¿Qué significa Romanos 8:30?
LBLA: y a los que predestinó, a ésos también llamó ; y a los que llamó, a ésos también justificó ; y a los que justificó, a ésos también glorificó.
NBLA: A los que predestinó, a ésos también llamó. A los que llamó, a ésos también justificó. A los que justificó, a ésos también glorificó.
NVI: A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.
RV1960: Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
JBS: Y a los que les señaló desde antes el camino, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificará.
Comentario del verso:
En el versículo anterior, Pablo dijo que Dios predestinó a los que ahora están en Cristo para que fuesen hechos conformes a la imagen de Cristo. Dios nos eligió antes de que se formara el mundo (Efesios 1:4). El propósito de Dios para nuestras vidas siempre ha sido que seamos como Jesús. De alguna manera, Dios conoció y eligió a aquellos que se salvarían, mucho antes de que existiéramos para tomar esa decisión. Los detalles sutiles de lo que esto significa y cómo Dios lo llevó a cabo, son parte de un debate mucho más amplio. En el contexto de este pasaje específico, sin embargo, esos debates no vienen al caso.

Ahora, Pablo escribe que a los que Dios predestinó para este propósito, también los llamó. Dicho al revés, Dios llamó a cada persona que predestinó. Tal y como Pablo usa la palabra en Romanos, ser "llamado" por Dios es irrumpir en nuestra conciencia y atraernos hacia Él.

Luego, Dios justificó a cada persona a la que llamó. Los primeros cuatro capítulos de Romanos tratan el tema de la justificación de Dios. Ser "justificado" por Dios se refiere al hecho de poder estar presentes ante Él. En realidad, nunca podremos justificarnos a nosotros mismos debido a nuestro pecado, ni siquiera siguiendo la ley, ya que no podemos guardar la ley (Romanos 3:10, 23). Solo podemos ser justificados a través de la fe en Cristo (Romanos 5:1).

Finalmente, a toda persona que Dios justificó, a través de la fe en Cristo, luego glorificó. Pablo escribe esto en tiempo pasado, lo que indica que nuestra glorificación está casi completa a ojos de Dios. Sin embargo, Pablo comenzó esta sección en los versículos 18–19 diciendo que toda la creación está esperando a que los hijos de Dios sean glorificados. Nosotros también estamos esperando eso, aunque nuestra esperanza, junto con la seguridad y confianza que tenemos en ella, es que esto ocurrirá en el momento perfecto de acuerdo con los planes de Dios.
Resumen de contexto:
Romanos 8:18–30 habla de cómo los cristianos experimentan y deben entender el sufrimiento cotidiano, un sufrimiento que de hecho toda la creación experimenta también. Todos gritamos de dolor juntos como una mujer de parto mientras esperamos a que Dios revele a Sus hijos. Al ser Sus hijos, estamos esperando a que el Padre complete nuestra adopción redimiendo nuestros cuerpos para que podamos estar con Él. El Espíritu de Dios nos ayuda mientras esperamos, llevando nuestras oraciones hasta Dios; confiamos en que Dios usa todas las circunstancias de nuestra vida para llevar a cabo sus propósitos y que nos ha elegido desde hace mucho tiempo para ser sus hijos.
Resumen del capítulo:
Romanos 8 comienza y termina con declaraciones acerca de la absoluta seguridad que los cristianos tienen ante Dios: no hay condenación para los que están en Cristo, y nada podrá separarnos de Su amor. Habiendo creído en el evangelio, ahora vivimos en el Espíritu de Dios. Eso nos permite llamar a Dios Abba, Padre. Sufrimos con Cristo y sufrimos junto con toda la creación mientras esperamos que Dios nos revele como Sus hijos. Con la ayuda del Espíritu, confiamos en que Dios está con nosotros y nos ama en Cristo.
Contexto del capítulo:
En Romanos 7, Pablo reveló la frustración que sentía a la hora de hacer el bien, porque finalmente acababa haciendo justo lo contrario. Sin embargo, Pablo comienza Romanos 8 con la declaración triunfal de que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, ya que vivimos en el Espíritu y nos relacionamos con Dios como un niño lo hace con su padre. El Espíritu nos ayuda durante esta temporada de sufrimiento junto con toda la creación mientras esperamos a que nuestra adopción se complete a través de la redención de nuestros cuerpos. Sin embargo, estamos seguros de que Dios está a nuestro favor y nada puede separarnos de Su amor.
Resumen del libro:
El libro de Romanos es la descripción más larga, estructurada y detallada de la teología cristiana en el Nuevo Testamento. Pablo expone el núcleo del mensaje del evangelio: la salvación por gracia solo a través de la fe. Su intención es explicar las buenas nuevas de Jesucristo en términos precisos y claros. Como parte de este esfuerzo, Pablo aborda los conflictos entre la ley y la gracia, entre judíos y gentiles, y entre el pecado y la justicia. Como es común en sus escritos, Pablo cierra su carta con una serie de aplicaciones prácticas.
Accessed 5/20/2024 4:00:28 PM
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