¿Qué significa 1 Corintios 3:18?
Pablo resume en este versículo lo que estaba enseñando anteriormente en su carta acerca de la sabiduría y la necedad (1 Corintios 1:18—2:16). Pablo les dice a sus lectores que no se engañen a sí mismos. En otras palabras, les está pidiendo a los cristianos de Corinto que estén seguros de saber lo que es verdad y lo que no lo es.Específicamente, Pablo les advierte sobre el peligro de querer ser sabio "en este mundo" o sabio según los estándares del mundo. Tal y como lo dijo antes, la sabiduría del mundo se limita a lo que se puede observar con los sentidos humanos y lo que se puede resolver en base a esas mismas observaciones. En cambio, los seres humanos no tienen acceso a las verdades espirituales. Esa es la razón por la que rechazan la fe en Cristo y creen que es una locura, y además no aceptan Su muerte en la cruz como pago por sus pecados.
Aun así, incluso para aquellos que confían en Cristo, a veces es tentador querer que las personas de nuestra cultura nos consideren personas sabias, especialmente las personas que son respetadas o tienen poder. En pocas palabras, a veces queremos que se nos respete.
Pablo nos advierte que debemos ser ignorantes a ojos del mundo conforme a la sabiduría del mundo. La única forma de ser verdaderamente sabio es recibir la sabiduría de Dios, y eso solo puede alcanzarse a través de la revelación con la ayuda de Su Espíritu Santo. La sabiduría de Dios nos ayuda a tomar decisiones muy diferentes de las que tomaríamos a través de sabiduría del mundo, la cual solo nos puede ayudar a conocer las cosas en parte. Pablo no dice que debemos ser totalmente ignorantes (Salmo 19: 1; Romanos 1: 18–23), sino que debemos tener la voluntad de seguir las verdades de Dios incluso cuando el mundo las considere como cosas absurdas o impopulares.
Los ministros, maestros, pastores y líderes cristianos, especialmente, deben estar dispuestos a mostrar su "insensatez" de acuerdo con los estándares del mundo si esperan guiar a los creyentes hacia la verdadera sabiduría de Dios.