¿Qué significa 1 Corintios 1:21?
Pablo está compartiendo una verdad poderosa: la razón por la que muchas personas no creen que Cristo murió en la cruz para perdonar sus pecados no es porque sea difícil de entenderlo, sino todo lo contrario: porque es facilísimo hacerlo. Es tan fácil y simple que los incrédulos lo consideran una estupidez sin importancia alguna.La humanidad en general no ha llegado a conocer a Dios a través de la sabiduría humana. El lenguaje que usa Pablo sugiere que Dios, en Su sabiduría, no permitió que la sabiduría humana se convirtiera en la única manera de alcanzarlo. En cambio, a Dios le agradó salvar a los que creen a través de la locura de lo que Pablo y los otros apóstoles comenzaron a predicar.
En otras palabras, Pablo entiende que su mensaje, el evangelio, parecía y sonaba como una estupidez para la mayor parte del mundo. Las personas que confían en su propia sabiduría o en la sabiduría de los demás se acabarán perdiendo el verdadero significado del evangelio. El evangelio no es algo que pueda resolverse mediante la lógica y la filosofía. La evidencia puede llevarnos hacia la verdad (Romanos 1:18–20; Salmo 19:1; Mateo 7:7–8), pero esa verdad finalmente debe aceptarse como una revelación directa de Dios.
¿Significa esto que Pablo desalienta el uso de la mente o los argumentos lógicos? Basándonos en sus cartas, claramente esto no es así. Pablo era un hombre muy inteligente y bien educado que habitualmente usaba argumentos muy sutiles durante su ministerio (Filipenses 3:4–8; Hechos 17:17). En realidad, la idea que Pablo quiere compartir es que la sabiduría, el conocimiento y la lógica no pueden causar que alguien tenga fe en Cristo, quien murió en la cruz para perdonar nuestros pecados.
1 Corintios 1:18–31 describe la locura del evangelio cuando se considera a través de los ojos del mundo. Tanto los judíos como los griegos rechazaron la idea del Cristo crucificado. Cualquier dios que muriera en una cruz romana, especialmente con el objetivo de convertirse en un sacrificio por los pecados de la humanidad, no debería ser considerado como un dios en absoluto. Sin embargo, Dios avergonzará a los sabios y a los fuertes, ya que Dios les dio a las personas más débiles del mundo la capacidad de creer en la cruz de Cristo. Al final, nadie podrá jactarse ante Él de su propia fuerza y sabiduría.
La carta que Pablo les escribió a los cristianos de Corinto comienza dando gracias por los grandes y poderosos dones que Dios les había concedido a través de Su gracia y a través de su fe en Cristo. Todas estas personas serían consideradas como personas justas durante el juicio final. En ese momento, sin embargo, debían dejar de tener conflictos que se basaran en la persona a la que ellos creían que debían seguir y, en cambio, debían unirse en Cristo. El mensaje del evangelio de la muerte de Cristo en la cruz es algo inaudito para el mundo, pero Dios les ha otorgado la fe en Cristo a las personas que creen y encuentran el poder y la sabiduría de Dios.