¿Qué significa 1 Corintios 10:24?
Pablo ha rechazado la manera de pensar que afirma que los cristianos pueden hacer todo lo que quieren debido a que nuestros pecados han sido perdonados y vivimos bajo la gracia de Dios. Es como pensar que "todo está permitido", y dejarse llevar por esa manera de pensar. En contraste, Pablo ahora dice que el estándar moral de los cristianos debe ser lo que está escrito en este versículo: "ninguno debe buscar su propio bien, sino el bien del otro". Este fue el tema que Pablo ya exploró durante el capítulo 9, diciendo que incluso sus propios "derechos" no eran tan importantes como el bien espiritual de otras personas.Pablo dijo anteriormente que no estaba bajo la ley de Moisés, pero continuaba viviendo bajo la ley de Cristo (1 Corintios 9:21). Esa "ley" aparece en los evangelios y Cristo mismo es quien la compartió con todos nosotros: "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo" (Lucas 10:27).
En los siguientes versículos, Pablo le aplicará esa ley sobre el amor al tema de comer carne que se les hubiera ofrecido a los ídolos.
1 Corintios 10:23—11:1 dice que la pregunta "¿me está permitido hacer eso?" no es la única pregunta que deben hacerse los cristianos, sino que también deben preguntarse: "¿glorificará esto a Dios?" y "¿edificará esto al resto de la iglesia?" Pablo los anima a actuar en consecuencia, y a que evitaran comer carne que supieran que se les había ofrecido a los ídolos. La razón para esto era evitar que alguien pensara que los cristianos no tenían problema con la adoración de los ídolos. Sin embargo, sí eran libres de comer de cualquier tipo de carne con la conciencia tranquila y con un corazón agradecido hacia Dios, incluso aunque no supieran si esa carne se le había ofrecido a un ídolo o no. El mensaje clave de este pasaje es que nuestras intenciones y los efectos que nuestras acciones tienen sobre los demás son más importantes que las cosas físicas que hacemos y en las que participamos.
La adoración de ídolos es un pecado extremadamente grave. Pablo les está recordando eso mismo a los cristianos de Corinto, quienes vivían en una ciudad que estaba completamente saturada de ídolos. Para ello, está usando la historia de los israelitas que tuvieron que vagar por el desierto. Aunque Dios bendijo a los israelitas, ellos adoraron a ídolos falsos. Dios mató a muchos de ellos por hacerlo. Pablo les ordena a sus lectores que hagan todo lo posible para no formar parte de la adoración de ídolos. La adoración de ídolos involucra pasar tiempo con demonios. Dios siempre provee alguna forma de evitar el pecado, es por eso por lo que debían evitar darle la impresión a alguien de que la adoración de ídolos se podía aceptar una vez se formaba parte de la familia de Dios, incluso aunque se supiera que esos ídolos no existían. La primera pregunta que debemos hacernos siempre que estemos haciendo algo es la siguiente: "¿glorificará esto a Dios de alguna manera?"