¿Qué significa Romanos 4?
Comentario del capítulo:
Romanos 4 se centra en la fe de Abrahán. Génesis 15:6 dice claramente que Abrahán creyó a Dios y que la fe, su fe y confianza en Dios, se le contó a Abrahán como justicia. Abrahán no fue justificado a través de las obras, por lo tanto, Dios no estaba devolviéndole ningún tipo de "favor" a Abrahán. La fe de Abrahán fue justificada por Dios, y esto se entiende como un regalo que Dios le hizo a Abrahán sin que Abrahán pudiera haber hecho nada para merecérselo. De la misma manera, David también habla sobre cómo Dios no cuenta los pecados de muchas personas y al final estas mismas personas acaban siendo bendecidas. Por lo tanto, ellos no se ganan el perdón, sino que Dios se lo da como un regalo, a través de su gracia (Romanos 4:1–8).

Esto plantea una posible objeción: ¿no era justo Abrahán debido a que obedeció a Dios al ser circuncidado? Eso es exactamente lo que muchos judíos llegaron a creer. Pablo dice que no, Dios declaró a Abrahán justo debido a su fe mucho antes de que Abrahán fuera circuncidado. La obediencia viene después de la fe; en el caso de Abrahán, ¡pasaron muchos años entre estos dos eventos! La circuncisión se convirtió en una señal de la fe que Israel había depositado en Dios y el sello de la justicia que Dios ya había declarado para Abrahán. De esta manera, Abrahán se convirtió en un padre espiritual para todos los que se acercan a Dios a través de la fe, incluso los que no están circuncidados por razones religiosas; en este pasaje, a estas personas se les conoce como gentiles. Abrahán también se convirtió en un padre espiritual y físico para todos los judíos creyentes que finalmente seguirían el ejemplo de su fe en Dios en el futuro (Romanos 4:9–12).

Dios esencialmente le prometió a Abrahán y a su descendencia "el mundo", en cierto sentido. ¿Se puede reclamar esa promesa cumpliendo la ley? Pablo dice que no. Por un lado, la promesa se hizo siglos antes de que existiera la ley. Si se requiriera guardar la ley para obtener los resultados de esa promesa, ¡entonces los descendientes más inmediatos de Abrahán se habrían quedado fuera! En segundo lugar, nadie puede cumplir la ley. Esta es una idea que Pablo tuvo mucho cuidado de dejar muy clara durante el capítulo 3: si recibir la promesa depende de guardar la ley, la promesa es inútil y también lo es la fe. No, las promesas que Dios le hizo a la descendencia de Abrahán se recibirán por medio de la fe (Romanos 4:13–19).

La fe que Abrahán ha depositado en esta promesa específica se puede entender como un modelo para nosotros. Dios le dijo a Abrahán que tendría un hijo natural con su esposa Sara y se convertiría en el padre de muchas naciones. Abrahán lo creyó y siguió creyéndolo incluso cuando pasaban los años y su hijo no llegaba. Abrahán le permaneció fiel a Dios, incluso cuando se acercaba a los 100 años y Sara se acercaba a los 90. De hecho, insiste Pablo, la fe de Abrahán se hizo más fuerte con el tiempo. Por eso Dios consideró su fe como justicia. Lo mismo nos puede pasar a todos en la actualidad. Aquellos que creen en el Dios que entregó a Jesús para pagar el precio de nuestros pecados con Su muerte y luego lo resucitó para que pudiéramos ser justificados, también serán declarados justos (Romanos 4:20–25).
Resumen de contexto:
Romanos 4:1–12 se centra en la fe de Abrahán, a la que Pablo hace referencia para defender su argumento sobre la fe. Dios solo justifica a las personas basándose en la fe que cada una de ellas tengan. David también llama "dichosos" a aquellos contra quienes Dios no cuenta sus pecados. Pablo insiste en que esta bendición de ser declarado justo a través de Dios está disponible tanto para los circuncidados como para los incircuncisos. Después de todo, Dios declaró justo a Abrahán mucho antes de que fuera circuncidado. De esa manera, se convirtió en el padre espiritual tanto de los creyentes gentiles como de los creyentes judíos.
Romanos 4:13–25 continúa enfocándose en la fe de Abrahán. Dios le hizo promesas a Abrahán y a sus descendientes, unas promesas que Abrahán creyó que se cumplirían. Esas promesas no se pueden recibir guardando la ley, sino solo a través de fe. Dios le prometió a Abrahán que iba a tener un hijo con Sara, y Abrahán continuó creyendo que la promesa se cumpliría incluso cuando se volviera cada vez menos probable que lo hiciera debido a su vejez. Nosotros también podemos ser justificados por medio de la fe en la muerte de Jesús, quien murió por nuestros pecados, y Su resurrección de entre los muertos.
Resumen del capítulo:
Romanos 4 trata sobre la fe de Abrahán. Dios declaró justo a Abrahán por su fe, no por sus obras. Una declaración de justicia era un regalo de Dios, no un pago. Esta justicia está disponible para todos, circuncidados o incircuncisos. Dios declaró justo a Abrahán muchos años antes de la circuncisión, convirtiéndolo en el padre espiritual de todos los creyentes, circuncidados o no, judíos o gentiles. Las promesas que Dios le hizo a Abrahán y a su descendencia no se pueden recibir guardando la ley, sino solo a través de la fe. Abrahán se mantuvo fiel a la promesa que Dios le hizo acerca de darle un hijo a él y a su esposa Sara, incluso cuando Abrahán mismo se fue haciendo mayor. Dios también nos justificará si por fe creemos dos cosas: una, que Dios entregó a Jesús para que muriera por nuestros pecados; y otra, que Dios finalmente lo resucitó de entre los muertos.
Contexto del capítulo:
Hasta ahora, esta carta ha establecido el hecho de que todas las personas son culpables de haber pecado y no se merecen el perdón de Dios. Ya sea que conozcamos la ley explícitamente o no, seguimos sin obedecerle a Dios. Por lo tanto, solo la fe en Cristo puede rescatarnos del castigo que nos merecemos por ese pecado. Romanos 4 explora el ejemplo de Abrahán y el asombroso don que Dios le ofreció a Abrahán al justificarlo únicamente debido a su fe. Abrahán fue declarado justo por su fe, mucho antes de ser circuncidado, lo que hizo que Abrahán se convirtiera en el padre de todos los que creen en Dios por medio de la fe. La fe constante que Abrahán había depositado en Dios es un modelo a seguir para todos nosotros. Romanos continuará explorando el tema sobre cómo Cristo nos permite reconciliarlos con Dios.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 5/14/2024 7:57:04 PM
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