¿Qué significa 1 Corintios 13:8?
Pablo acaba aquí de describir la manera en la que Dios nos ama a nosotros usando el término griego agape: un amor desinteresado, sacrificial, activo, diferente del amor romántico o fraternal, el cual se identifica con los términos eros y phileo, respectivamente. Para concluir esta sección, Pablo dice algo que puede hacer que los creyentes lleguen a pensar que es realmente imposible amar tal y como lo hace Dios, porque "el amor nunca dejará de existir".Sin embargo, el hecho de que esto sea verdad no significa que ningún ser humano pueda amar tal y como lo hace Cristo. Es cierto que los creyentes a veces cometerán errores en su forma de amar. Cuando elegimos amar de esta manera tan desinteresada y sacrificada, el amor nunca deja de ser efectivo. Cuando una persona ama a otra desinteresadamente, eso ayuda a edificar la iglesia de una manera poderosa.
El amor nunca falla porque también es eterno. El señor amará a Su pueblo para siempre, y ese amor representará la forma en que viviremos en relación los unos con otros en la eternidad. Este tipo de amor son como chispas de un fuego que solo podremos en su totalidad una vez alcancemos la eternidad.
Por el contrario, Pablo dice que los dones espirituales sí se acabarán. Los dones de la profecía, las lenguas y el conocimiento se acabarán un día. Con esto, Pablo quiere decir que, un día, estos dones no serán necesarios.
Algunos cristianos creen que estos tres dones específicos ya no existen, y que Dios permitió que algunas personas los tuvieran durante los principios de la iglesia para ayudar a establecer la iglesia y mostrar que el mensaje del evangelio procedía de Dios mismo. Todos los cristianos entienden que al final de los tiempos, cuando vivamos con Dios en persona (Apocalipsis 21:1–5), no habrá necesidad que estos dones existan. Por lo tanto, estos dones existieron durante la historia humana por un tiempo y tuvieron un propósito limitado.
Sin embargo, el amor de Dios y la manera en que lo reflejamos en los demás, sí será eterno.