sección, Jesús dirige Su enseñanza a los discípulos, y les explica conceptos relacionados con el fin de los tiempos: el período aún futuro en el que Dios completará Su plan de juicio sobre el pecado. Esos detalles incluyen una profecía sobre la inminente destrucción del templo. Los capítulos finales de Marcos describen los eventos que ocurren hasta el momento de la crucifixión y después de ella, y presentan a Jesús en manos de Sus enemigos.
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 4/27/2024 1:30:13 PM
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