Capítulo
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Verso
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1 Corintios 2:15

LBLA En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
NBLA En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
NVI En cambio, el que es espiritual lo juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, porque
RV1960 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
JBS Pero el espiritual discierne todas las cosas; mas él de nadie es discernido.

¿Qué significa 1 Corintios 2:15?

Es importante recordar que no hay pasaje en la Biblia que deba leerse sin tener en cuenta el contexto. Algunos son más fáciles de malinterpretar que otros, y algunas veces los malinterpretamos debido a que no tenemos en cuenta el contexto que los rodea. Este versículo nos presenta este mismo dilema.

Pablo dice que las personas que reciben la ayuda del Espíritu Santo de Dios son los únicos que tienen la capacidad de comprender las cosas espirituales, incluido el plan de salvación de Dios a través de la fe en Cristo crucificado (1 Corintios 2:14). Las personas que no reciben la ayuda del Espíritu de Dios simplemente no pueden comprender esta verdad espiritual. En realidad, sí pueden comprender las cosas intelectualmente (Romanos 1:18–23; Santiago 2:19), pero eso no significa que puedan o incluso tengan la capacidad de entender las cosas espirituales. Por lo tanto, las verdades que se sitúan más allá del mundo material se les escapa (Isaías 55:8–9).

La palabra "juzgar" proviene de la raíz griega anakrino. Esta palabra se relaciona en parte con la palabra que Jesús usó cuando dijo "no juzgues" en Mateo 7:1. En este contexto, por tanto, esta palabra debe entenderse como si estuviera diciendo algo así como "investiga" o "examina". Pablo parece estar diciéndonos que una persona espiritual, dada la habilidad de ver y entender las cosas espirituales, puede examinarlo todo. Es decir, las personas espirituales pueden evaluar tanto las cosas del mundo material, las cuales sí que se pueden discernir a través de la sabiduría humana, como las cosas espirituales que solo pueden conocer gracias a la ayuda del Espíritu de Dios.

Por esa misma razón, las personas que no reciben la ayuda del Espíritu Santo no pueden entender a las que sí la reciben. De este modo, los no creyentes no pueden ver o entender verdaderamente la parte espiritual de esas personas (1 Corintios 2:14).

Algunos intérpretes entienden la palabra "juzgar" al igual que lo hacen en el contexto de otros pasajes en los que tal interpretación hace un paralelismo con la idea del discernimiento o el escrutinio. Las personas espirituales, las que tienen el Espíritu de Dios, tienen la capacidad de "juzgar justamente" (Juan 7:24) porque son capaces de distinguir claramente tanto la realidad física como la espiritual. Sin embargo, esa persona espiritual ya ha sido juzgada por Dios, por lo tanto, ya nadie puede juzgarla más, especialmente aquellas personas que no son espirituales.
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Resumen de contexto
1 Corintios 2:6–16 nos describe la diferencia que existe entre la sabiduría del mundo y la sabiduría de Dios. La sabiduría humana se limita a lo que se puede observar y resolver a través de la razón humana. Las Escrituras confirman y enfatizan continuamente que tanto la razón como el conocimiento son muy valiosos (Colosenses 2:8; 2 Timoteo 2:15), al tiempo que demuestran que de hecho existe una diferencia entre lo que la mente de una persona puede lograr y lo que el Espíritu de Dios puede revelarnos. La sabiduría de Dios, incluido Su plan de ofrecernos la salvación a través de la crucifixión de Cristo, debe recibirse y creerse a través del Espíritu Santo de Dios. Sin la ayuda del Espíritu, las personas no pueden creer en lo que es espiritual, y esa es la razón por la que rechazan las verdades espirituales, las cuales consideran un total y absoluto sin sentido. Sin embargo, los cristianos tienen acceso a la mente de Cristo debido al Espíritu Santo de Dios, el cual habita en nosotros.
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Resumen del capítulo
Cuando Pablo llegó por primera vez a Corinto, no les presentó a lo corintios el evangelio con palabras elocuentes ni con ningún tipo de sabiduría premeditada, sino que les presentó la verdad de una manera simple y directa para que su fe se basara únicamente en el poder de Dios y no en la sabiduría humana. Las personas que tienen el Espíritu de Dios son las únicas que pueden comprender las verdades que Dios nos ha revelado, incluido el hecho de que Cristo fue crucificado para pagar por los pecados de la humanidad. Las personas que no tienen el Espíritu de Dios están limitadas por la razón humana, y al final eso es lo único que acaban teniendo. El Espíritu de Dios hace posible que entendamos y creamos en las cosas espirituales.
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¿Qué es el evangelio?
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