¿Qué significa 1 Corintios 13:4?
1 Corintios 13:4–7 es un pasaje muy querido en todo el mundo. Incluso las personas no creyentes se sienten atraídas por la elocuente descripción del amor que hace Pablo en estos versículos. Estas palabras a menudo se citan en bodas o en ambientes románticos y aparecen en obras de arte. Sin embargo, es importante recordar que Pablo no está escribiendo una poesía inspiradora, ni tampoco está escribiendo algo que pudiera estar destinado a ser un simple mantra que se recite el cual acaba perdiendo el sentido con el tiempo. En cambio, está comunicándoles a los cristianos de Corinto un mensaje directo, ya que estos cristianos eran algo egoístas y estaban divididos: esta es la manera en la que quiere que los creyentes se traten los unos a los otros. En todos los problemas que se han descrito en esta carta parecía haber una falta latente de amor entre todos los miembros de la iglesia.El "amor" del que habla Pablo en estos versículos proviene del término griego agape: un amor desinteresado, distinto del deseo sexual —eros— y del amor fraterno —phileo. Estos versículos incluyen 14 descriptores de agape, y todos ellos son verbos. El amor piadoso, desde una perspectiva piadosa, se define por lo que los cristianos hacen o dejan de hacer. En realidad, no se trata principalmente de los sentimientos, ni tampoco son principalmente las palabras las que los describen. El amor es acción: el hecho de elegir o no elegir hacer ciertas acciones en nuestras relaciones con los demás cristianos.
El amor es paciente. El amor espera sin resentimiento, incluso cuando se nos maltrata.
El amor es bondadoso. Más allá de la mera cortesía, la amabilidad implica actuar por el bien de los demás, incluso cuando ese bien no nos beneficie a nosotros mismos.
El amor no envidia. La envidia estaba muy presente en la iglesia de Corinto, tanto en los dones espirituales como en el éxito financiero de los demás. El amor hace que todas esas cosas se desvanezcan y celebra los éxitos de todos los hermanos y las hermanas cristianos.
El amor no se jacta. La jactancia es la acción de autoglorificarse, tanto obvia como sutilmente. El amor acaba con eso y se centra en alabar a Dios y a los demás creyentes.
El amor no se envanece ni es "engreído". La arrogancia implica tener confianza en uno mismo, desprestigiar a los demás y tener la expectativa de que todos los demás sientan lo mismo. El amor elimina el obstáculo del yo para servirles bien a los demás.