¿Qué significa 1 Corintios 11:13?
Pablo ha explicado la razón por la que las mujeres corintias debían cubrirse la cabeza cuando oraran o profetizaran en las reuniones de la iglesia. De hecho, Pablo ofrecerá un argumento más, pero aquí hace una pausa para pedirles a sus lectores que lo juzgaran por sí mismos: ¿Es correcto que una esposa, o una mujer, orara en una reunión de la iglesia con la cabeza descubierta? Pablo creía que la respuesta estaba clara: "no, obviamente no".En la actualidad, a los cristianos nos cuesta entender el peso real de esta pregunta. La mayoría de las iglesias modernas, especialmente en Occidente, no les piden a las mujeres que se cubran la cabeza públicamente con capuchas o velos. La razón por la que esto ocurre se debe a los mismos principios culturales que Pablo ha expuesto en esta misma carta. Si bien el principio fundamental de la modestia se aplica a todas las personas y a todos las épocas, la manera en que todo esto se aplica cambia según los estándares de cada cultura. En la era en la que Pablo vivió, casi todas las mujeres se cubrían la cabeza con algo cuando estaban en público. La gente de esa época pensaba que las mujeres que no se cubrían la cabeza en público estaban mandando el mismo mensaje que una mujer le enviaría a la gente de hoy si se vistiera con ropa de lencería para andar por la calle. En esa época, cuando una mujer no se cubría la cabeza, el mensaje social que se comunicaba es que estaba abierta a tener relaciones sexuales en ese momento. En palabras de Pablo, estaba revelando su "gloria" y avergonzando a sus maridos.
Es más, en la cultura de Corinto, cuando una mujer no se cubría la cabeza, no solo se transmitía un mensaje de disponibilidad sexual, sino también de prostitución o adoración de ídolos. En la actualidad, y sobre todo en el mundo occidental, esto no es así. Sin embargo, este principio sobre la modestia todavía existe, aunque incluso las prendas y las maneras se hayan trivializado mucho más. Por lo tanto, las enseñanzas de Pablo sobre la modestia todavía podemos aplicarlas en nuestra sociedad actual.
En particular, estas normas se les aplican tanto a los hombres como a las mujeres. Así como Pablo les dijo a las mujeres que se cubrieran la cabeza (1 Corintios 11:5–10), también les dijo a los hombres que no se la cubrieran (1 Corintios 11:4). Los cristianos deben tener cuidado de no enviar señales inapropiadas a través de la manera en que se visten o se comportan, especialmente durante las reuniones cristianas.