¿Qué significa 1 Corintios 11:4?
Pablo ha establecido el principio de que toda persona tiene una "cabeza" por encima suyo. Cristo es la cabeza de los hombres. Los maridos representan la cabeza de sus mujeres. Dios es la cabeza de Cristo. Si bien esto podría entenderse como una referencia que se está haciendo sobre el concepto de la autoridad, Pablo parece estar enfatizando el hecho de tener un representante. En los versículos que vienen a continuación, Pablo no habla mucho acerca de la autoridad del que está a la cabeza. En cambio, se centra en la manera en que cada uno de nosotros, tanto hombres como mujeres, podemos avergonzar a nuestra "cabeza" espiritual a través de nuestras acciones y lo que hacemos con nuestras cabezas y nuestra apariencia físicas en los momentos en los que adoramos a Dios juntos.El honor y la vergüenza eran aspectos fundamentales tanto de la cultura judía como de la romana en la época de Pablo. De hecho, se pensaba que si una persona tenía éxito en la vida, ese éxito traía honor a la familia de la persona o al grupo al que perteneciera. Las mujeres y los niños, especialmente, sentían la presión de no deshonrar al cabeza de familia a través de la manera en que se comportaban. La apariencia física estaba ligada al honor: las personas que habían sido "deshonrados" de alguna manera a menudo se les notaba debido a la ropa que llevaban o cómo iban peinados. En esa época, no había carteles publicitarios ni letreros de neón, por lo tanto, la ropa y el peinado también se usaban para comunicar conceptos sociales e incluso sexuales.
Teniendo en cuenta esa cultura y su contexto, Pablo les hace una advertencia a los cristianos de Corinto. Todo hombre que públicamente oraba o profetizaba en sus reuniones con la cabeza cubierta, estaba deshonrando su cabeza espiritual al mismo tiempo, en este caso Cristo. El contexto, como siempre, es clave para interpretar correctamente todo esto, tal y como ocurre con todos los comentarios que Pablo hace durante esta carta (1 Corintios 10:14–22).
Primero, este versículo implica que, en la iglesia primitiva, era común que tanto los hombres como las mujeres "profetizaran" durante los servicios. Algunos eruditos entienden que esto significa que estas personas compartían con el resto del grupo revelaciones sobrenaturales que provenían de Dios. Otros creen que la palabra "profetizar" se refiere a la enseñanza en general. Pablo no nos ofrece muchos detalles al respecto en este pasaje.
En cualquier caso, Pablo dice que el hecho de que un hombre ore o profetice de ciertas maneras específicas es algo que puede avergonzar a Cristo. La frase griega es kata kephalēs echōn. "Habiendo bajado de la cabeza" es la traducción literal, lo cual la mayoría de las veces se traduce al español así: "con la cabeza cubierta". Lo que esto signifique exactamente depende en gran medida del contexto en el que uno coloque las referencias que Pablo hace cuando usa el término "cabeza" en esta sección.
Algunos creen que esta frase se está usando para describir el hecho de tener el pelo largo. Otros sugieren que algunos hombres de Corinto habían comenzado a cubrirse la cabeza con prendas femeninas. También es posible que Pablo esté describiendo algo que los hombres romanos hacían con bastante frecuencia durante sus servicios paganos de adoración: ponerse la túnica sobre la cabeza en señal de humildad ante sus dioses. Pablo no dice que estas cosas estaban sucediendo en los servicios de la iglesia de Corinto, sino que si ellos hicieran lo que Pablo les estaba diciendo que no hicieran, fuera lo que fuese, eso avergonzaría a Cristo. Hay otros versículos que vienen a continuación que nos proporcionarán algo de información adicional que nos ayudará a entender todo esto mucho mejor.
En resumen, Pablo tenía dos ideas en mente. Primero, todos los cristianos deben colocar a Cristo a la cabeza de su autoridad espiritual. En segundo lugar, es deshonroso que los cristianos envíen "señales contradictorias" sobre cosas como el género, a través la manera en que se visten o se peinan.