¿Qué significa 1 Corintios 11:5?
Pablo ha establecido que toda persona tiene una "cabeza" espiritual o metafórica. Cristo es la cabeza de los hombres. Los maridos son la cabeza de sus mujeres. Dios es la cabeza de Cristo. Pablo ha escrito, dentro del contexto de los creyentes de Corinto, que un hombre que ora o profetiza en los servicios de la iglesia con la cabeza cubierta avergüenza a su cabeza espiritual, Cristo.Ahora Pablo vuelve a hablar del tema central que quiere tratar en este pasaje, y afirma rotundamente que, si una mujer ora o profetiza en la iglesia con la cabeza descubierta, eso le traería vergüenza y deshonraría a su cabeza metafórica: su esposo, o al hombre, en general, según la traducción que se haga de este pasaje. Gracias a esto, podemos ver que las mujeres oraban y profetizaban en la iglesia de Corinto. Pablo no tenía ningún problema con eso. En cambio, si se opuso a la práctica de que las mujeres lo hicieran con la cabeza descubierta.
Los estudiosos difieren sobre lo que podría significar el hecho de que la cabeza de una mujer estuviera descubierta en este contexto. Algunos creen que Pablo estaba hablando de las mujeres que tenían el cabello corto o despeinado, o el cabello suelto en lugar de recogido de alguna manera. Otros, de una manera un poco más convincente, creen que Pablo está hablando sobre el velo tradicional que usaban la mayoría de las mujeres de esa cultura cuando estaban en público. Todo esto viene a consecuencia de que Pablo no quería que los creyentes enviaran "señales contradictorias" al resto de las personas que vivían en Corinto (1 Corintios 8:7–13).
Los registros históricos nos han ayudado a profundizar y entender mucho mejor el contexto de la preocupación de Pablo. Las mujeres judías, griegas y romanas de esa época normalmente se cubrían la cabeza de una manera u otra con capuchas que se adherían a las túnicas de mujer o con velos separados. Las prostitutas y las mujeres que se dedicaban a la adoración de dioses paganos a veces se quitaban los velos para comunicarles a los demás abiertamente que estaban disponibles sexualmente. Entonces, en Corinto, cuando una mujer no se cubría la cabeza, quizás estaba enviando mensajes sensuales al resto del mundo acerca de su disponibilidad sexual.
De acuerdo con las palabras de Pablo en este pasaje, las mujeres cristianas de Corinto habían comenzado a quitarse el velo durante los servicios de la iglesia. El texto no nos dice el por qué. Tal vez entendieron su libertad en Cristo como una liberación de las normas culturales de su época. Tal vez sintieron que las reuniones que se hacían en las casas no eran realmente públicas. A lo mejor era un gesto de protesta ante la opresión cultural que sentían en esos momentos. Cualquiera que fuera su razón para hacerlo, Pablo dice que no debían hacerlo.
De hecho, Pablo dice que orar o profetizar con la cabeza descubierta avergonzaba a la cabeza metafórica de la mujer, su esposo, el padre o el cabeza de familia masculino. Pablo lleva esta idea mucho más allá, y la compara con la vergüenza que pasaría una mujer si le afeitaran la cabeza en público. En la historia, a algunas mujeres se les afeitaba la cabeza como castigo por haber formado parte de algún tipo de inmoralidad sexual, tal y como el adulterio. El objetivo, por tanto, era avergonzarlas. Pablo compara eso con la vergüenza que estas mujeres cristianas les estaban causando a sus maridos al tener la cabeza descubierta. Por tanto, no importaba lo sinceros que fueran sus motivos, lo que estaban haciendo era muy inapropiado dentro de su propia cultura.