¿Qué significa 1 Corintios 14:35?
Pablo está describiendo las reglas básicas para que los servicios de adoración se hicieran de manera ordenada, incluido el uso de hablar en lenguas y la profecía. En el versículo anterior y en este, también se imponen algunas restricciones a la participación de las mujeres en el servicio. Anteriormente, Pablo dijo que las mujeres podían orar o profetizar durante los servicios (1 Corintios 11:2–16). Por lo tanto, el hecho de estar en silencio debe entenderse dentro de otro contexto.Algunos eruditos piensan que estos dos versículos están dirigidos a las esposas y no a las mujeres en general. Si esto fuera cierto, a estas esposas se les instruye permanecer en silencio, sin hablar, respetando a sus maridos. Ahora, Pablo añade que, si tienen preguntas sobre lo que se está enseñando, debían preguntarles a sus esposos en la privacidad de sus propios hogares. Pablo añade que es vergonzoso que una mujer hable en la iglesia.
A pesar de que nos parezcan muy ofensivos, los eruditos rechazan la idea de que alguien les añadió estos versículos más tarde a la carta de Pablo, y tampoco es muy probable que Pablo esté citando a alguna persona de Corinto para que después pudiera refutar su manera de pensar. Cuando se tienen en cuenta los comentarios anteriores que hizo acerca de cubrirse la cabeza en el capítulo 11, esto parece referirse a cómo debía mostrarse las relaciones matrimoniales en público.
Por un lado, Pablo claramente permitió que las mujeres participaran en los servicios orando o profetizando siempre que sus cabezas estuvieran debidamente cubiertas (1 Corintios 11:2–16). Por otro lado, la iglesia cristiana primitiva contrarrestó la cultura griega y romana prevaleciente dándole la bienvenida a las mujeres, quienes podían tener una relación personal con Cristo a través de la fe. Las mujeres cristianas podían participar en la comunidad cristiana con o sin sus maridos, lo cual fue algo bastante radical para esa época. Esto pareció haber causado algunas reacciones violentas en contra el cristianismo, e incluso algunas mujeres abusaron de su libertad en Cristo faltándole el respeto abiertamente a sus esposos.
Entonces, lo que Pablo quizás está haciendo es ordenarles a las esposas que se sometan a sus esposos en lugar de hablar abiertamente durante la conversación general del servicio de la iglesia. Hacer eso podría haber avergonzado a sus esposos por dos razones: por su aparente falta de conocimiento y la falta de autoridad que había en sus hogares, lo cual se evidenciaba si ellas decidieran hablar durante los servicios de la iglesia durante ciertos momentos.
En cualquier caso, lo que Pablo dice en estos versículos generalmente no se practica en la mayoría de las iglesias modernas, incluso en las iglesias más conservadoras. El significado cultural que lleva consigo el hecho de que una mujer hable en la iglesia en la actualidad es muy diferente al de la época en la que se escribieron estas palabras. En realidad, hay muy pocos creyentes que interpreten estas palabras como si se trataran de una prohibición general para todas las mujeres que estén casadas y pertenezcan a la iglesia.
1 Corintios 14:26–40 incluye instrucciones específicas para los corintios sobre cómo deberían ordenarse los servicios. Estas reuniones deben reflejar el carácter de Dios. Todos deben tener la oportunidad de compartir un himno, una enseñanza, una revelación profética de Dios, e incluso hablar en una lengua si alguien pudiera interpretarla. Las personas deben hablar por turnos, y solo dos o tres hablantes de lenguas o profetas debían contribuir durante los servicios. Las esposas deben permanecer en silencio y respetar a sus maridos. Por último, solo se debe dar pie a todo lo que pueda edificar la iglesia en su conjunto.
Pablo anima a los corintios a que intenten alcanzar el don de profecía con más fuerza que el resto de los dones. En los servicios de la iglesia, el don de la profecía es superior al uso del don de lenguas si no hay nadie disponible que pueda interpretar esas lenguas. Sin embargo, la profecía beneficia a todos, pero orar en lenguas sin que nadie las interprete beneficia solo al que las está hablando. Además, solo debería haber dos o tres hablantes de lenguas que contribuyan a cualquier servicio, y tienen que hacerlo por turnos y con intérpretes que le comuniquen sus mensajes al resto de la iglesia. De hecho, lo mismo se les aplica a la profecía y al don del discernimiento de espíritus. El orden y la edificación de la iglesia son principios importantes para cualquier reunión de adoración en la iglesia. En la actualidad, las iglesias modernas están divididas sobre la medida en que estos dones están o no presentes en la vida de los cristianos y sobre cómo deberían practicarse.