Capítulo
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Verso

1 Corintios 12:21

LBLA Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito.
NBLA Y el ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito;” ni tampoco la cabeza a los pies: “No los necesito.”
NVI El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito». Ni puede la cabeza decirles a los pies: «No los necesito».
RV1960 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
JBS Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito; ni asimismo la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.

¿Qué significa 1 Corintios 12:21?

Las Escrituras nos han estado describiendo la razón por la que algunos miembros del cuerpo de Cristo de Corinto, la iglesia, estaban frustrados. Algunos cristianos no creían que el papel que Dios les había permitido desempeñar en la iglesia fuera lo suficientemente valioso, interesante o "visible" desde su punto de vista. El Espíritu Santo les había asignado tareas con las que no estaban contentos. De hecho, es posible que no entendieran lo esencial que era para la iglesia que ellos cumplieran la función que Dios les había pedido que cumplieran. Tal y como Pablo había dicho antes, un cuerpo, para funcionar bien, debe tener varias partes, y no puede funcionar sin que todas sus partes funcionen bien.

Ahora, Pablo identifica un problema separado pero que estaba estrechamente relacionado con el primero. Algunos cristianos sintieron que la iglesia no necesitaba el trabajo de otros cristianos a los que el Espíritu Santo les había otorgado ciertos trabajos específicos. Creían, erróneamente, que ellos eran importantes para el cuerpo de Cristo, mientras que los demás creyentes no eran importantes debido a que sus dones no cumplían con funciones que fueran importantes de acuerdo con su manera de pensar al respecto. Mientras que algunos estaban amargados por sus dones espirituales y no querían usarlos, estos creyentes, por el contrario, se habían vuelto arrogantes acerca de los suyos y no creían que los demás necesitaran usar los suyos.

Pablo escribe que esto es como un ojo que le dice a la mano, o una cabeza que le dice al pie: "no te necesito". Cualquier ojo o cabeza que diga tal cosa claramente no entiende cómo funciona el cuerpo. El cerebro puede pensar que es más importante que el estómago, pero no puede sobrevivir sin lo que hace el estómago. Tal y como Pablo explicará en los próximos versículos, ¡a menudo son las partes del cuerpo de las que nos burlamos las que desempeñan los roles más vitales! Cualquier cristiano que piense tal cosa de un hermano o una hermana en Cristo, que el papel que Dios le ha pedido cumplir no es importante, no entiende cómo funciona el cuerpo de Cristo en absoluto.
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