¿Qué significa Mateo 14?
Comentario del capítulo:
Mateo 14 comienza con la noticia de que Herodes el tetrarca, también conocido como Herodes Antipas, había oído hablar de la fama y el poder de Jesús. Este era el hijo de Herodes el Grande, quien una vez ya había intentado matar a Jesús (Mateo 2:7, 13). Lo romanos eligieron a Antipas para gobernar la región de Galilea y Perea, el área donde Jesús vivió y ministró.

Herodes creía que Jesús era Juan el Bautista resucitado, y quizás pensaba así por unas de estas dos razones: o tenía sentimientos de culpa por haber matado a Juan, o simplemente era una persona supersticiosa. Después de describir los pensamientos de Herodes, Mateo nos proporciona una especie de "flashback" para explicar la manera en que Herodes había ejecutado a Juan el Bautista. Juan fue encarcelado después de haber condenado públicamente el matrimonio de Herodes con su propia cuñada, Herodías (Marcos 6:17–20). Herodes dudó sobre si quería ejecutar a Juan o no porque el profeta era popular entre el pueblo de Israel. Sin embargo, finalmente lo hizo después de haber hecho una promesa bastante tonta, probablemente porque en el momento en el que la hizo estaba borracho. Después de que Herodías bailara para él y sus invitados, Herodes ofreció regalarle "cualquier cosa" a la hija de Herodías. Herodías le dijo a su hija que le pidiera la cabeza de Juan en una bandeja, y Herodes se la trajo (Mateo 14:1–12).

Sabiendo que Herodes era consciente de que Jesús se estaba haciendo cada vez más famoso, Jesús dejó atrás a las multitudes y se dirigió en barca hacia un área más desolada junto a los discípulos. Sin embargo, cuando llegaron a Betsaida, en la orilla noreste, se encontraron a las multitudes de nuevo, quienes se habían apresurado para llegar al lado norte del lago y para esperarlos allí hasta que llegaran. Jesús sintió compasión por la gente y se pasó el día sanándolos (Mateo 14:13–14).

Más tarde durante ese mismo día, los discípulos le sugirieron a Jesús que enviara a la gente a las aldeas más cercanas para que comieran algo. Jesús les dijo a los discípulos que les dieran de comer a la gente. Es importante darse cuenta de que hacer algo así era prácticamente imposible, y Jesús lo sabía. Los discípulos solo pudieron reunir cinco panes y dos peces. Jesús se los pidió, les dijo a todos que se sentaran en la hierba y comenzó a partir los panes y a dárselos a los discípulos para que los distribuyeran entre la gente. Después de que se repartiera toda la comida y todos comieran tanto como quisieran, sobraron doce canastas de comida. Cuando Cristo nos ordena hacer algo, también nos provee con los medios y el poder para hacerlo. Mateo dice que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres con este milagro además de las mujeres y los niños que estaban allí presentes. Por lo tanto, Jesús seguramente alimentó alrededor de unas 20.000 personas (Mateo 14:15–21).

Inmediatamente después de realizar ese milagro tan asombroso, Jesús le dijo a la multitud que se fuera de allí y les dijo a los discípulos que se fueran en bote al otro lado del lago. Jesús subió a una montaña y oró hasta tarde esa misma noche. Los discípulos se pasaron la noche remando contra un fuerte viento en un mar embravecido. Esa lucha no fue el resultado de haber pecado o de haber tomado una mala decisión. Más bien, ocurrió debido a su obediencia; esto nos ayuda a recordar que las dificultades que experimentamos no siempre son el resultado de nuestros propios errores. En algún momento entre las 3 y las 6 de la mañana, una figura emergió de la oscuridad caminando sobre el agua hacia el bote de los discípulos. Los discípulos comenzaron a tener miedo, pero Jesús les dijo que se tranquilizaran (Mateo 14:22–27).

Después de esto, Pedro demostró que tenía un fe impulsiva una vez más. Primero, le pidió a Jesús que le ordenara caminar sobre el agua y Jesús se lo permitió. Pedro salió del bote y también caminó sobre el agua antes de asustarse debido al viento y a las olas. En lugar de centrarse en el milagro que estaba ocurriendo en ese momento, la naturaleza humana de Pedro sucumbió ante la duda y los miedos, por lo que comenzó a hundirse y a pedir ayuda a gritos. Jesús salvó a Pedro y le preguntó por qué había dudado. Después de que los dos se subieron a la barca, el viento se detuvo inmediatamente y los discípulos adoraron a Jesús. Todos ellos le dijeron: "verdaderamente, eres el Hijo de Dios" (Mateo 14:28–33).

Cuando los discípulos y Jesús finalmente llegaron a Genesaret, en la orilla noroeste del lago, la gente de allí reconoció a Jesús y reunió a los enfermos y a los afligidos de toda la región. Le pidieron a Jesús que les permitiera tocar el borde de su manto. Quizás la gente había oído hablar de la mujer que había hecho eso unos días antes (Mateo 9:20–22). Ese día, hubo muchísimas personas que se acercaron a Jesús para que los curara, y Jesús los curó a todos (Mateo 14:34–36).
Resumen de contexto:
Mateo 14:1–12 nos describe la manera en que el tetrarca Herodes, el gobernante de Galilea, había oído hablar de la fama y el poder de Jesús. él creía que Jesús era Juan el Bautista resucitado. Luego, Mateo nos explica que Herodes había arrestado a Juan el Bautista. Su "crimen" había sido condenar públicamente el matrimonio de Herodes con la esposa de su propio hermano. Más tarde, la hija de su esposa manipuló a Herodes cuando este le prometió darle cualquier cosa después de que ella bailara para él y sus invitados. Debido a su madre, ella pidió que le entregaran la cabeza de Juan el Bautista en un plato (Marcos 6:14–29). Herodes aceptó e hizo que ejecutaran a Juan de inmediato. Los discípulos de Juan fueron y lo enterraron, y después le dieron la noticia a Jesús.
Mateo 14:13–21 comienza con Jesús y Sus discípulos dejando atrás a la multitud para escaparse en una barca hacia un lugar desolado. En cambio, al llegar a su destino, se encontraron con una multitud de personas esperándolo allí. Jesús sanó a la gente y finalmente les dijo a los discípulos que alimentaran a todas las personas que estaba allí presentes. Los discípulos no tenían mucha comida, solo cinco panes y dos pescados. Finalmente, Jesús alimentó milagrosamente a más de 5,000 con esa poca comida. Después de eso, quedaron doce canastas llenas de sobras después de que todos hubieran comido todo lo que quisieron comer. Este milagro se registra en los cuatro Evangelios (Marcos 6:30–44; Lucas 9:10–17; Juan 6:1–14).
Mateo 14:22–33 nos presenta el milagro de Jesús caminando sobre las aguas. Inmediatamente después de alimentar a miles de personas con una pequeña cantidad de comida, Jesús subió a una montaña para orar. Los discípulos pasaron una larga noche remando contra un fuerte viento. Jesús cruzó el lago para encontrarse con ellos caminando sobre las aguas. Pedro caminó sobre el agua con Jesús brevemente, empezó a tener miedo del viento y las olas y empezó a hundirse. Jesús salvó a Pedro y le preguntó por qué había dudado. El viento se detuvo cuando Jesús se subió a la barca y los discípulos lo adoraron sabiendo que él era el Hijo de Dios.
Mateo 14:34–36 nos presenta a Jesús y a los discípulos finalmente llegando a Genesaret después de haber pasado una larga noche en el Mar de Galilea. La gente de la región reconoció a Jesús y reunieron a los enfermos y afligidos para que los curara. De hecho, le rogaron a Jesús que les permitiera tocar el borde de su manto para que pudieran curarse. Todos los que lo hicieron acabaron curándose.
Resumen del capítulo:
Mateo 14 comienza con la manera en que Herodes el tetrarca, el gobernante judío de la región, arrestó y ejecutó a Juan el Bautista. Jesús y los discípulos se montaron en un bote y se fueron a un lugar desolado, pero cuando llegaron allí había una multitud de personas esperándolo. Jesús sanó a muchas personas y luego alimentó a veinte mil personas con cinco panes y dos peces. Posteriormente, los discípulos remaron contra un fuerte viento hasta que Jesús apareció caminando sobre el agua para encontrarse con ellos, y entonces hizo que el viento se calmara. Pedro caminó sobre el agua brevemente y luego dudó y comenzó a hundirse. Los discípulos adoraron a Jesús. Al otro lado del lago, Jesús siguió sanando a los enfermos.
Contexto del capítulo:
Mateo 13 nos presenta más parábolas de Jesús y un desafortunado incidente en el que Su propia ciudad natal acabó rechazando Su ministerio. El capítulo 14 comienza con la noticia de que Herodes el tetrarca, el hombre que mató a Juan el Bautista, estaba al tanto de la fama y el poder de Jesús. Jesús y los discípulos se propusieron retirarse a un lugar desolado, pero una multitud los estaba esperando al otro lado de la orilla. Jesús sanó a la gente, alimentó milagrosamente a miles de personas y caminó sobre el agua. Cuando llegaron al otro lado, Jesús sanó a más personas. El capítulo 15 nos describe la manera en que Jesús debatió una vez más con Sus críticos y realizó más curaciones.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 5/13/2024 8:19:21 PM
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