¿Qué significa Marcos 8:30?
LBLA: Y El les advirtió severamente que no hablaran de El a nadie.
NBLA: Y Jesús les advirtió severamente que no hablaran de El a nadie.
NVI: Jesús les ordenó que no hablaran a nadie acerca de él.
RV1960: Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.
JBS: Y les mandó que no hablasen esto de él a ninguno.
Comentario del verso:
Cuando se nos pregunta por qué Dios envió a Jesús cuando lo hizo, al menos una razón válida es porque no tenían redes sociales en ese entonces. La publicidad excesiva y la falta de contexto habrían dificultado mucho más el ministerio de Jesús. Jesús trata de mantener Su ministerio público bajo control. Por ejemplo, Jesús convierte el agua en vino por respeto a Su madre, no porque esté listo para ser conocido como un hacedor de milagros (Juan 2:1–11). Jesús silencia a los demonios porque no quiere que sean testigos de quién es él (Marcos 3:11–12). Cuando Sus hermanos lo empujan cínicamente para que revele quién es, les dice que Su hora aún no había llegado (Juan 7:3–8).

Sin embargo, cuando Jesús está caminando por el jardín de Getsemaní, les advierte a Pedro, Jacobo y Juan que es hora de Su sacrificio (Marcos 14:41). Incluso hasta el último minuto, momentos antes de ascender al cielo, los discípulos se preguntan si el momento de restaurar el reino de Israel ya había llegado; Jesús les dice que aún no, que todavía hay trabajo por hacer (Hechos 1:6–8). De hecho, incluso Jesús no sabe cuándo volverá (Marcos 13:32).

El tema del tiempo juega un papel importante dentro de la razón por la que Jesús todavía no quiere que los discípulos difundan la noticia de que él es el Cristo. Los discípulos necesitan saberlo porque ese dato le dará un contexto a lo que Jesús les enseñará en privado; pero si la gente se entera, se adelantará a sí misma y tratará de hacerlo rey (Juan 6:15; Marcos 11:9–10). Antes de que los discípulos proclamen que Jesús es el Cristo, primero deben comprender que el Cristo no ha venido para salvar a Israel del Imperio Romano, sino para salvar al mundo del pecado (Juan 3:16–17). Pedro demuestra que no están listos y reprende a Jesús después de que Jesús dice que debe ser asesinado (Marcos 8:31–32).

"Mandar" proviene de la palabra raíz griega epitimao. En otros lugares, la palabra se traduce "reprensión". Cuando Jesús usa esta palabra, la usa con la autoridad de Dios (Marcos 1:25; 3:12; 4:39; 8:32). Cuando otras personas "reprenden" a otros en el Evangelio de Marcos, estas personas están siendo presuntuosas (Marcos 8:33; 10:13; 10:48), e impidiendo que Jesús haga Su trabajo. La reprensión tiene su lugar (1 Timoteo 5:20; 2 Timoteo 3:16; Tito 1:13), pero más allá de Jesús, cualquier persona que reprende a otra lo hace siempre de manera inapropiada.
Resumen de contexto:
Marcos 8:27–30 comienza la segunda mitad del Evangelio de Marcos, el cual se enfoca en el hecho de que Jesús es el Cristo. Los encuentros que comienzan aquí deben haber sido un torbellino de emociones para los discípulos. Pedro declara que Jesús es el Cristo e inmediatamente después niega lo que el Cristo ha venido a hacer (Marcos 8:31–33). Jesús le enseña a una multitud que deben renunciar a sus vidas para creer en él (Marcos 8:34–9:1), y seis días después, Pedro, Jacobo y Juan son testigos de la verdadera gloria de Jesús (Marcos 9:2–8) Seguir a Jesús puede llevar a las personas a sufrir diferentes altibajos durante sus ministerios, y justo una semana más tarde, los discípulos experimentan algunos altibajos ellos mismos. La confesión de Pedro también se encuentra en Mateo 16:13–20 y Lucas 9:18–20.
Resumen del capítulo:
Este capítulo describe a Jesús alimentando milagrosamente a miles de personas otra vez. También nos muestra a Jesús contrarrestando la hipocresía egoísta y despiadada de los fariseos, quienes buscan señales aún más milagrosas. Jesús reprende a los discípulos sobre su corta memoria y les recuerda que la intención de Dios es ayudar a Sus seguidores. Después de sanar a un ciego, Jesús acepta la proclamación de Pedro de que él es el Mesías. Sin embargo, casi de inmediato, Jesús reprende a Pedro por resistirse a la idea de que el Mesías debe sufrir y morir.
Contexto del capítulo:
Marcos 8 continúa con los intentos de Jesús de enseñarles a los discípulos el plan de Dios para el Mesías. Jesús no ha venido por los fariseos religiosos, sino por los humildes que le responden de buena gana. Jesús no ha venido como el campeón glorioso y victorioso de Israel (aunque lo hará en un futuro), sino para morir por el mundo entero, y Sus seguidores también deben estar dispuestos a sacrificar sus vidas. El capítulo marca un punto de inflexión en el ministerio de Jesús a medida que Sus milagros disminuyen y su enseñanza aumenta. Curiosamente, Jesús también se enfrenta a una repetición de las tentaciones que experimentó en el desierto (Mateo 4:1–11).
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 5/14/2024 4:30:30 PM
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