¿Qué significa 1 Corintios 14:28?
En este capítulo, Pablo les ha enfatizado a los cristianos de Corinto una serie de ideas específicas. Por ejemplo, les estaba explicando que el don de las lenguas no era tan valioso como el don de la profecía. Además, les ha advertido que no usen los dones espirituales sin sentir amor por los demás o sin tener el objetivo de edificar a la iglesia. Parece que la iglesia de Corinto estaba sufriendo mucho porque no estaban usando el don de las lenguas de manera ordenada, y quizás los Corintios estaban hablando todos al mismo tiempo y no había manera de entender nada de lo que estaba pasando.Al mismo tiempo, en general, Pablo no ha condenado el uso de lengua, ya que en su momento dijo que su deseo era que todos los corintios recibieran ese don (1 Corintios 14:5). También ha dicho que las personas que usan este don, incluso si lo hicieran de manera desordenada, lo estarían usando gracias al poder del Espíritu Santo.
Pablo les estaba enseñando a cómo usar el don durante un servicio de la iglesia, pero también a cómo no hacerlo. Pablo ha dicho que dos o tres personas pueden hablar en una lengua, o un idioma desconocido, durante un servicio. Sin embargo, deben hacerlo por turnos y debe haber alguien que tenga el don espiritual de la interpretación para interpretar lo que se está diciendo.
Pablo añade ahora que, si no hubiera nadie disponible para interpretar lo que dijo el hablante de lenguas, entonces las personas que tienen ese don deberían guardárselo para sí mismos. Pablo incluso les prohíbe usar ese don durante el servicio. En cambio, debían usar el don solo para hablarse a sí mismos con el objetivo de hablar con Dios.
Tal y como Pablo lo escribió en el versículo 4, si una persona tiene el don de lenguas puede usarlo para edificarse a sí mismo, pero si no hay un intérprete, ese don no puede edificar al resto de la iglesia. Si la expresión de algún don no edifica a los demás, Pablo dice que no debe usarse durante el servicio de adoración.
Pablo deja claro que las personas que usan dones espirituales pueden y deben permanecer en pleno control de sí mismos. El don de lenguas no implica el hecho de que la persona que lo está usando deba perder el control mientras lo hace. De hecho, la presencia del Espíritu Santo en la vida de un creyente es lo que nos ayuda a dominarnos a nosotros mismos con más eficacia (Gálatas 5:22–23). La idea de que los cristianos pueden, o deben, perder la cordura debido a la influencia del Espíritu no es una perspectiva bíblica en absoluto.