¿Qué significa 1 Corintios 14:25?
¿Cómo respondería un extraño incrédulo si entrara a un servicio de adoración cristiano? ¿Cuál sería su impresión de los cristianos? ¿Qué pensarían de nuestro Dios? ¿Qué sentirían acerca de su propia responsabilidad ante Dios?Pablo ha dicho que, si en un servicio de adoración todos usaran el don de lenguas, la habilidad sobrenatural de hablar en idiomas desconocidos, los incrédulos pensarían que los cristianos estaban locos. Debido a que no podrían entender ninguna de las palabras que se estuvieran diciendo, no recibirían ningún mensaje de Dios ni se animarían a seguir aprendiendo más cosas sobre Él. El problema no sería un problema de convicción o espiritualidad, sino que esos incrédulos no estarían entendiendo nada de lo que se estaría diciendo.
Después, Pablo se imaginó una sala llena de cristianos practicando el don de profecía: lo cual consiste en la habilidad sobrenatural de comunicarles mensajes de Dios a las personas que se habían reunido para escucharlos. Pablo dice que esas dos situaciones son muy diferentes. Todo el mundo puede entender la profecía, por eso, sería mucho más probable que un incrédulo se sintiera culpable de sus pecados y se diera cuenta de que era responsable de ellos.
Ahora, Pablo añade que los secretos del corazón de este incrédulo saldrían a la luz. En realidad, no está claro si esta frase se está refiriendo a una convicción interna sobre el pecado personal, y esos secretos se les revelarían al incrédulo mismo. O, tal vez, que las personas que ejercían el don de la profecía en los días de Pablo hablaban por medio del poder de Dios acerca de los pecados de los incrédulos en voz alta para que todos los oyeran. Si es así, el incrédulo seguramente se avergonzaba, pero también se asombraría ante el hecho de que Dios conociera su corazón y sus pecados más profundos.
En cualquier caso, el resultado sería el arrepentimiento y la adoración. Pablo dice que el incrédulo acabaría postrándose ante Dios para adorarlo junto con todos los cristianos que hubiera en la sala. Esta persona declararía abiertamente su creencia de que Dios estaría presente con ellos. En resumen, esa persona llegaría a la fe en Cristo al ser testigo de la demostración del don de profecía, algo que es mucho mejor que hablar en lenguas sin que haya nadie que pueda interpretar lo que se está diciendo.