¿Qué significa Romanos 3:6?
LBLA: ¡De ningún modo ! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo ?
NBLA: ¡De ningún modo! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
NVI: ¡De ninguna manera! Si así fuera, ¿cómo podría Dios juzgar al mundo?
RV1960: En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
JBS: En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios el mundo?
Comentario del verso:
Pablo hace y responde a una serie de preguntas en este pasaje, y está intentando anticipar algunas de las preguntas que sus enseñanzas durante el capítulo 2 pudieran provocar en aquellos a quienes se les leería la carta en Roma. En el versículo anterior, la pregunta trataba sobre la justicia de la ira de Dios y el juicio sobre el pecado humano. Si la justicia de Dios se revela por la injusticia de la humanidad, ¿no es eso bueno en cierto modo? ¿No hace eso aún más impresionante la justicia de Dios? Entonces, ¿cómo puede Dios justificar el hecho de que nos enjuicie en Su ira, especialmente a aquellos de nosotros que somos Su pueblo elegido, Israel? ¿No es eso injusto, ya que nos está condenando por la misma razón que de hecho estaba provocando que Su propia justicia se volviera aún más evidente?

Pablo ahora responde: "¡de ninguna manera!" Nuevamente, usa las palabras griegas "mē genoito": "que nunca sea". Pablo responde a esta idea con una pregunta lógica: "¿cómo podría Dios juzgar al mundo si hacer eso fuera injusto?" El papel de Dios como juez sobre toda la humanidad requiere que Dios mismo esté por encima del juicio al ser perfecto en Su justicia. Dios debe representar la norma del juicio.

Al principio, esto suena como un argumento circular: ¿está siendo Dios injusto al juzgar el pecado humano? No, ¡porque Dios debe ser justo para juzgar el pecado humano! Sin embargo, al considerarlo más detenidamente se muestra que el círculo se mueve en la dirección opuesta: debido a que Dios es justo, Dios es legítimamente el juez de toda injusticia. Debido a que Él es el juez, debe expresar Su ira justificada contra la pecaminosidad de la humanidad, incluso si esa infidelidad en última instancia solo sirva para demostrar lo santo y perfecto que es.

Esta idea, que el evangelio de la gracia implica una licencia para pecar, es una idea sobre la que Pablo volverá hablar más adelante, particularmente en el capítulo 6. Por ahora, tal y como se muestra en los siguientes versículos, parece descartar el argumento, considerándolo una calumnia (Romanos 3:8).
Resumen de contexto:
Romanos 3:1–8 contiene una serie de preguntas que podrían haber surgido de alguien que se opusiera a la enseñanza de Pablo en Romanos 2. Usando esta estructura de desafío-respuesta, Pablo aclara que ser judío y estar circuncidado todavía tiene grandes ventajas. Pablo también señala que Dios le ha permanecido fiel al pueblo judío a pesar de sus pecados. De hecho, la fidelidad de Dios frente a la infidelidad del pueblo judío aumenta Su gloria; esto no significa, sin embargo, que Dios quiera que los seres humanos sigan pecando, como algunos estaban acusando a Pablo de enseñar.
Resumen del capítulo:
Romanos 3 comienza con un esquema de preguntas y respuestas. Estas respuestas anticipan cualquier tipo de oposición que alguien pudiera tener acerca de lo que Pablo escribió en Romanos 2. A continuación, Pablo cita una serie de pasajes del Antiguo Testamento. Estas Escrituras muestran que esos escritores también estuvieron de acuerdo en que nadie, ni una sola persona, merece ser considerada justa. Pablo declara enfáticamente que nadie será justificado por seguir las obras de la ley. Al final, Pablo comparte las buenas nuevas: la justicia ante Dios está disponible más allá de la ley, ésta se encuentra a través de la fe en la muerte de Cristo en la cruz por nuestros pecados.
Contexto del capítulo:
El capítulo anterior explicaba que el juicio de Dios sobre el pecado les llegará a todas las personas, ya sea que tengan la ley o no la tengan. A Dios le importa más la fe que aprenderse la ley de memoria. Al comienzo de este capítulo, Pablo responde a una serie de preguntas de un objetor imaginario que tiene preguntas sobre todo lo que Pablo está enseñando. A continuación, Pablo cita una serie de pasajes del Antiguo Testamento que apoyan su enseñanza de que los seres humanos son pecadores por naturaleza. Todos nos alejamos de Dios. Pablo insiste en que nadie puede ser justificado a través de la ley. Afortunadamente, es posible alcanzar la justicia de Dios, pero solo a través de Su gracia, a través de la fe en el sacrificio expiatorio que Cristo hizo por nosotros en la cruz. Debemos recibir esto a través de la fe, y esto está disponible tanto para judíos como para gentiles.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 5/19/2024 4:59:40 AM
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